La fría venganza de Mbappé con la cúpula del PSG y el estallido de liberación de Luis Enrique
La fría venganza de Mbappé con la cúpula del PSG y el estallido de liberación de Luis Enrique
la emoción de ir al Real madrid

La fría venganza de Mbappé con la cúpula del PSG y el estallido de liberación de Luis Enrique

Mbappé no para de exteriorizar su emoción por empezar una nueva etapa y salir del PSG para vivir algo mágico en el Real Madrid. Un palo a Qatar y un alivio para Luis Enrique, que se encontró con un problema cuando llegó al banquillo

Foto: Mbappé, en el acto de presentación de su figura de cera. (EFE/EPA/Teresa Suarez)
Mbappé, en el acto de presentación de su figura de cera. (EFE/EPA/Teresa Suarez)

Kylian Mbappé se está yendo del Paris Saint-Germain a gusto. Va a tener que renunciar a una cantidad importante de millones de euros que le quedan por cobrar del contrato, pero le compensa porque los tiempos de su salida y las formas los marca él. Es su triunfo. Menos dinero, pero le permite irse con una descarada y fría venganza.

Hace una semana, sorprendió al club parisino con un video comunicado en el que anunciaba que se marcha, no citó al presidente Nasser Al-Khelaïfi en sus agradecimientos y compró la voluntad de los ultras para que le apoyaran en su último partido en el Parque de los Príncipes. Esta semana, se ha dado de baja en el partido contra el Niza alegando unos problemas musculares. Y el jueves, en un acto para mostrar su estatua de cera, se despachó con otro mensaje cruel para los dirigentes del PSG: "Lo que me espera va a ser mágico. Miro hacia delante y no lo que dejo".

Luis Enrique se ha quitado un gran peso de encima con el anuncio de Mbappé. Pero para Qatar es una humillación y un fracaso que su mejor futbolista se vaya libre, sin ganar la Champions y al Real Madrid. Lo esconden con el mensaje de que un jugador no puede estar por encima de la institución cuando hace dos años le bañaron en oro para retenerle. Era una cuestión de Estado, con la intervención y colaboración de Emmanuel Macron.

Luis Enrique le desea lo mejor a Mbappé, detalle de señorío y alivio porque el entrenador del Paris Saint-Germain siente una enorme liberación con el fin del culebrón del francés. Tiene un estallido de felicidad y desahogo cuando se le pregunta por el francés y responde que le encanta la lluvia de París y le recuerda a su Gijón. Puro Luis Enrique.

placeholder Kylian Mbappé posa con su estatua de cera. (AFP7)
Kylian Mbappé posa con su estatua de cera. (AFP7)

Se va Mbappé del PSG y muere el proyecto de los galácticos que quisieron copiar en Qatar con la obsesión de que era el mejor camino para ganar la Champions League. No ha sido posible en los siete años de Mbappé ni juntándolo con Neymar, Messi, Sergio Ramos y una colección de buenos cromos. No lo han logrado porque ninguno de los entrenadores que han pasado por el banquillo ha tenido el poder, la autoridad y la independencia de hacer un equipo.

Esto es lo que tiene claro Luis Enrique, que le desea, con cierta sorna, lo mejor a Mbappé en su nuevo equipo y se frota las manos con la tranquilidad de que podrá trabajar sin el incordio de tener una estrella mediática. Ni jaleos extradeportivos. Para el asturiano, el ruido de Mbappé, ha sido un castigo. Desde que el club le echó un pulso en verano y le amenazó con apartarle y no pagarle todo el contrato. La gestión de los minutos del futbolista en la Ligue 1 ha supuesto un quebradero de cabeza, harto de dar explicaciones y estar en la primera línea de fuego.

El revanchismo

Luis Enrique está más cómodo sin Mbappé y, a partir de la próxima temporada, se podrá comprobar de manera más fehaciente el proyecto de equipo del PSG. Su reto es hacer una plantilla competitiva que no dependa de un futbolista.

En lo personal, Luis Enrique ha reprochado a los medios de comunicación que le han querido enfrentar a Mbappé. El asturiano no dice toda la verdad. Nasser Al-Khelaïfi y Luis Campos, director deportivo, han puesto a Luis Enrique en su bando. Le privaron de Mbappé en la pretemporada y le malearon para que le diera un escarmiento.

Foto: Isco en el partido contra el Almería en el Benito Villamarín. (AFP7)

Luis Enrique, un recién llegado al banquillo, no tuvo ni voz ni voto. Con el paso de los meses, Mbappé ha sido un marrón para el asturiano. Con insinuaciones del club para dejarle en la grada y la filtración, a mediados de febrero, de que se iría en junio. Camufló los descansos en la Ligue 1, sus sustituciones, con el argumento de una gestión de esfuerzos. Las caras de Mbappé, de malestar e indignación, lo decían todo.

No había buen rollo con Luis Enrique. Lo veía como el brazo ejecutor del club. Tenía que cuidarse mucho de hablar, rajar, para no caer en provocaciones y evitar las hostilidades de la cúpula del PSG. El francés pasa a la acción con una premeditada estrategia de revanchismo. Hay rencor en sus palabras, con mensajes en los que dice que "se abre una etapa de mi vida que va a ser superemocionante. Seguro".

Foto: Toni Kroos mira a la grada en un partido del Bernabéu. (AFP7)

Luis Enrique se ha liberado, la próxima temporada será más llevadera y se verá su equipo de autor. Tiene el desafío de ser el primer entrenador del PSG que puede ganar sin Mbappé y el enorme aliciente de conquistar la Champions.

Mbappé, por el contrario, tiene el listón muy alto en el Real Madrid. El Real Madrid de Ancelotti es un equipo con dinámica ganadora. Se ha sobrepuesto a la baja de jugadores importantes por las lesiones, con el rendimiento inmediato de Bellingham y el mejor Vinícius. Con la excelente aportación de los suplentes (Joselu y Brahim Díaz). El Real Madrid es un equipo sólido y competitivo sin Mbappé y el francés está exigido a demostrar su categoría. Tiene que hacerle mejor, conseguir llevar títulos y Champions a la Cibeles.

Kylian Mbappé se está yendo del Paris Saint-Germain a gusto. Va a tener que renunciar a una cantidad importante de millones de euros que le quedan por cobrar del contrato, pero le compensa porque los tiempos de su salida y las formas los marca él. Es su triunfo. Menos dinero, pero le permite irse con una descarada y fría venganza.

Real Madrid
El redactor recomienda