Cannes 2024: crítica de «La prisonnière de Bordeaux», de Patricia Mazuy (Quincena de Cineastas)

Cannes 2024: crítica de «La prisonnière de Bordeaux», de Patricia Mazuy (Quincena de Cineastas)

por - cine, Críticas, Festivales
19 May, 2024 07:58 | Sin comentarios

Dos mujeres se conocen visitando a sus respectivos maridos en la cárcel y se hacen amigas, pese a sus claras diferencias sociales y económicas. Con Isabelle Huppert y Hafsia Herzi.

Una película relativamente ligera dentro de la carrera de la realizadora francesa, LA PRISIONERA DE BORDEAUX se centra en la relación entre dos mujeres que se cruzan visitando a sus respectivos maridos que están detenidos en una misma prisión. Pero se trata de mujeres muy distintas. Alma (Isabelle Huppert en ese tono light y medio risueño que usó en la última película de Hong Sangsoo) está allí visitando a su esposo, un neurólogo encarcelado por golpear a dos mujeres con su coche y matar a una de ellas en un accidente de tránsito. Mina (la también realizadora Hafsia Herzi) va a ver a su marido, conocido como ladrón de joyas. Una confusión en la entrada las conecta y allí se hacen algo así como amigas.

Como Mina tiene que viajar mucho a ver a su marido, la burguesa y supuestamente «bienpensante» Alma le ofrece quedarse en su bella casa parisina. Y pronto la relación crece de tal manera que Mina, que es una inmigrante árabe, se muda allí con sus hijos y consigue trabajo. Todo parece ir bien encaminado y en cierto sentido forman una curiosa familia ensamblada, pero las cosas se complicarán –hasta cierto punto, ya que esto funciona más que nada en tono ligero– cuando el pasado delictivo del marido de Mina reaparezca en su vida. ¿Cuál es su objetivo? Bueno, Alma tiene una enorme cantidad de cuadros caros en su casa que podrían sacarlos de su mala situación económica.

Más allá de los detalles de la trama, la película se va convirtiendo en un muestrario de las diferencias de clase y de cómo son difíciles de cruzar, por más buenas intenciones que unas y otras pongan. Estarán las amigas de Alma que creen que Mina trabaja como empleada en la casa y, por su parte, gente que rodea a Mina no logra entender del todo bien porque ella la defiende y no está del todo de acuerdo con que le roben cosas en su casa. Si bien la película toca tomas actuales y densos, la realizadora de SAINT-CYR y BOWLING SATURNE prefiere mantener todo en un tono amable, de manera que las ideas cuajen si necesidad de sobrecargarlas de previsible densidad dramática.

En algún punto la película me hizo acordar a LET THE SUNSHINE IN, film de Claire Denis que estuvo años atrás en la Quincena también y que se manejaba en una clave mucho más ligera que sus usuales películas. Se trata de una propuesta muy diferente –esta una comedia de enredos relativamente feminista y centrada en las irreconciliables diferencias de clases sociales–, pero el giro es relativamente similar: presentar una versión accesible de sí mismas y de su cine.