La Empatía: una capacidad esencial en la vida

¿Qué es la empatía?

La empatía es la capacidad de entendimiento, tanto a un nivel emocional como cognitivo, de la manera de sentir de otra persona, es decir, tanto en compartir sus experiencias afectivas como en comprender el mundo desde su perspectiva.

La empatía es una de las competencias más importantes que están incluidas en la inteligencia emocional Salovey y Mayer, principales investigadores sobre ese tema, la definían como la“habilidad para manejar los sentimientos y emociones propios y de los demás, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y la acción de uno mismo y de los demás”  En sus planteamientos la inteligencia emocional tiene dos ámbitos, una intrapersonal y la otra interpersonal, lo que supone entender las emociones de los demás, así como  manejar las propias de forma que puede conectarse con los otros desde la emoción y utilizarla prosocialmente. 

Como puede observarse, la empatía estaría formada por dos componentes, que representarían las dos caras de una misma moneda: un componente emocional y otro cognitivo, y para considerar que una actitud es empática ambos elementos deben estar presentes.

La parte cognitiva tiene que ver con el comprender la emoción, con el entender la perspectiva de la otra persona, con “ver el mundo a través de sus ojos” se trata de una comprensión intelectual, y por tanto es un acto controlado, realizado a  voluntad, sin necesidad de experimentar las emociones acompañantes.

El sistema emocional de la empatía es una sistema más básico, se trata de un sistema de activación automática, por el que se conecta con la emoción de la otra persona, de manera que se puede experimentar dolor al ver a alguien que sufre o tristeza al ver la tristeza en el otro..

Cuando los dos sistemas trabajan conjuntamente  se alcanza en la respuesta lo que se denomina comprensión empática, porque además de experimentar la emoción se comprende la perspectiva desde la que la otra persona está viviendo la situación.

La neurociencia ha demostrado que estamos provistos biológicamente para ser empáticos, pues se trata de  una estrategia de supervivencia. A través de la empatía se facilita la aproximación a los demás, el comprender y sentir como ellos, y por tanto se facilita la pertenencia al grupo.

Giacomo Rizzolatti, neurobiólogo y descubridor de las conocidas como neuronas espejo , en una entrevista concedida al periódico “El País” el 8 de octubre de 2023, manifiestó que “la empatía no es algo que se entienda, es algo que se siente dentro”. Las neuronas espejo, son un sistema perceptivo interno cuyo objetivo es la identificación y la comprensión tanto de las acciones como de las las expresiones de los demás. Rizzolatti se dio cuenta de que las áreas cerebrales que se activaban cuando se ejecutaba una acción eran las mismas que cuando se observaba esa misma acción en ora persona, lo que hace que podamos entender a los otros.

Beneficios de la empatía

La empatía es necesaria para nuestra convivencia, ya que favorece la construcción y el mantenimiento de las relaciones interpersonales a todos los niveles (pareja, social, laboral…), alejando la sensación de soledad y aislamiento. Es un elemento fundamental en esa proximidad y conexión emocional con los demás, pues ayuda a generar confianza, comunicación a niveles más profundos y por tanto a relacionarse de una manera más eficiente.

Permite también desarrollar actitudes de escucha, de respeto, de compasión, así como la capacidad de colaboración y de negociación, lo que favorece una resolución de los conflictos sana y asertiva, sin recurrir a actitudes agresivas.  

Todo ello favorece el propio bienestar emocional así como el del entorno.

Dificultades a la empatía

Existen actitudes que perjudican el desarrollo de la comprensión empática:

- no tomar en cuenta la perspectiva de la otra persona y valorar las situaciones desde una posición propia

- no detenerse a observar ni escuchar la necesidad del otro, expresando comentarios críticos, de reproche. En relaciones de confianza donde hay un conocimiento amplio de la otra persona, puede caerse en la interpretación rápida de gestos y comentarios, presuponiendo de forma automática lo que la otra persona ha querido mostrar o decir, sin pararse a contrastar si es cierto o no dicha interpretación, generando discusiones y conflictos.

- el valorar y juzgar las circunstancias desde un punto de vista propio, expresando opiniones que quizás no atiendan a los deseos, necesidades o intenciones de la otra persona. Considerar que las cosas tienen una sola manera de mirarse, se olvidan los matices, y no se tiene en cuenta que existen diferentes sensibilidades y maneras de pensar.

- dificultades en el propio manejo emocional, en la detección, identificación o expresión emocionales, lo que obstaculiza la conexión y comprensión de ellas en los demás

Conclusiones

Destacar que nuestro cerebro viene preparado para desarrollar la capacidad para experimentar empatía, por lo que es desde la infancia cuando comienza a desarrollarse, y es en los primeros años de vida cómo esta capacidad va fortaleciéndose. Pero si por determinadas circunstancias la empatía no se ve impulsada en esos primeros años, hay posibilidad de entrenarla (trabajando la inteligencia emocional, la escucha activa, la escucha no verbal…) para mejorar los aspectos interpersonales en los que existe dificultad y lograr en definitiva un mayor bienestar emocional.

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