Para el biógrafo autorizado de Javier Milei, los desaparecidos no eran personas

Para el biógrafo autorizado de Javier Milei, "los desaparecidos no eran personas"

Sociedad

Nicolás Márquez presentó su oda a Milei en una sala vacía en la Feria del Libro y aprovechó para reivindicar la agenda del Gobierno y su propia ideología.

"¿Sabés que es el Proceso? Militares que no pueden pagar ni el abogado", sentenció en una mesa de café Nicolás Márquez al dar una entrevista sobre su libro más reciente, una biografía autorizada del presidente Javier Milei, que le sirvió de excusa para volver a hacer una defensa de sus ideales de derecha, de los militares y de la última dictadura en Argentina.

En la entrevista, que fue publicada el domingo pasado en el diario El País de España, Márquez sostuvo que "no existió plan sistemático" de robo de bebés durante la dictadura cívico militar que se extendió entre 1976 y 1983, y aseguró que los números que sostienen organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo no son reales, que no hay alrededor de 500 personas cuya verdadera identidad fue alterada.

"Eso dice [Hebe de] Bonafini, [Estela de] Carlotto [presidentas de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo]. O sea, como los 30.000 desaparecidos. Yo también te puedo quintuplicar cifras, triplicarla. Los militares entregaron 227 bebés, o sea, el plan sistemático fue la entrega", quiso enmendar el autor antes de entrar de lleno a la cuestión de los desaparecidos.

"Vamos por partes. Eso fue un plan sistemático, pero no de personas. Fue la desaparición de guerrilleros", aseguró el biógrafo autorizado de Milei, quien en su militancia de la derecha se distanció de la vicepresidenta Victoria Villarruel, con quien comparten la defensa de las Fuerzas Armadas.

"Tuve mucha relación de 2004 a 2008. Ella armó su ONG y se generó un divorcio, un distanciamiento. Hace muchos años que no tomo un café con ella. Las diferencias se producen porque Villarruel pone el foco en la víctimas de las guerrillas y otras organizaciones en la libertad de los militares presos y a mí, eso último, me parecía algo urgente", explicó el autor.

En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno actual impulse indultos para los militares aún presos por delitos de lesa humanidad, Márquez evitó "comprometer al Gobierno a algo que no prometió" pero afirmó que sigue "sigo estando a favor de la libertad", aunque reconoció que es "políticamente es inviable".

De hecho, una de sus pocas diferencias de pensamiento con Javier Milei tiene que ver con el destino de los militares, de las cabezas de lo que él llama la "familia procesista".

Milei piensa "que los militares están legítimamente presos", señaló Márquez, antes de aclarar: "Yo creo que están injustamente detenidos".

Márquez incluso le dedicó un párrafo aparte a la cuestión del matrimonio igualitario y dejó entrever su formación en el Opus Dei y sus convicciones más alineadas con la idea religiosa de familia.

"Discrepo en su visión en el matrimonio igualitario. No son temas que tienen que ver con la prosperidad del país, pero son temas que me inquietan", convino el autor, para quien el matrimonio entre personas de un mismo sexo "no es un matrimonio".

"El matrimonio es la unión en la que existe la posibilidad o potencial de la maternidad. Si dos personas del mismo sexo quieren vivir juntos o irse de vacciones, pueden hacerlo. Lo que me jode es que se institucionalice. Lo pueden hacer de facto", expresó, una vez más alineado con las cuestiones "de facto".

Lo que es más, aunque Márquez, de 49 años, no mantiene una relación con su hija -por los motivos que sean- subrayó que las parejas homosexuales que crían hijos lo hacen con resultados adversos.

"Según los informes que yo tengo, las secuelas psicológicas son intentos de suicidio, tendencia a la homosexualidad en un porcentaje más alto y a la drogadicción. Por los caminos de la vida a mí me quitaron algo [en referencia a la relación con su hija, a la que no ve desde hace años], me generaron una tristeza personal y no le pido al Estado que me restituya nada", aseguró sin citar fuentes.

"Yo lo que digo es que en la vida podes hacer lo que quieras, tenés que hacerte cargo. Si sos sacerdote, no vas a tener hijos. Si sos homosexual, y no tuviste hijos, es porque priorizaste otras cosas", calculó Márquez, quien asegura no tener un problema con las personas homosexuales sino que "todos los ataques van dirigidos al lobby, no al individuo homosexual que vive su vida, que no molesta a nadie".

Sin aclarar qué sería "una molestia" ni quién aplicaría el criterio para determinar la "molestia", Márquez insistió en que está en contra "de los que quieren qué se enseñe ideología de género en el colegio", probablemente en alusión a la educación sexual integral.

"Yo no quiero que esos asuntos de valores que corresponden a la vida familiar los maneje el Estado. Cuando el Estado te ideologiza no es bueno, no es liberal", afirmó antes de asegurar que había invitado a periodistas a la presentación de su biografía de Milei, que se hizo en una sala cuasi vacía en la Feria del Libro, para "dar la batalla cultural".

"En el 2025 el tema del aborto puede salir porque va haber una oportunidad por la nueva composición del Congreso. Y de acá al 2025 es muy importante pensar en eso. Los que mejor defienden al Gobierno no son los diputados. Suelen ser los periodistas, los economistas o los analistas que defienden el Proceso. Tenemos que dar la batalla cultural y orientar a los diputados para que tengan mejores argumentos cuando van a la televisión a defender determinadas cosas. Por eso invité a varios a la presentación del libro", comentó un día antes del acto.

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