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Veintis�is pa�ses compiten este s�bado por el micr�fono de cristal en la gran final de la 68� edici�n del Festival de Eurovisi�n, incluida Espa�a, que intentar� que todo el continente zorre� al ritmo de Nebulossa. Y entre los 13.000 espectadores que abarrotar�n el Malm� Arena, donde se celebra el certamen, se espera a los pr�ncipes herederos del pa�s anfitri�n, Victoria y Daniel de Suecia, junto a sus hijos Estelle y Oscar. Las extraordinarias medidas de seguridad que rodean al concurso, tanto por la creciente tensi�n con Rusia en plena guerra en Ucrania como por la participaci�n de Israel mientras contin�a su ofensiva militar en Gaza, podr�an hacer variar sin embargo los planes de la familia real.
En todo caso, la asistencia de la princesa Victoria al Eurofestival estar�a m�s que justificada no s�lo por su condici�n de Heredera, sino porque si algo vienen demostrando desde hace d�cadas los Bernardotte es que son la dinast�a m�s eurofan del continente.
La relaci�n de la familia real sueca con Eurovisi�n es m�s que intensa, como no pod�a ser de otro modo cuando estamos ante el pa�s que m�s ha influido en el concurso desde hace medio siglo. Justo desde aquel 1974 en el que ABBA se coron� con Waterloo. Esta noche se rendir� un tributo especial al cuarteto, otro motivo por el que la asistencia al Malm� Arena de los pr�ncipes se antoja casi obligada. Ya a principios de abril, pudimos ver a los reyes Carlos XIV Gustavo y Silvia desmelenados bailando al ritmo de Dancing Queen en un concierto en Estocolmo en el que se festejaron los 50 a�os desde la victoria eurovisiva de ABBA. Y apenas unos d�as antes el rey hab�a condecorado a Benny, Agnetha, Anni-Frid y Bj�rn con la Gran Orden de Vasa.
Los participantes suecos en Eurovisi�n, o los int�rpretes que compiten por ser los abanderados en el Melodifestivalen -el exitoso certamen a trav�s del que se elige al representante cada a�o, con audiencias estratosf�ricas- act�an en los grandes eventos de la Monarqu�a patria, como los cumplea�os de la princesa Victoria, convertidos en fiestas multitudinarias cada julio con conciertos en el Palacio de Solliden.
La mencionada Dancing Queen era precisamente una de las canciones favoritas de la reina Isabel II. La monarca brit�nica confes� a alguno de sus bi�grafos que le costaba no mover los pies cada vez que la escuchaba. Los Windsor se destaparon como aut�nticos eurofans el a�o pasado con dos momentazos que ya forman parte de la historia del certamen. Por un lado, Carlos y Camila, en v�speras de su coronaci�n, se desplazaron a Liverpool para protagonizar una divertida inauguraci�n, a modo casi del encendido cada primavera del alumbrado de la Feria de Abril, del M&S Bank Arena, el pabell�n que alberg� Eurovisi�n 2023. Aunque para momento glorioso, la sorprendente aparici�n de la mism�sima princesa Kate tocando el piano durante el arranque de la gala final, marc�ndose una emotiva ejecuci�n de un fragmento de Stefania, el tema con el que Ucrania ganado un a�o antes.
Una familia real tan divertida y desprejuiciada como la de Pa�ses Bajos tambi�n ten�a que ser s� o s� eurofan. E impact� el v�deo que en 2020 grabaron los reyes Guillermo y M�xima, junto a sus tres hijas, para lanzar un mensaje esperanzador al mundo con motivo de la suspensi�n ese a�o de la edici�n de Eurovisi�n que deb�a celebrarse en R�tterdam por culpa de la pandemia de coronavirus. Ver a M�xima haciendo con sus manos el logo caracter�stico del Festival no tuvo precio. Como tampoco que, al a�o siguiente, ya s� disfrutara como la que m�s del concurso asistiendo al ensayo con p�blico de la segunda semifinal.
Ya se hab�a visto en ocasiones anteriores a miembros de otras dinast�as vibrar con el gran espect�culo eurovisivo, como hicieron en 2014 los entonces Herederos de Dinamarca, Federico y Mary, cuando el Festival se celebr� en Copenhague. O, cuatro a�os antes, la futura reina de Noruega, Mette-Marit, quien se lo pas� en grande en el Eurofestival en Oslo, junto a su hijo Marius.
Lejos quedan los tiempos en los que Eurovisi�n era algo demasiado popular para que sonara en los palacios. As�, Rainiero y Grace de M�naco no felicitaron a S�verine en 1971, cuando logr� la �nica victoria que ha logrado el Principado. A�os despu�s lo arregl� Alberto, invitando a la cantante a una gran fiesta en su honor en Montecarlo.
Que la realeza europea es eurofan, no es un secreto. Lo que ignoramos es si tambi�n son zorristas. Ojal�.