Nadie podría haber esperado de John Krasinski un producto marcadamente familiar y, en teoría, optimista que en realidad fuera seguramente la propuesta más anticlimática, depresiva y puede que traumática que ese público potencial, su público potencial (el que una campaña publicitaria y unos tráilers engañosos han buscado con fruición), que Hollywood, el Hollywood mainstream y políticamente correcto, puedan permitirse, al menos esta vez. O tal vez sí que resulta absolutamente coherente con quien convirtiera una invasión alienígena en la mayor epopeya dolorosa sobre qué une a una familia en las dos primeras entregas de ‘Un lugar tranquilo’. ‘Amigos imaginarios’ no deja lugar a dudas de lo que nos va a deparar desde su minuto uno: la pequeña protagonista ve morir a su madre y a su padre ser internado en un hospital por una enfermedad terminal, lo que se dice la primera constatación de que si hay algo imaginario es la felicidad de la infancia, el verdadero amigo imaginario condenado a fallecer, a ser un espectro que vaga extraño, triste y extrañado, o un simple cadáver en proceso de descomposición. Lo que se dice el caldo ideal para que el cine familiar te lleve directamente a un psicoanalista.

amigos imaginarios
Photo Credit: Jonny Cournoyer

Lo que sigue sube la apuesta, contracorriente y bizarra, de una película condenada a ser de culto, o a protagonizar nuestras pesadillas más íntimas desde que Jesucristo asesinara al huérfano de ‘Marcelino, pan y vino’. La entrada en esta depresiva y necrófila peripecia con excusa de comedia con criaturas carne de merchandising de parvulario del personaje de Ryan Reynolds no es que ayude a que familias con niños se lo pasen tan bien como un boxeador en una sesión de ‘Garfield’, sino que resulta la puntilla… y el aliciente para los alérgicos a la sensiblería.

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Photo Credit: Jonny Cournoyer

Ese personaje, un adulto trastornado que se cuela en los dormitorios de los niños para enrolarlos en una misión suicida en pro de la adopción de amigos imaginarios desterrados al limbo del olvido, está a la equívoca altura vampírica del Willy Wonka que Gene Wilder bordara en otro ejercicio de sadismo y biopsia de la infancia, la magistral ‘Un mundo de fantasía’, la adaptación que Mel Stuart dirigiera a partir del clásico literario escrito por Roald Dahl. Reynolds es un Willy Wonka forense de las infancias perdidas (cuanto más traumática haya sido la manera en que sucedió, mejor todavía), o más inquietante aún: tal vez sea aquel Charlie que heredó la fábrica de chocolate vendiendo su alma de niño al diablo. El Macauley Culkin o Corey Feldman adultos condenados a convivir con los espectros de Neverland, la mansión intemporal e infernal de Michael Jackson. Condenados a transmitir su maldición a nuevos niños.

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Courtesy of Paramount Pictures

Es verdad que John Krasinski procura no cargar nunca las tintas fúnebres y perturbadoras, potenciando una especie de comedia animada que, afortunadamente para los fans del mal rollo, y desafortunadamente para los fans del cine para todos los públicos, nunca acaba de cuajar, pasando del gag escatológico o de humor blanquísimo a una tristona reivindicación del drama (el de ‘Un monstruo viene a verme’, de J. A. Bayona, por ejemplo, con la cual guarda no pocas y claras similitudes) como puerta hacia la fantasía infantil cuya magia nos fue sustraída por el tránsito a la madurez.

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Courtesy of Paramount Pictures

Con mayores similitudes con un cómic de Daniel Clowes que con una teleserie de animación de Cartoon Network o de Nickleodeon (ya sabéis, el canal amigo de las niñas y los niños), ‘Amigos imaginarios’ acaba en un punto de insólita e inesperada incomodidad, el de propuestas tan radicales, tan naíf y sentimentales (familiares) como ‘A Ghost Story’, de David Loughery. O ‘El otro’, de Robert Mulligan, donde el amigo imaginario era otro muerto, como lo son todos aquí.

Quizás en unos años, esta rareza, voluntaria rareza concebida y ejecutada por John Krasinski, podrá entablar conversación, exorcismo y comunicación con aquellas propuestas de comedias dramáticas fantásticas y para toda la familia que protagonizara Eddie Murphy (‘Imagine’, ‘Mil palabras’...), los verdaderos amigos imaginarios, y no la Pixar o la Disney, de la película.

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Courtesy of Paramount Pictures
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Para psicoanalistas del cine infantil.

Lo mejor: que si la ves con los ojos adecuados, da mucho mal rollo.

Lo peor: su lucha interna por ser amable, bonita, divertida y guay.

Ficha técnica

Dirección: John Krasinski Reparto: Ryan Reynolds, Cailey Fleming, John Krasinski, Fiona Shaw, Michael Sarnoski, Alan S. Kim País: Estados Unidos Año: 2024 Fecha de estreno: 17-5-2024 Género: Fantástica Guion: John Krasinski Duración: 104 min.

Sinopsis: Una niña descubre que puede ver a los amigos imaginarios de todo el mundo, y decide emplear ese superpoder para restablecer los lazos entre esos olvidados amigos y los niños que los crearon.

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Courtesy Paramount Pictures
Headshot of Fausto Fernández
Fausto Fernández

Consumió cine, televisión, tebeos, bolsilibros y 8 pistas de música disco por encima de sus posibilidades. Rogad por su alma aunque comentan que la vendió tiempo ha por una cena con Eva Green. No le hagáis demasiado caso.