La historia de los radioaficionados en Castellón: De un inventor a un fusilado o el fundador del Villarreal

Castellón

Rafael Fabián escribe en elperiodicomediterraneo.com que si existe un medio de comunicación en el que la provincia de Castellón pueda sacar pecho, ese es la radio. No en vano, fue el segorbino Julio Cervera Baviera quien registró patentes de la telegrafía sin hilos en 1899. Sus trabajos, contemporáneos a los de Guillermo Marconi, tuvieron gran importancia en el desarrollo de los sistemas de comunicación sin hilos y fueron embrión del desarrollo técnico de la radio en su formato de broadcasting y en el de radioaficionados.



Precisamente sobre la radioafición en la provincia se ha centrado el libro del vila-realense Juan Luis Pla Nebot, presentado recientemente en las instalaciones de la Delegación de la Unión de Radioaficionados Españoles de Castellón Radioclub Costa de Azahar, sitas en el antiguo cuartel militar Tetuán XIV. Pla, radioaficionado con indicativo EA5BM, impartió una conferencia que versaba sobre la historia de los radioaficionados en la provincia de Castellón, desde los inicios de la radio en 1897 hasta 1960, en el que al margen de Cervera repasó la biografía de otros cuatro personajes destacados en este ‘hobby’.

Si Cervera fue relevante para la radio, el siguiente nombre relevante fue el de Francisco Barceló Marco, yerno del conocido alcalde e hijo predilecto de Castelló Fernando Gasset Lacasaña. Entre los meses de diciembre de 1927 y enero de 1928 recibió el indicativo EAR-81, convirtiéndose en el primer radioaficionado de Castellón y de la provincia como recuerda Pla, que a sus 58 años lleva 40 como radioaficionado.

El tercer personaje fue Guillermo Nicolás Ordóñez, natural de Badajoz, militar laureado, héroe de la Guerra del Rif y, una vez retirado del ejército, afincado en Figueroles, donde llegó porque allí su hermana ejercía como profesora. En 1935 recibió el indicativo oficial EA5CK y estuvo muy activo en el desarrollo de la afición tanto a nivel de comunicados, más de 2800 en 12 meses, como a nivel social dentro de la radioafición. Era apolítico, pero estaba en contra del alzamiento militar de Franco. Como militar retirado solicitó de nuevo alistarse para luchar contra el alzamiento, pero no pudo hacerlo porque antes le fusilaron unos milicianos republicanos de Nules en el pantano María Cristina el 27 de agosto de 1936 al comprobar que estaban ante un militar.

Otro nombre relevante fue el de José Calduch Almela, natural de Vila-real, hijo del famoso farmacéutico inventor de la Suavina y también fundador del Villarreal CF. En el capítulo de radioaficionado, fue radio escucha y recibió el indicativo E-5-0002, siendo el segundo radioaficionado de la Comunitat al que se le asignó el indicativo con el formato E de España, número de distrito más número de serie. Su actividad se centró en la escucha de la Onda Corta y esta afición la continuó acabada la II Guerra Mundial con otro indicativo de escucha asignado en 1953, EA5-288-U.

El quinto y último personaje de nuestra provincia en el periodo anterior a la Guerra Civil fue Joaquín Batiste Jornet. En aquellos años Joaquín residía en Barcelona, y aunque formalmente no le correspondería estar en este apartado de pioneros, merece su mención por su importancia en la reactivación de la radioafición en nuestra provincia en la posguerra. Llegó a la provincia de forma forzosa tras el conflicto, pero dejó huella y creó escuela.

Desde julio de 1936 hasta abril de 1949 la radioafición estuvo prohibida en toda España, primero por el estallido de nuestra Guerra Civil, posteriormente por la 2ª Guerra Mundial y desde 1945 hasta 1949 por razones de la dictadura. En los años previos a la autorización de la radioafición en abril de 1949, los más intrépidos y atrevidos radioaficionados empezaron sus transmisiones, con cierto consentimiento por parte de la Administración. En nuestra provincia tenemos detectados tres casos: Joaquín Batiste Jornet (EA5CNS), José Fabregat Pérez (EA5JFP) y Juan Luis Rubio Castelló (EA5JR). Puede que hubiera alguno más, pero es algo realmente difícil de constatar dado que, evidentemente, no hay registros oficiales de esta actividad no regulada.

Una vez restaurada la radioafición en España, obtener indicativo de radio escucha era bastante sencillo. Aun así, en toda la década de 1950 tan solo se concedieron 18 licenciasen nuestra provincia. Las poblaciones que ya tuvieron representación fueron Castellón (5), Burriana (7), Vila-real (2), Peñíscola(1), Grau de Castelló (1), Fanzara(1) y Benicarló(1). De los 18, sólo 5 progresaron y obtuvieron licencia de emisores.

En el capítulo de emisores, dadas las dificultades en obtener licencia, tan sólo se concedieron 9 indicativos en los 11 años que transcurren desde 1949 hasta 1960.

Estos nueve indicativos fueron:
Vicente Pallarés Simarro, EA5EE en 1952 desde Burriana.
José Fabregat Pérez, EA5EZ en 1954 desde Castelló.
Miguel Requena Miró, EA5FM en 1956 desde Burriana.
Vicente Morgado Llombart, EA5FN en 1956 desde Burriana.
Alberto Paños Martínez, EA5FU en 1958 desde Castelló.
Vicente Adsuara Peris, EA5FV en 1958 desde Castelló.
Juan Diego Fernández, EA5GA en 1958 desde Castelló.
Rafael Gómez Menor, EA5GE en 1959 desde Castelló.
Manuel Peláez Gas, EA5GF en 1959 desde Castelló.
La exposición y el trabajo de Juan Luis Pla, EA5BM termina en ese año. El período que se trata en este trabajo es la más difícil dado que no quedan testimonios vivos a los que recurrir como fuente de información y los fondos documentales para su estudio son de difícil consecución, tanto por su antigüedad como por su escasez, al quedar destruidos su mayoría por motivos de la Guerra Civil.

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