Sucesos

La Viuda Negra tica tejió una red de mentiras para asesinar a su esposo, pero se enredó en su telaraña

En tan solo dos meses mujer logró conquistar a la víctima con base en engaños

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La red de mentiras que tejió una esposa que planeó todo para que su pareja fuera asesinada y quedarse con sus bienes se vino abajo y la mandó a prisión con una pena de 25 años.

Este caso, como sacado de una película, fue bautizado como la Viuda Negra y recientemente fue revivido por el relato de los investigadores judiciales que le dieron seguimiento.

La víctima mortal fue Juan Carlos Monge Aguilar, de 40 años, un contador del BAC.

Uno de sus excompañeros, quien es de apellido Rodríguez, nos contó que revivió esa dura historia por medio del pódcast “Expediente Cero 43″ del OIJ, que está en Spotify y que revela detalles nunca antes contados sobre distintos hechos violentos que consternaron el país.

“Primero no lo quería escuchar, porque me dio tristeza, es que han pasado varios años, pero ese recuerdo tan triste sigue acompañando a los que le teníamos aprecio a Juan Carlos. Él era una persona centrada, trabajadora, que solo quería vivir una vida tranquila y plena. Ella no era una persona con la que sus allegados tuviéramos mucha empatía, incluso él quería dejarla, pero no dio tiempo, le ganó la bondad”, dijo.

Los exagentes de homicidios, Roy Ruiz y Anthony León, estuvieron a cargo de esa investigación, pero fue León quien revivió la tragedia en el pódcast.

Juan Carlos viajaba en su Audi a la medianoche del sábado 18 de julio del 2015 con su esposa, una mujer de apellido Chinchilla y una empleada que ella tenía en un spa, a la que iban a ir a dejar, ellos viajaban por la Ruta 32 (carretera San José - Limón), cerca del cruce de Doña Lela, cuando Chinchilla le pidió a su esposo que se detuviera porque tenía ganas de vomitar.

Chinchilla se había sentado en los asientos de atrás con la empleada, situación extraña porque nunca lo hacía. Su esposo se detuvo, ambas mujeres se bajaron y dejaron las puertas abiertas, momento en el que dos hombres se subieron al carro y uno de ellos le propinó 25 puñaladas a Juan Carlos, mientras otro lo sujetaba.

Luego, Chinchilla llamó al 911, y aunque se presume que es un asalto, no se robaron nada.

A los investigadores les llamó la atención que los sicarios usaron un cuchillo y no pistolas.

“Se buscaron cámaras, pero no se lograron ubicar videos, era una zona solitaria y solo sabíamos que salieron de un centro comercial en Los Colegios en Moravia”, recordó León.

A los agentes el asunto les empezó a oler mal cuando Chinchilla llegó tres días después para preguntarles cuándo le devolvían las cosas de su esposo.

“Lo común es que lleguen a preguntar cómo va el caso o si pueden aportar un dato más”.

A partir de ahí, la investigación se centró en ella.

“Ella conoció a Juan Carlos el 14 de marzo (2014) en un bar y ella le contó que era madre de dos hijos, pero que el papá de estos era muy adinerado y se los quitó con el PANI. A los dos meses ya vivían juntos, porque él la vio como alguien vulnerable”, recordó León.

El fallecido era profesional, tenía dos carros, una casa, un lote y un condominio y también tenía sus buenos ahorros porque era muy ordenado y estable.

“Ella, hasta el final se hizo la víctima, pensó que había ganado la lotería con Juan Carlos”.

También le dijo que estaba embarazada de gemelos y él se emocionó. Ella le sugirió que se casaran, pero el divorcio de Chinchilla no había salido, así que postergaron la boda que habían fijado en junio.

Luego la mujer le dijo que perdió a los bebés y se casaron en noviembre

Llamada delatora

Una llamada al OIJ alertó a los agentes y definieron como sospechosos a un hombre llamado Óscar y a Chinchilla. Los agentes interrogan a la empleada, quien les cuenta que Chinchilla llegaba con moretes y quemaduras de cigarro causadas, según ella, por Juan Carlos, por lo que decidió tomar clases de defensa personal.

Debido a eso, la empleada le recomendó a Óscar, un guarda de Guadalupe que daba clases de este tipo, quien también se enamoró de la mujer.

“Óscar se enamoró, lo hizo caer en su telaraña, en su red de mentiras, por lo que Óscar lo mataría (al esposo)”, dijo el agente.

En ese momento, el contador ya quería divorciarse de Chinchilla, mientras que Óscar y ella intensificaron sus llamadas.

“Ella sabía que iba a perder todo, hasta el spa de 20 millones que su marido le puso, por lo que ideó un plan y por eso le pusimos Viuda Negra, una araña que luego de procrear mata a su pareja”, dijo León.

Los sospechosos compraron una pistola con dinero de la víctima, pero Óscar le dijo a Chinchilla que la perdió y que por eso usó un cuchillo.

El agente recordó que cuando Chinchilla llamó al 911 estaba tranquila, no lloró ni se le quebró la voz. También que Óscar estaba con ella en el lugar del crimen y que se siguieron comunicando después del crimen.

Gracias a todas las evidencias recolectadas por los agentes, detuvieron al sujeto en la graduación de su hija, mientras que a la mujer no la encontraron. Ella vendió el spa y se fue de la casa, cuando la detuvieron, casi un año después, vivía en Grecia y tenía una nueva pareja.

Sobre el hombre que ayudó a Óscar a cometer el crimen se presume que fue el hermano de este, pero no tuvieron pruebas para condenarlo.

A Chinchilla le recetaron 25 años por el crimen y a Óscar 20.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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