Tamara Falcó e Íñigo Onieva: el secreto que estuvo a punto de costarles parte de su boda

Sale a la luz el último secreto de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Una de las organizadoras de una parte esencial de la celebración reconoce los problemas a los que se enfrentó aunque asegura estar muy feliz cuando finalmente todo salió como se esperaba

Tamara Falcó e Íñigo Onieva se dan el 'Sí, quiero'

EP

Han pasado casi ocho meses de la boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva y todavía siguen sin desvelarse todos los detalles. La boda de los marqueses de Griñón ha dado para escribir decenas de crónicas rosa pero todavía quedaban algunos secretos que, ahora, se dan a conocer.

Poco queda por contar sobre la vida de Tamara Falcó y su esposo. Infidelidades, segundas oportunidades, excentricidades, supuestos problemas con los vecinos de su nueva y lujosa casa y ahora... problemas que estuvieron a punto de tener graves consecuencias para la boda.

Pocos podrían imaginarse que la celebración que acabó con el 'sí quiero' en Aldea del Fresno guardaba un momento que a punto estuvo de irse al traste por uno de los defectos quizá más conocidos de la pareja, su impuntualidad. Así lo ha explico ahora, ocho meses después, la coreógrafa que ayudó a la pareja con los pasos de baile para el banquete.

Tamara Falcó visita a su hermana Ana en el hospital.

Una de las últimas imágenes publicadas de Tamara Falcó / Agencias

El interés mediático sobrepasó a la coreógrafa

Aunque guarda un bonito recuerdo de todo, la experta reconoce que la presión llegó a sobrepasarla por el interés mediático de la pareja. Con cariño, recordaba cómo el humor estuvo presente en cada ensayo y cada prueba: "El humor que tienen, tienen mucho humor trabajando y bueno, ahí estábamos ensayando y tenían mucho humor los dos".

Aunque no faltaron las risas, Lola González destapaba un aspecto de la pareja que dificultó el aprendizaje. Resulta que Tamara e Íñigo no eran puntuales con las horas de los ensayos e, incluso, tuvo que darles un tirón de orejas con el que consiguió que se tomaran más en serio los ensayos: "Yo ya cuando les dije que en el mundo del baile hay que ser puntuales, ya a partir de ahí ya vinieron todos puntuales".

"Yo ya cuando les dije que en el mundo del baile hay que ser puntuales, ya a partir de ahí ya vinieron todos puntuales".

También confesaba que llegó a sobrepasarle la presión mediática y el interés que levantaba la boda de la marquesa de Griñón. Cuando se casaron, pudo sentir, al fin, el alivio después de tantas semanas de preparativos: "Yo me quedé muy tranquila ya cuando se acabó aquella locura, pero es que no me esperaba esa avalancha de gente y ese interés por una coreografía de boda, pero bueno, la verdad que muy bien".