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La carta es la misma dentro que fuera. Vamos, que os lo vais a pasar igual de bien. O mejor. Eso seguro. Cada espacio tiene su momento pero ahora llega el tiempo de los parasoles, los buenos blancos y las burbujas que atesora Ismael Álvarez (cerca de 300 referencias descansan en su gran bodega vista) y los platos al centro para compartir. Para vuestra pareja reservad en el interior, para una quedada de amigos la comida o cena al aire libre será una gozada antes de que realmente apriete mucho el calor.
Uno de los cocineros jóvenes mejor posicionados en la restauración madrileña, Juan D'Onofrio, acaba de sacar su propuesta a la calle después después de año y medio de recorrido y varios cuatro manos en su sofisticado comedor. Así que enfrente del restaurante Chispa Bistró se acaban de estrenar un puñado de mesas. Nueva terraza en una de las plazas más escondidas junto a la Gran Vía. Quizás por eso nos gusta. Es acogedora y pasa desapercibida. Las mesas se suman a la de otros locales más sencillos, más tabernarios, que llevan años en esta misma plaza de Chueca, a orillas de la comercial calle Barquillo.
Con una placa Recomendado en la guía Michelin, en el restaurante trabajan mucho el producto de temporada, nunca falta una tabla de quesos y ya tienen algún que otro plato que está desde el principio y que no puede sacar de la carta como los capelletti de chipirones, ikura, dashi de setas y tomate o su "roastrami", tupinambur y jugo de ossobuco. Estas famosas creaciones del chef argentino salen esta temporada estival a las mesas en plena Plaza del Rey.
