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Los seis idiomas ficticios que surgieron en el mundo cinematográfico

16/05/2024
Cecilia Castro

El klingon es un idioma ficticio forjado en el universo de Star Trek / Paramount Pictures

La creación de idiomas es una faceta destacada dentro de las narrativas de literatura fantástica y de ciencia ficción, lo que muestra una profundidad cultural en mundos imaginarios. Entre estas lenguas inventadas, algunas como el Klingon de “Star Trek”, el Dothraki y el Alto Valyrio de “Game of Thrones”, así como el Sindarin y Quenya, élficos de “El Señor de los Anillos”, han ganado popularidad no sólo entre fanáticos de estas sagas, sino también en el ámbito académico y educativo por su complejidad y coherencia lingüística.

Estos idiomas han sido creados por expertos en lingüística y filología con el propósito de enriquecer las tramas y contextos de sus universos narrativos. Por ejemplo, el Sindarin y Quenya, desarrollados por J.R.R. Tolkien, reflejan una extensa elaboración que incluye gramática, vocabulario y fonética, al punto de poder ser estudiados como cualquier idioma real. Series de televisión como “The Big Bang Theory” han contribuido a popularizar estos lenguajes, demostrando cómo la cultura pop puede influir en la difusión y el interés por aprender estos idiomas ficticios entre el público general.

A nivel académico, existen cursos y recursos en línea destinados a la enseñanza de estas lenguas, lo que señala un interés creciente por parte del público en explorar más allá de los límites de su idioma nativo hacia territorios lingüísticos completamente nuevos. Esta fascinación no se limita a los aficionados de las respectivas series o libros, sino que también ha encontrado un lugar en el estudio de la lingüística, donde estos idiomas son analizados por su estructura y capacidad para la comunicación humana.

Élfico

En el vasto universo literario creado por JRR Tolkien, las lenguas élficas emergen como un distintivo elemento cultural dentro de sus obras de fantasía. Entre estas, destacan principalmente dos: Quenya y Sindarin, idiomas que reflejan las ricas tradiciones de los elfos de altos linajes y aquellos de estirpe más terrenal, respectivamente. Estas lenguas ofrecen una ventana al meticuloso mundo de Tolkien y subrayan la complejidad y profundidad de su creación literaria.

Quenya

Inspirado en la sonoridad y estructura del finlandés, es la lengua de los Altos Elfos, seres de gran nobleza y sabiduría en los relatos tolkienianos. Por otro lado, el Sindarin, que toma como base el galés, es el dialecto de los elfos de menor rango, conocidos como los Elfos Bajos. Ese contraste lingüístico enriquece el tejido narrativo de las historias de Tolkien y refleja su pasión y conocimiento por la filología, lo que demuestra cómo la lengua puede ser un reflejo de la historia y cultura de un pueblo.

Pársel

Conocido por los fanáticos de la saga de Harry Potter como el idioma de las serpientes. Este lenguaje, caracterizado por su complejidad de pronunciación, solo puede ser hablado por aquellos que nacen con esta peculiar habilidad. Entre los personajes de la serie, Harry Potter demuestra tener este don, aunque su capacidad surge después de un encuentro mágico con el alma de Tom Riddle, también conocido como Voldemort.

El pársel se destaca por ser el medio de comunicación preferido de Voldemort con sus serpientes y por ser un elemento clave en la identidad de la casa Salazar Slytherin, una de las cuatro casas de Hogwarts. La habilidad para hablar pársel es excepcionalmente rara, lo que añade un aura de misterio y poder a quienes la poseen. La conexión de Harry con ese idioma es uno de los tantos hilos que lo atan al oscuro legado de Tom Riddle, elevando las tensiones y el drama a lo largo de la saga.

Para aquellos fanáticos que deseen experimentar de primera mano la complejidad y singularidad del pársel, existe un recurso digital que permite a los usuarios traducir cualquier palabra al enigmático idioma de las serpientes. Esta herramienta no solo ofrece una manera divertida y educativa de interactuar con uno de los elementos más intrigantes del universo de Harry Potter, sino que también sirve como un puente entre la fascinante ficción de J.K. Rowling y la realidad de los aficionados.

Klingon

El klingon, un idioma ficticio forjado en el universo de Star Trek, fue popularizado no solo por la propia franquicia, sino que también recibió un notable empujón por la serie de televisión The Big Bang Theory. En un hito más reciente, James Doohan, conocido por su papel como Scotty en Star Trek, tuvo la iniciativa de improvisar palabras en klingon durante una grabación de 1979, dando pie a la creación de un lenguaje completamente nuevo a manos de Marc Okrand. Este esfuerzo no solamente demostró ser de interés para los seguidores de la serie, sino que sentó las bases para que el Klingon evolucionara a un idioma con vida propia, llegando incluso, al grado de que obras literarias clásicas como el Hamlet de Shakespeare fueran traducidas a este lenguaje.

La estructura y léxico del klingon son únicos, presentando una complejidad tal que no se asemeja a ninguna lengua existente en el mundo real, lo que representa un desafío tanto para lingüistas como para aficionados. Marc Okrand, quien tomó las riendas de este proyecto, desarrolló un idioma con reglas gramaticales completas y un vocabulario extenso, que ha captado la atención de académicos y entusiastas por igual. Esta fascinación dio origen a la creación de una institución académica dedicada exclusivamente a la divulgación y estudio del klingon, promoviendo no solo su aprendizaje sino también la traducción de importantes obras de la literatura universal a este idioma.

El klingon representa un caso fascinante de cómo un elemento de la ciencia ficción puede trascender la pantalla y convertirse en un campo de estudio serio y una forma de expresión cultural con seguidores en todo el mundo. Su evolución desde unas pocas palabras improvisadas hasta un sistema lingüístico completo es un testamento al poder de la creatividad y la pasión de una comunidad dedicada.

Na’Vi

El lenguaje na’vi, creado por Paul Frommer para la película Avatar, ha experimentado un notable crecimiento desde sus inicios, culminando con un rico vocabulario que se expande gracias al entusiasmo de su comunidad. Diseñado específicamente para ser distinto a cualquier idioma terrenal, Frommer invirtió aproximadamente seis meses en el desarrollo de su estructura sintáctica y morfológica antes de adentrarse en la creación de un vocabulario inicial de alrededor de 100 palabras.

El proceso de creación del na’vi implicó un desafío lingüístico para Frommer y también representó un ejercicio de imaginación creativa. Esta iniciativa ha encontrado un eco favorable dentro de la comunidad de aficionados a Avatar, quienes han jugado un papel crucial en la expansión y enriquecimiento del léxico na’vi a lo largo del tiempo.

Dothraki

La expansión del idioma dothraki en la serie de televisión Game of Thrones ha resultado en un léxico de más de tres mil palabras, superando con creces su versión original en los libros de George R. R. Martin.

David J. Peterson es el lingüista detrás de ese enriquecimiento idiomático, que ha incorporado elementos de lenguas de diversas partes del mundo como Rusia, Estonia, Turquía, Kenia y Canadá. Este esfuerzo por desarrollar un idioma más complejo y completo ha situado al dothraki entre los lenguajes ficticios más elaborados en la historia de la televisión.

La decisión de ampliar el dothraki más allá del esbozo original de Martin buscó profundizar la autenticidad cultural de los dothraki, un pueblo guerrero nómada que juega un papel crucial en la narrativa de Game of Thrones. El trabajo de Peterson ha consistido en la adición de nuevo vocabulario, y también en la creación de una estructura gramatical que otorga plena funcionalidad al idioma. Según una investigación divulgada por la BBC, el número de personas expuestas al dothraki a través de la serie supera semanalmente a aquellos que hablan lenguas como el galés, el irlandés y el escocés combinados.

Este fenómeno lingüístico destaca la capacidad de la ficción televisiva para influir en la cultura popular y fomentar el interés por idiomas inventados que, a pesar de su origen ficticio, adquieren vida propia. La popularidad del dothraki y la curiosidad que ha despertado entre los seguidores de Game of Thrones se evidencia en la existencia de sitios web y plataformas dedicadas a la enseñanza y práctica del idioma, muchas de las cuales cuentan con el apoyo directo de Peterson.