La familia de Diego Maradona intenta frenar la subasta del Balón de Oro que la FIFA le otorgó al jugador tras el Mundial de México de 1986, al afirmar que fue robado hace décadas y que el actual propietario no tiene derecho a venderlo.

La casa de subastas Aguttes reclama que el trofeo, desaparecido durante décadas, reapareció entre otros lotes adquiridos de una colección privada en una subasta en París en 2016. Con esa excusa, anunció su subasta para junio en la capital francesa. Los postores deberán realizar un depósito de 150.000 euros (161.000 dólares) para participar.

Sin embargo, según informó el abogado Gilles Moreu a la agencia Associated Press (AP), los herederos del ex campeón del mundo presentarán una demanda urgente al presidente del tribunal judicial de Nanterr para intentar detener el negocio. Además, solicitarán el secuestro judicial del trofeo y presentarán una denuncia por hurto y hurto encubierto.

Maradona, quien murió en 2020 a los 60 años, capitaneó a la selección argentina en su victoria por 3-2 sobre Alemania Occidental en la final de 1986 en Ciudad de México. El gol de la “Mano de Dios” y el “Gol del Siglo” llegaron en la victoria por 2-1 sobre Inglaterra en los cuartos de final.

Ese año, tras la victoria con la Albiceleste, fue elegido como el mejor jugador de la Copa del Mundo, y se le entregó el Balón de Oro de Adidas, en una ceremonia realizada por France Football en noviembre del 86 en el Lido de París. Posteriormente el trofeo desapareció, dando lugar a rumores.

Algunos dicen que se perdió durante una partida de póquer, o que se vendió para pagar deudas, según la casa de subastas Aguttes.

La familia de Maradona, no obstante, afirma que el premio le fue robado a Diego de una caja fuerte en el Banco della Provincia de Nápoles junto a una colección de relojes, que eran su debilidad, y otras joyas personales.

Salvatore Lo Russo, capo de la mafia de Nápoles, contó en un juicio por tráfico de drogas que el Balón de Oro no podría ser devuelto porque se había fundido para venderlo luego como lingotes de oro.

El argumento de la casa de subastas es que la persona que compró el trofeo hace años no sabía que había sido robado.

"Si el propietario de un objeto puede reclamar la propiedad según la ley francesa, es con la condición obvia de que su buena fe no puede ser cuestionada", indicó la firma Paradox Lawyers en un comunicado a AP. 

"Este no puede ser el caso del propietario de un trofeo que le fue robado a Diego Maradona, y cuyos herederos pueden reclamar legalmente la propiedad", indicaron. Al respecto, Moreu sostuvo: "No parece que el vendedor se haya puesto en contacto con Diego, lo cual no fue tan complicado”.

El titular de la casa de subastas, Maximilien Aguttes, quien espera que el trofeo se venda por "millones debido a su singularidad", afirmó a AP que llevó a cabo "todas las investigaciones necesarias y verificó las bases de datos, así como con las autoridades francesas e italianas".

"El resultado es que, hasta la fecha, no hay pruebas que cuestionen la buena fe y la propiedad de nuestro vendedor", concluyó.

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