Remesquide y A Carixa precisan chapa y pintura

El 1 de junio, en poco más de dos semanas, arranca la temporada de baño en zonas costeras y en playas continentales. Así que en este tiempo que resta los concellos, responsables de las áreas recreativas fluviales, tendrán que afanarse para que las zonas de ocio y de baño estén impecables. Vila de Cruces es, quizá, uno de los municipios dezanos con más playas fluviales, puesto que aunque solo se analice la calidad del agua de A Carixa, en Merza, cuenta también con las Insuas de Remesquide, en Obra, y las de Gres, en la parroquia del mismo nombre.

Un paseo por Remesquide y A Carixa nos permite comprobar que quedan por acometer pequeñas puestas a punto para el disfrute de estos dos enclaves. En Merza, alguno de los elementos del parque biosaludable tiene algunas partes rotas, igual que ocurre con algún banco y cierres de madera, que no han podido soportar las intensas lluvias de estos meses de invierno.

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Ocurre lo mismo en Remesquide, donde además es frecuente ver a varios pescadores en el Ulla, cuyo cauce, por cierto, presenta algún que otro árbol caído. También la pasarela peatonal que permite pasar de Obra a Touro muestra el avance de la maleza, igual que el panel explicativo de las especies arbóreas que podemos encontrarnos en este enclave. Eso sí, el par de bancos colocados a mitad de la pasarela son una parada obligada para disfrutar, en silencio, de la belleza de este río en su camino hacia Gres.

Tanto Remesquide como A Carixa también precisan reposiciones de papeleras, y en el primer caso es necesario volver a dotar de agua corriente el grifo que, en medio del área recreativa, permite abastecernos de agua. El suelo, en ambos casos, está perfectamente cuidado y libre de maleza, gracias sobre todo a la labor de sombra que ejercen los árboles.

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