UNAM e Ibero acuerdan crear consorcio académico - Gaceta UNAM

UNAM e Ibero acuerdan crear consorcio académico

El propósito es establecer las bases para la investigación, la transferencia tecnológica, y el emprendimiento

Con el propósito de ofrecer soluciones conjuntas a los problemas que afectan a las empresas y vincularse de manera más eficiente, las universidades Nacional Autónoma de México e Iberoamericana firmaron un acuerdo de colaboración con el fin de crear un consorcio

Durante la firma del documento, Diana Tamara Martínez Ruiz, secretaria de Desarrollo Institucional, comentó que el propósito es establecer las bases de colaboración para la investigación, la transferencia tecnológica y el emprendimiento UNAM-Ibero, así como el diseño de un ecosistema que genere soluciones prácticas a entornos empresariales y sociales.

Esto deberá lograrse, precisó, mediante la realización de actividades conjuntas entre la comunidad académica con organizaciones del sector privado, los tres niveles de gobierno, y organismos internacionales dedicados al emprendimiento, investigación y transferencia tecnológica. Además de la creación de programas conjuntos que atiendan problemáticas en temas estratégicos para el desarrollo científico, social y sostenible del país.

Martínez Ruiz consideró: “Sólo forjando alianzas fuertes y promoviendo acciones colectivas es como reforzaremos la importancia de la educación en México, además de impulsar y refrendar ese compromiso para el desarrollo de altos niveles de profesionalización y de calidad humana en nuestros egresados”.

Ante académicos e investigadores de ambas instituciones, reunidos en el Auditorio Xavier Scheifler y de Amézaga, de la U. Iberoamericana, Jorge Vázquez Ramos, coordinador de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNAM, resaltó que “nuestras universidades han trabajado arduamente no sólo en generar nuevo conocimiento, sino en que éste llegue a la sociedad”.

Agregó que hacer docencia e investigación es semejante en todas las universidades, pero crear vinculación es algo completamente diferente, porque se debe revisar cómo establecer lazos y compartir la experiencia. En los últimos años, la UNAM ha trabajado para que los empresarios vean que es posible colaborar en conjunto.

Vázquez Ramos señaló: “Podemos ser un referente para que los empresarios y los sectores público-privado-social vean en las universidades un espacio donde resolver problemas. Ahora puede hacerse un consorcio UNAM-Ibero con el fin de llegar a comprender qué es lo que quieren los de afuera, ofrecer soluciones y que el empresariado nos considere instancias confiables con quienes trabajar. Tengo plena confianza de que mediante la labor conjunta podemos lograr grandes cosas para la sociedad y nuestro país”.

A su vez, Alejandro Anaya Muñoz, vicerrector académico de la Universidad Iberoamericana, expresó que a ambas casas de estudio las une la decisión de enfrentar los retos y aportar soluciones en beneficio de la sociedad y el país, así como fortalezas que se han establecido a lo largo del tiempo gracias a la colaboración de especialistas de las dos instituciones.

La Iberoamericana impulsa acciones, mencionó, para que su formación educativa, la generación de conocimiento y la vinculación estén estrechamente conectadas en un círculo virtuoso, “cuya sinergia sea en beneficio de nuestro estudiantado y las instituciones, así como las empresas con las que colaboran”.

“Reconocemos la importancia de un diálogo enriquecido por la diversidad de perspectivas que lleva a alcanzar objetivos comunes y afrontar los desafíos sociales, políticos, económicos, y medioambientales, además del impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación en nuestro país”, destacó.

El convenio de colaboración entre ambas universidades fue signado por Martínez Ruiz, Vázquez Ramos, Anaya Muñoz y Eduardo Gamaliel Hernández Martínez, director de la División de Ciencia, Arte y Tecnología de la U. Iberoamericana.

El nuevo acuerdo es un eslabón más en la ya larga trayectoria de colaboraciones entre estas instituciones que ya trabajan en el fomento de capacitación y profesionalización de la educación; integración de un Observatorio Académico de Desarrollo Social; el fortalecimiento de la cultura jurídica; acciones en materia de pobreza, desigualdad y bienestar de la población mexicana; así como la investigación en biotecnología.