El faro: Willem Dafoe revela el secreto de una película a dos bandas

Charlamos con Willem Dafoe sobre su nueva película de terror, The Lighthouse, y por qué el lenguaje y el reparto son tan cruciales en una película de dos partes.

Willem Dafoe se siente cómodo en una película tan contenida y aislada como El faro. Si bien es raro protagonizar una película en la que sólo hay dos personajes, esas ollas a presión son parte integrante del escenario, que es donde Dafoe comenzó participando en grupos de teatro experimental durante 30 años. En su opinión, unirse a un equipo de dos jugadores en el que solo él y Robert Pattinson esquivan durante dos horas se reduce a un buen reparto y una cooperación abierta y no competitiva.

“¿Y sabes qué?” Dafoe dice con una amplia sonrisa. “He tenido mucha suerte porque he conocido a muy pocos imbéciles en los 40 años que llevo trabajando”.

Quizás por eso ahora todo el mundo quiere trabajar con él. A sus 64 años, Dafoe ha aparecido en casi todos los géneros, desde comedia hasta terror, desde drama hasta una o dos películas de superhéroes. Y después de obtener cuatro nominaciones al Premio de la Academia, su reputación le precede. Como Robert Eggers, director y coguionista de El faro, dice: “Es un maestro. El fin.” También es un maestro con el que Eggers ha estado tratando de trabajar desde su exitosa película debut. La bruja.

“Fue muy directo”, dice Dafoe sobre cómo se le acercó para El faro. “Hablamos de trabajar juntos después de que vi La bruja, y hablamos de otras cosas, y es curioso que Rob Pattinson hiciera lo mismo. Pero un día Rob Eggers me llamó y me dijo: ‘Escucha, creo que tengo algo que vamos a hacer juntos’. Y me presentó el guión y me dijo: ‘Sois tú y Rob Pattinson, y esto es todo, sí o no’”. Después de leer el guión, fue un sí absoluto.

En El faro, Dafoe interpreta a Thomas Wake, un ex marinero que después de “doce Navidades en el mar” se estableció para convertirse en el eterno guardián de un faro remoto. Es la vieja guardia que se enfrenta a un contrapunto juvenil indisciplinado cuando Ephraim Winslow (Pattinson) se convierte en su “segundo”, un asistente al que no le agrada la naturaleza reprensiva de Wake, su borrachera nocturna o sus constantes flatulencias. Protagonizada por un par de personajes que tienen un toma y daca verbal agresivo que estaría maduro para el teatro, El faro Requirió un ensayo meticuloso para ambos hombres, así como para Eggers, quien ya había trazado los intrincados movimientos de cámara de la película para este infierno árido y empapado de mar.

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“Las acciones se hicieron en gran medida para el encuadre de la cámara”, explica Dafoe, “lo cual es un poco al revés en la forma en que la gente suele trabajar, de manera convencional, pero para mí era la única manera de hacerlo en un clima duro, con condiciones duras”. clima, y ​​con lo difíciles que eran algunas de las cosas cinematográficas, parte del lenguaje cinematográfico que estaban haciendo. Era necesario que lo planeáramos”. Por supuesto, el desafío es cuando, como actor, te “sometes” tan meticulosamente al lenguaje cinematográfico que luego debes recuperar la espontaneidad del espacio mental de un personaje durante el rodaje. Recuperar la “imprudencia”, como dice Dafoe.

El actor dice: “Cuando ensayamos, lo hacemos en una sala de reuniones de un hotel barato con cinta adhesiva en el suelo. Estamos guardando algunos trucos bajo la manga para que cuando salgamos y estemos caminando y tengamos que trabajar rápido, podamos concentrarnos en habitar la escena… Rob no quería ensayar. Siempre sintió que si ponía demasiado en el ensayo, le restaría importancia al rodar. Y eso está bien, pero para mí, estoy feliz de ensayar y luego olvidarme del ensayo si es necesario”.

Las diferentes sensibilidades también podrían haber sido apropiadas para sus personajes. Mientras que Winslow de Pattinson es exaltado y abatido porque la vida lo lleva a esta roca en el océano, Dafoe’s Wake se refiere a la misma estructura como “mi belleza”. Wake, creyendo que tiene una cualidad sobrenatural, casi adora el poder de la luz y menosprecia a Winslow por su falta del tipo de fe necesaria para el estilo de vida de un wickie. Y la forma en que Dafoe lo ve haría que Wake se sintiera orgulloso: él es sólo un tipo que intenta darle una sensación de asombro al deber del joven, y si eso significa emborracharse hasta perder el conocimiento o tener un hacha blandida en tu dirección, entonces toma tus bultos y construye tu personaje.

“Él lo está iniciando”, insiste Dafoe. “un novato, e inmediatamente ya no encaja. No acepta el programa, por lo que eso se convierte en una amenaza. Es como tantas cosas; la iniciación no va tan bien, lo frustra y él intenta todo tipo de estrategias para involucrarlo. Luego, cuando no se sienten aliviados y él tiene que lidiar con este tipo, intenta ser positivo. Pero se le resiste. No se dejará derribar por la bebida; no le gusta mantener limpio el faro; eso es una lucha”. Se podría llamar fanática a esa devoción, pero Dafoe simplemente dice que el faro es un “símbolo de algún tipo de fe”. Winslow simplemente necesita encontrar el suyo, aunque eso podría ser una amenaza en sí mismo.

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Estos elementos están impregnados de un amor shakesperiano por el monólogo y el soliloquio, y Wake expresa la grandeza de Enrique V en torno a su faro.

“Es bueno tener un lenguaje elevado en una película”, dice Dafoe, “y creo que su hermano Max lo hizo muy bien con estos discursos. Es divertido jugar con música y ritmos y, a veces, las frases incluso revelan un ritmo. Lo eleva todo”. Incluso llega a comparar las palabras con pinturas, que se utilizan en florituras poéticas para “colorear” la película en blanco y negro.

“Solo se puede llegar hasta cierto punto si dos tipos se critican o se enfrentan. Bueno, esto lo lleva a otro nivel, porque invita a todo un mundo y a toda una mitología a esa discusión, a ese juicio mutuo, a ser competitivos unos con otros, a la lucha por el poder”. Sin la arcana jerga náutica que Dafoe y Pattinson empuñan como sables, El faro podría ser una “película más plana y prosaica”.

Será todo menos eso para cualquiera que se atreva a entrar a la iglesia de Thomas Wake este fin de semana.

El faro abre el viernes 18 de octubre.

David Crow es el editor de la sección de películas de BestyGame. También es miembro de la Sociedad de Críticos de Cine Online. Lea más de su trabajo aquí. Puedes seguirlo en Twitter @DCrowsNest.