El cantante cuenta que va a cumplir 40 años en la música, que su primer grupo lo formó en el colegio con JB, que a los 14 años se convirtió en ronco, que ha tocado para narcos sin saberlo, y reconoce que ha sido una ‘joyita’ pero que su esposa Pilar, con quien lleva 36 años de matrimonio, lo ha domado.

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¿Cuántos años en la música?

Si contabilizo mis años de carrera desde el año 90 cuando empiezo como solista, o sea, serían 34 años; pero yo empiezo en el 86 con un pequeño grupo que se llamaba Androide y después pasé al grupo Paradero con el que grabo mi primer disco. O sea, ya llevo unos 38 años, casi 40 años.

TROME | Julio Andrade y su historia (Video: Eric Castillo)
TROME | Julio Andrade y su historia (Video: Eric Castillo)

40 años pesan...

Sí, pero son 40 años saludables y motivadores para continuar porque en una carrera artística la resistencia es un aspecto muy importante. Uno tiene que aprender a adaptarse, sobre todo a los malos tiempos y superarlos. Hay mucha gente que empezó conmigo pero en algún momento dijeron hasta aquí no más, porque es muy duro, no les funcionó un disco y deciden dedicarse a otra cosa.

Cantante nacional rumbo a cumplir las cuatro décadas dedicadas a la música.
Cantante nacional rumbo a cumplir las cuatro décadas dedicadas a la música.

En el colegio eras de los chicos que siempre participaba en las actuaciones...

Yo estaba siempre, no me lo tenían que pedir. Desde los 8 años tocaba la guitarra en el colegio Claretiano y yo tenía claro que lo mío era la música o el fútbol.

¿Cantabas solo o con un grupo?

Cuando entré a 4to de primaria llegó un chiquillo chato y cabezón con una voz maravillosa, era Jorge Benavides. De ser el cantante y alma de la fiesta pasé a ser su acompañante. Y con otro compañero, el gordo Acasuzo armamos un trío y ganamos un concurso con la canción ‘Osito de felpa’ y ese año en todas las actuaciones la cantábamos. Luego también algunos valses criollos.

En ese tiempo, JB aún no imitaba...

Lo quiero mucho a Jorge, es mi hermano de toda la vida. Ahí Jorge empezó a imitar, recuerdo que un día escuchó la voz del regente Vargas que me llamaba y era Jorge, todo un pendejo. También imitaba a los curas.

Julio Andrade junto a su amigo de la infancia, el imitador JB.
Julio Andrade junto a su amigo de la infancia, el imitador JB.

¿En tu infancia había mucha música en tu casa?

Mi padre era muy aficionado a la música, tocaba su guitarra muy limitadamente, creo que sabía solo 6 acordes pero se conocía 500 canciones; entonces siempre lo escuchaba cantar. Aparte, mi abuela materna siempre ponía la radio y escuchaba a Los Iracundos, Leo Dan, los valses, la Sonora Matancera, los boleros y desde los doce años descubrí el rock. Y cuando fui creciendo conocí a la Fania, la salsa dura, Rubén Blades, de todo he aprendido.

Por eso tu música tiene mucha fusión...

Siempre hay pincelazos de todos esos géneros, por eso Agustín Pérez Aldave me bautizó como el músico ‘desgenerado’, ja, ja. He hecho un disco de salsa, me encanta el rock y ahora lo estoy haciendo mucho más.

También tuviste un paso por Frágil, ¿cómo fue eso?

Sucede que había grabado un demo y fui a radio Miraflores, ahí estaba Samy Sadovnick con Javier Lishner que tenían un programa, dijeron que la canción estaba buena, la pusieron al aire y la escuchó César Bustamante, el bajista de Frágil. En ese momento no tenían cantante porque Dulude estaba en México. Me llamaron a mi casa y tomé mi Chama para ir al ensayo hasta Breña, estuve ensayando con ellos como un mes; pero yo era parte del grupo Paradero. Al poco tiempo volvió Andrés Dulude, quien era la voz y esencia de Frágil, pero para mí fue una escuela tremenda.

¿Siempre fuiste ronco?

Hasta los 14 años tenía la voz delgadita, cantaba todas las canciones de los Bee Gees, los falsetes más altos, y un día me enfermé, me dio hepatitis y se complicó con una neumonía, estuve un mes en cama. Al levantarme crecí unos centímetros y me di cuenta de que me había cambiado la voz. Le dije a mi papá, y me respondió ‘tranquilo, en dos semanas estás bien’, y hasta ahorita.

La canción Ángel de la guarda fue tu primer hit...

Una canción que injustamente no la tocan las dos únicas radios que pasan rock en español, pues fue canción de año en el 90 y me hizo popular con un comercial de Pilsen. Y dos años después, en mi siguiente disco salió ‘Mira la morena’, un tema que trascendió fronteras, sonando en Venezuela, Chile, México.

TROME - Julio Andrade: Sus inicios en la música con JB, de cómo se volvió ronco a los 14 años y más
Julio Andrade: Sus inicios en la música con JB, de cómo se volvió ronco a los 14 años y más. VIDEO: TROME

¿Cómo eran las giras en los años 90?

Recuerdo que mi primera gira me contrató Nilver Huarac, me pagó dos mil y él cobró cinco mil. Fue en la tierra de Tulio Loza, en Abancay, y para llegar fui por avión a Cusco y luego 7 horas por tierra, y subiendo cerros donde solo pasaba la camioneta y veía precipicios, quedé traumado.

¿Y qué les pasó ahí?

Cuando llegamos el alcalde se metió una borrachera y se puso faltoso con las bailarinas que iban con mi banda, como no lo empelotaron, tuve que achorarme pidiéndole más respeto con las chicas. Al día siguiente no nos mandó el carro para regresarnos al Cusco. Esperamos horas y apareció la esposa del alcalde, lo agarró a cachetadones, nos pidió disculpas y recién pudimos salir.

¿Alguna otra?

Una vez fuimos a la selva, nos contrató un narco y no sabíamos. Pero sospechamos cuando nos dijeron que salíamos de Collique en avioneta privada, y tenía hasta un pequeño zoológico, al mismo estilo de Escobar. Vi llegar muchas vedettes y otros grupos de música, pagaban y nos atendían muy bien.

No tuvieron problemas...

Al terminar el show se me acerca uno de estos mafiosos, un gordo con guayabera, y me dice ‘sé que has tocado para el jefe, pero mi hijita cumple 15 años y dedícale tres canciones más’. Le dije, discúlpame pero ya terminó mi contrato. Se molestó y dijo ' Ah, se trata de plata, mira aquí tienes 1500 dólares’, vi el billete y grité ‘muchachos, cinco canciones más, ja, ja’. Esas cosas pasan.

¿Cómo llegaste a componer una canción para Sarah Hellen?

La canción la hice después del momento central del episodio, cuando se afirmaba que iba a resucitar y llegaron varias cadenas de televisión del extranjero hasta Pisco donde se encuentra enterrada. A mí me llamó la atención de toda su historia, y al tiempo un amigo me propuso hacer algo, escribí la letra y Juan Carlos Ferrando hizo el videoclip. Grabamos en el cementerio en Pisco y de noche, y recuerdo que el percusionista no quiso ir a grabar.

¿Les sucedió algo extraño?

Claro, pasaron cosas sobrenaturales. Había un flaco que ponía las luces y decía que alguien le jalaba el pantalón, pero no había nadie. Luego, al rato se cayó de una escalera porque dijo que alguien lo empujó; así que decidimos apurarnos y salir rápido. El video fue exitoso, ganó premios. Hace un tiempo dejé de tocarlo en los shows, pero me la están pidiendo mucho, es decir, ha resucitado.

Jugo de Tamarindo fue otro gran éxito, ¿cómo te animaste a hacer una película?

Esa fue una idea loca que se le ocurrió a Karen y a mí, porque me decía se viene el décimo aniversario del videoclip. Me fui de viaje con mi esposa y las ideas me surgieron y me la pasé escribiendo el guion. Fue una película que demandó un gran esfuerzo y, a pesar, de las críticas abrumadoras que tuvo por mis queridos haters, que solo estuvo dos semanas en cartelera y la recaudación no fue buena, se encuentra en Movistar Play y Amazon Prime donde miles la han visto.

Aunque muchos te identifican como rockero, eres amante de la salsa y has grabado un disco. ¿Qué cantantes te gustan?

Soy fanático de Rubén Blades, me encanta como cantante, actor y letrista. Muchos se quedaron en Pedro Navaja, pero su obra es mucho más grande. Me encanta Lavoe, Colón, la Sonora Ponceña, soy de la salsa clásica. Y actualmente, hay muy buen trabajo como el de Yahaira Plasencia o Daniela Darcourt. La salsa como el rock no van a morir nunca.

¿Qué género te falta cantar?

He cantado de todo... aunque me falta cantar cumbia. He hecho urbano andino. He grabado salsa, boleros.

Julio, llevas 36 años de matrimonio con tu esposa Pilar García, ¿cuál es la receta?

Debo reconocer, recalcar y admirar la tenacidad y carácter de mi esposa, porque yo he sido una joyita pero ella siempre supo domar a la fiera. Cuando yo me porté mal, ella supo responderme con la misma cuchara. Yo me perdido muchos cumpleaños y celebraciones por mi trabajo, pero ella siempre estuvo ahí conmigo, me recibió con un abrazo, un beso y con ganas de hacer el amor conmigo.

Hay mucho amor entre ustedes...

Hemos discutido mucho, nos decimos las cosas, no nos guardamos nada y nos ha servido como terapia, como catarsis. Tengo 59 años y ella 56, es mi compañera, no concibo la vida sin ella, la amo cada día más, la sigo viendo tan linda como cuando la conocí, es una bendición del cielo seguir constantemente enamorado de ella, no se ha perdido la chispa y las ganas por mi mujer no han muerto nunca. Me encanta ver que estamos envejeciendo juntos.

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SOBRE EL AUTOR

Periodista con más de 15 años de experiencia. Redactor de la sección Fiesta del diario Trome.

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