- Los fans de Bluey estaban preocupados de que la serie terminara con el final de la tercera temporada.
- La marca Bluey tiene un valor estimado de 2,000 mdd, pero enfrenta algunos desafíos en el futuro.
- La serie de televisión infantil debe aprender a mantenerse atractiva para su audiencia, que está en constante crecimiento.
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Los fans del show infantil de televisión Bluey temían que el cierre de la tercera temporada, que se transmitió en abril, marcaría su final.
Esos temores resultaron no tener fundamentos, aunque la serie animada enfrenta algunos desafíos en el futuro.
Bluey es un programa preescolar de Australia que presenta a una familia de perros boyeros australianos (o Blue Heelers). Los protagonistas son Bluey, su hermana menor Bingo y sus padres, Bandit y Chilli.
El show se ha vuelto popular en diferentes partes del mundo, incluyendo Estados Unidos, donde fue el programa infantil más popular durante 2023, al igual que la serie más reproducida después de Suits, de acuerdo con datos de Nielsen .
Esa popularidad fue subrayada por un evento reciente celebrado en un restaurante de Las Vegas. Este ofreció a los fans la oportunidad de conocer a Bluey.
El único problema fue que el personaje fue interpretado por un hombre con una botarga, lo que generó descontento en los visitantes.
Niños y adultos se pueden identificar con Bluey
La serie animada se ha vuelto popular porque es divertida, atractiva y aborda problemas reales que enfrentan muchas familias.
Los episodios se centran en cómo los niños aprenden sobre el mundo a través del juego. También en cómo los padres pueden unirse a la diversión y ayudar a sus hijos a superar los desafíos mientras enfrentan sus propios problemas.
“Bluey es identificable tanto para padres como para niños. Utiliza el humor y situaciones realistas en su narración”, dijo a Yalda Uhls, fundadora y CEO del Center for Scholars & Storytellers de UCLA, a Business Insider.
“Plaza Sésamo es similar en el sentido de que a los padres no les importa verla con niños pequeños”, agregó.
El creador y escritor del show es Joe Brumm, padre de dos niñas. Además, está producido por Ludo Studio, mientras que sus distribuidores incluyen el brazo comercial de la BBC británica y está disponible en Disney Plus.
El último episodio de la serie mostró cómo Bandit preparaba a Bluey y Bingo para mudarse de casa. De hecho, concluyó con la aparición de un cartel de “Se vende” en el jardín de la casa familiar.
El final de temporada, llamado The Sign, dura 28 minutos en comparación con los siete minutos habituales. La duración de los episodios y el tema innovador alimentaron la especulación de que Bluey estaría llegando a su fin.
Sin embargo, la productora, Sam Moor, dijo a BBC Radio 4 que “no era el final de Bluey” y que había “muchas más sorpresas guardadas”.
20 nuevos mini episodios de Bluey están en camino, de acuerdo con el blog del programa. Estos se presentan como una colección de momentos divertidos y dulces con la familia Heeler, y muestran algunos personajes nuevos junto con los favoritos de los fans, como Unicorse, Nana y Bob Heeler.
El primer lote de mini episodios se transmitirá por ABC Australia en junio, seguido por Disney Plus, el sitio web Bluey y su canal de YouTube a finales de este año.
Ganar dinero y crecer
Bluey se ha convertido en un gran negocio. Un experto en valoración dijo a Bloomberg que la marca vale aproximadamente 2,000 millones de dólares (mdd). Otra fuente afirmó que Disney incluso ha explorado la posibilidad de adquirir la propiedad.
Quienes están detrás de Bluey han aprovechado su inmensa popularidad al otorgar licencias para sus personajes. Ahora hay cantidades infinitas de productos.
Disney monetiza grandes éxitos como Frozen, lanzando secuelas y series de televisión derivadas; y presentando personajes como Elsa y Olaf en juguetes, libros, ropa, videojuegos, parques temáticos, cruceros y complejos turísticos.
A pesar de que Bluey sigue vivo, enfrenta el desafío de captar nuevos espectadores a medida que los existentes crecen.
“Como ocurre con cualquier show relacionado con niños, la audiencia crecerá y si no crea historias que atraigan la atención de una nueva audiencia, puede perderla”, dijo Uhls.
La dependencia del programa de Brumm también podría dificultar su crecimiento y limitar cuánto pagará un comprador por él. Demasiado éxito y demasiado rápido podría hacer que el programa pierda su rumbo.
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