Nikola Jokic recibió esta noche el trofeo Michael Jordan al MVP de la NBA de la mano del comisionado Adam Silver. Era lo que menos le importaba de la velada, ya que él prefiere los títulos colectivos a los reconocimiento individuales, productos en todo caso de todos aquellos quienes le rodean. Inmediatamente después de ofrecer el galardón a sus compañeros y las gradas, procedió a aplicar su receta ganadora para vapulear a la mejor defensa y al mejor defensor de la liga estadounidense y colocar el 3-2 a favor de los Denver Nuggets tras su contundente victoria por 112-97.
Los Minnesota Timberwolves, que encadenan por primera vez este curso una racha de tres derrotas consecutivas, no pudieron hacer nada ante la versión más agresiva del pívot serbio, letal con 40 puntos, 7 rebotes y 13 asistencias (15-22 TC) y ni una sola pérdida.
"Cuando Nikola es agresivo, el juego alcanza otro nivel", comentó Michael Malone sobre el tercer período de 16 puntos del MVP. Fue él quien allanó el camino hacia la victoria comandando un parcial de 38-30 decisivo, jugando con Rudy Gobert como si este fuera un jugador del montón y no el recién cuatro veces coronado defensor del año.
El francés, desesperado, lo intentó todo, pero el Joker pareció sacar hasta su versión más burlona clavándole un triple lejano en toda la cara y sobre la bocina de posesión en el último período.
"He tenido un buen partido, así que como decía mi amigo Mike Miller, simplemente déjala volar y disfruta el momento", explicó Jokic sobre su inspirada velada. Sus números de anoche, con 40 puntos, 10 asistencias y ninguna pérdida, solo los había registrado un base, Chris Paul, en toda la historia de los playoffs. A pesar de la euforia colectiva en el Ball Arena de Denver, de nuevo encendido gracias a los vigentes campeones, el serbio mandó un aviso para navegantes.
"Seguimos con la espalda contra la pared, no podemos renunciar. Hay que desear una nueva victoria e ir a Minnesota a por ella", aseveró el metrónomo de los defensores de la corona. Los equipos que lograron la victoria en el quinto partido tras un 2-2 han pasado el 82% a la siguiente ronda durante la fase final, aunque las estadísticas están ahí para romperlas.
Como ya remarcó Jokic durante su recepción del MVP, el mérito del premio va mucho más allá de su persona. El quinteto de gala rindió al ritmo de su batuta para imponer la ley de los campeones con 16 puntos de Jamal Murray, otros 16 de Kentavious Caldwell-Pope y 18 tantos, 10 rebotes y 5 asistencias de un pletórico Aaron Gordon, encargado además de secar en defensa al astro enemigo.
Anthony Edwards tuvo su primer encuentro terrenal en toda la serie, con 14 puntos, 5 asistencias y un pobre 5 de 12 en tiros de campo. Su ausencia competitiva condicionó el esfuerzo de unos Wolves que sí contaron con la mejoría de Karl-Anthony Towns, autor de 23 puntos, y un noble esfuerzo de Gobert, insistente en ataque con 18 tantos sin fallo (7-7 TC) y 11 rebotes a pesar de vérselas con Jokic en el otro lado.
Recital del MVPEdwards se rinde ante Jokic: "Tienes que reírte, es todo lo que puedes hacer"
Tras un breve receso del Joker al inicio del último cuarto, su vuelta impuso un parcial de 8-0 para alejar a 18 puntos los suyos a siete de la conclusión, la máxima ventaja local en el partido. Con un robo y contra de Murray, remachada por un poderoso mate de Jokic, la conexión letal de Denver, los locales dictaron sentencia y navegaron plácidamente los últimos minutos a pesar de la amenaza constante de unos Timberwolves especializados en remontadas imposibles este curso.
Al descanso, los Nuggets lideraban por 50-44, y el encuentro tuvo hasta ocho cambios de liderato y 12 empates a pesar de la notable diferencia en el segundo tiempo. Minnesota vuelve a casa y espera hacerse fuerte ahí para forzar el séptimo encuentro de una serie preciosa, pura poesía en formato baloncesto.
"Ya lo habéis visto, ha tenido una actuación digna del mejor jugador del mundo. Ha intentado un poco de todo, y todo le funcionó. No hemos tenido respuesta para él, y sinceramente no la hemos tenido durante los últimos encuentros", reconoció Chris Finch, técnico de los visitantes. "Todo depende del sexto en casa, y es donde queremos estar. Hay que reagruparse y centrarse en la tarea enfrente para forzar el séptimo", añadió.
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