REAL SOCIEDAD-VALENCIA: Resumen, goles y crónica del partido: El sueño imposible del VCF se apaga definitivamente en Anoeta

El sueño imposible del Valencia se apaga definitivamente en Anoeta (1-0)

La Real Sociedad se impone a los de Rubén Baraja gracias al gol de André Silva. Alberto Marí tiene el empate en sus botas, pero no acierta ante Remiro 

Thierry se marchó con molestias del Reale Arena

Thierry se marchó con molestias del Reale Arena / EFE

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

Fin. En Anoeta se acabó el sueño imposible del Valencia CF. El equipo de Rubén Baraja salió derrotado de San Sebastián y se queda sin opciones de clasificarse para una competición UEFA. A ocho puntos del séptimo a falta de solo dos jornadas. Golpeado por las bajas en una plantilla de por sí debilitada por su máximo accionista e inexperta, el conjunto compitió en desigualdad de condiciones ante la Real Sociedad, a la que le valió el gol temprano de André Silva.

El último baile por Europa de la temporada comenzó a ritmo de ‘rock and roll’. En solo tres minutos, la balanza se decantó en favor de la Real Sociedad. Primero, Roman Yaremchuk vio como le anulaban un gol por fuera de juego después de una gran carrera desde el medio campo. Y, a continuación, cayó el gol local gracias a la mágica zurda de Take Kubo, un jugador sin parangón en la plantilla del Valencia. El japonés levantó con la cara externa del pie un servicio desde la derecha de Barrene para servir el gol en bandeja a André Silva, que cabeceó casi debajo de la red tras el enésimo despiste defensivo desde su llegada a València de Cenk (1-0, m. 3).

Con ventaja tanto en el marcador como en el ánimo frente a un rival carente de piezas fundamentales como Gayà, Pepelu y Hugo Duro, la Real calmó la melodía del juego adueñándose del balón. Fue entonces, corriendo de lado a lado, cuando los de Baraja empezaron a sentir la ausencia de su hombre de equilibrio: Pepelu. André Almeida y Javi Guerra no arrimaron lo suficiente el hombro en la zona media, y Hugo Guillamón se vio desbordado delante de la velocidad que le estaban inyectando a la pelota Mikel Merino, Turrientes y el ruso Zakharyan.

En ese contexto de dificultad sin balón ni presencia en campo rival, el Valencia no se desperezó hasta el cuarto de hora. Guerra probó fortuna con un disparo envenenado desde la frontal del área. Después de tocar en un defensa, el esférico acabó en saque de esquina y, por primera vez, Remiro y Anoeta experimentaron algo de miedo. Sin embargo, la reacción visitante en el primer tiempo murió en esa jugada. Los de Imanol Alguacil defendieron sin problemas a partir de la posesión. Pasada la media hora, un despeje fatal de Cenk fue a parar a los pies de Turrientes, que conectó un chut con la derecha que forzó la estirada de Mamardashvili.

La primera mitad murió con Guillamón, con una amarilla, se jugase la expulsión con dos faltas al límite. El ‘Pipo’ le advirtió desde la banda que tuviese cabeza. No lo cambió y el mediocentro de l’Eliana reactivó el juego del equipo. De su facilidad con la pelota, los blanquinegros mejoraron en los primeros compases del segundo tiempo.

Aun así, la falta de desequilibrio en los costados lo hacía todo imposible. Precisamente, un centro de Yaremchuk desde la derecha se quedó huérfano de rematador en el área. Hasta 20 minutos más tarde, el 71, el Valencia no volvió a aproximarse con peligro. Un latigazo con la zurda de Sergi Canós, repelido por Remiro. Alberto Marí perdonó el gol al recoger el rechazo del portero realista, que se exhibió de nuevo. Con ocasiones a cuenta gotas, consecuencia de la débil plantilla, los valencianistas firman su sentencia cada vez que no son capaces de explotarlas al máximo. Por amor propio, los chavales de Baraja no dejaron de intentarlo, pero la Real, lejos de su mejor versión, ya no pasaría apuros. De hecho, Giorgi voló en el 92’ para salvar el 2-0.