Por Daniella Silva - NBC News
Un hombre que murió a principios de este año bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) estuvo enfermo durante meses y su estado parecía empeorar mientras estaba recluido en un conflictivo centro de detención de Louisiana, según afirman sus defensores y muestran los registros del ICE.
Ousmane Ba, senegalés de 33 años, murió el 23 de febrero tras permanecer hospitalizado durante casi un mes, según un comunicado del ICE. Había estado detenido en el Centro Correccional de Winn, en la zona rural de Winnfield, desde principios de septiembre, tras entrar en Estados Unidos a finales de agosto, según informó el ICE en un comunicado del 26 de febrero.
Durante años, el centro de Winn ha sido objeto de quejas por atención médica inadecuada, suciedad y malos tratos a los detenidos.
Los defensores de los derechos de los inmigrantes celebraron el viernes una pequeña vigilia con velas frente a la oficina de campo del ICE en Nueva Orleans para recordar a Ba y a otras personas que han muerto bajo custodia del servicio y pidieron que el Gobierno federal finalice su contrato con el problemático centro donde afirman que otras personas gravemente enfermas siguen bajo custodia.
“Habrá otra muerte. Es sólo cuestión de tiempo”, dijo Sarah Jones, copresidenta del comité organizador de la Coalición Dignidad, No Detención, del sudeste del país, de pie junto a una pancarta en la que se leía “SIEMPRE HACIA DELANTE” en español y un altar rodeado de velas y fotos de personas que han muerto bajo custodia del ICE.
La coalición pide al Gobierno federal que no renueve el contrato de Winn este mes y que libere a los 1,455 detenidos que están recluidos allí, según los datos más recientes del ICE del 15 de abril.
“Nadie debería seguir en ese centro de detención”, dijo Jones.
El ICE dijo el viernes que sigue necesitando el centro de Winn y que tiene la intención de prorrogar su contrato actual.
“El uso de contratistas privados de detención es una pieza vital del sistema nacional de detención que permite al ICE ejecutar con éxito su misión”, dijo un portavoz del ICE en un comunicado. “La capacidad de la agencia para expulsar a los individuos a sus países de origen, mantener bajo custodia a quienes requieren detención y son una amenaza para la seguridad pública depende directamente de la ubicación y la disponibilidad de espacios de detención”.
Pero los defensores argumentan que las instalaciones del ICE, como Winn, no son seguras.
“Lo que es realmente molesto y desgarrador es que acabamos de protestar por otra muerte el verano pasado. Ni siquiera ha pasado un año y ya ha muerto otra persona”, dijo Mich González, director ejecutivo adjunto de Freedom for Immigrants, refiriéndose a la muerte de Ernesto Rocha-Cuadra, un inmigrante nicaragüense de 42 años que falleció el 23 de junio mientras estaba bajo custodia del ICE en un centro de Jena, Louisiana. Según el ICE, la causa preliminar de su muerte fue un paro cardiaco.
“Llevamos años dando la voz de alarma sobre toda esta oficina de campo. Básicamente dijimos que sólo era cuestión de tiempo”, afirmó.
Ba empezó a tener problemas de salud en noviembre, unas dos semanas después de ser trasladado a Winn, según el informe del ICE. Sus síntomas, que incluían vómitos y hemorragias nasales y bucales, persistieron durante meses. Ibrahim Diongue, un amigo de la familia de Ba que vive en Saint Louis y que quería ser su patrocinante si era puesto en libertad, dijo que necesitaba atención médica externa urgente.
Diongue declaró a NBC News que Ba se quejaba con frecuencia de estar enfermo cuando hablaban por teléfono.
“Podía oír en su aliento y en su voz que no estaba mejor”, afirmó.
“Creo que si no estuviera bajo custodia del ICE, ahora estaría caminando por ahí, no importa en qué país, y no estaría bajo tierra”, dijo Diongue.
Antes de ser ingresado en el hospital donde murió, Ba fue atendido por el personal médico de Winn y de centros médicos cercanos más de una decena de veces durante su estancia en el centro de detención, incluida una hospitalización en noviembre, según el informe de defunción de detenidos del ICE.
Durante su detención, los funcionarios del ICE tomaron nota de los síntomas de Ba, que incluían tos con “grandes cantidades de sangre roja brillante con coágulos”, náuseas y vómitos y sensación de que la comida se le atascaba en el pecho, según el informe. Poco antes de ser trasladado al Hospital CHRISTUS St. Francis Cabrini de Alexandria, Ba “sangraba profusamente por la nariz y la boca” y presentaba niveles anormales de presión arterial y oxígeno, según el informe.
Una portavoz de CHRISTUS Health, que dirige el hospital donde Ba fue tratado y murió, dijo que las leyes de privacidad le impedían proporcionar cualquier información sobre su caso y el informe de su autopsia, y remitió las preguntas a la oficina del forense. La oficina del forense de Rapides Parish dijo anteriormente a NBC News que “no sabe quién hace las autopsias en el hospital” y no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
El centro de Winn ha sido objeto de denuncias de malos tratos, falta de tratamiento médico adecuado y condiciones de suciedad en los últimos años.
[El aislamiento de presos de ICE “viola la norma internacional”, dicen congresistas]
Tras múltiples denuncias de condiciones inhumanas en el centro y una investigación formal sobre el asunto en 2021, la Oficina de Derechos Civiles y Libertades Civiles del Departamento de Seguridad Nacional escribió en un memorando dirigido al director en funciones del ICE en ese momento que tenía “serias preocupaciones por la salud y la seguridad de los detenidos” y recomendó que “el centro se cerrara o se redujera hasta que se pudieran abordar varios problemas críticos de salud y seguridad”. Winn albergaba a 602 personas en septiembre de ese año, según el ICE.
El ICE anunció en marzo de 2022 que limitaba el uso de tres instalaciones, incluida Winn, pero desde entonces la población de Winn no ha hecho más que crecer.
Un informe de inspección del ICE de enero calificó las condiciones de Winn como “aceptables/adecuadas”, encontrando más deficiencias que en el año fiscal 2023, cuando recibió una calificación de “buenas”, según el informe.
La Oficina de Supervisión de Detenciones del ICE señaló 32 deficiencias en el centro de Winn en el informe. La oficina señaló que el cumplimiento general del centro había “tendido a la baja” desde su inspección del año anterior. El informe de inspección señalaba problemas con el sistema de calefacción y refrigeración y “daños en el tejado, lo que provocó una importante condensación en las paredes, techos y suelos de las unidades de alojamiento.”
Tres demócratas de la Cámara de Representantes solicitaron el viernes a la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO, por su sigla en inglés) que lleve a cabo una revisión de los procedimientos médicos de emergencia y las cirugías mayores realizadas a personas bajo custodia del ICE y de Aduanas y Protección Fronteriza.
“Específicamente, solicitamos que la GAO revise el proceso para que los detenidos reciban aprobación para cirugías mayores y atención médica de emergencia, incluida la forma en que se autoriza y aprueba la atención médica mayor, si las personas pueden acceder a la cirugía y los servicios de emergencia cuando experimentan un problema médico agudo, y si las personas dan su consentimiento informado antes de someterse a procedimientos médicos mayores, incluidas las cirugías de emergencia”, expresaron los representantes Jamie Raskin, Alexandria Ocasio-Cortez y Robert García en la carta dirigida a Gene Dodaro, el contralor general.
La carta no menciona a Winn, pero señala que las personas detenidas “han denunciado incidentes de atención médica deficiente o inadecuada mientras están bajo custodia del ICE y dificultades para obtener autorización y derivaciones para recibir atención médica adecuada, especialmente en situaciones urgentes.”
El ICE ha declarado que realiza reconocimientos médicos, dentales y de salud mental a las personas en las 12 horas siguientes a su llegada a un centro de detención y que les proporciona evaluaciones sanitarias completas en los 14 días siguientes a su entrada bajo custodia del ICE. La agencia ha dicho que todos los detenidos tienen acceso a citas médicas y que a nadie se le niega la atención de urgencia.
Para los detenidos, la muerte de Ba y los meses de sufrimiento proyectan una larga sombra sobre el centro de detención de Winn.
“Hay otras personas que están literalmente aferrándose a la vida y saben lo cerca que están de la muerte. No queremos ver otra muerte en Winn”, dijo Jones.
González, de Freedom for Immigrants, dijo que desde las muertes de Rocha-Cuadra y Ba, los grupos de defensa se han puesto en contacto en repetidas ocasiones con funcionarios del ICE para denunciar la negligencia médica y las muertes que, según ellos, se han producido como consecuencia de las condiciones en Winn. Casi 40 grupos de defensa también escribieron una carta al secretario del DHS a finales del año pasado pidiendo al gobierno que no renovara el contrato de Winn, en parte debido a lo que llamaron una “privación deliberada de atención médica adecuada.”
Entre las personas que los defensores de los derechos de los inmigrantes esperan ver liberadas de Winn se encuentra José Lara Castellanos, de 32 años, inmigrante procedente de Honduras. Lara Castellanos dijo que ha estado vomitando sangre, sintiéndose mareado y débil, y experimentando otros problemas médicos durante meses.
“Llevo un año detenido y ahora tengo todos estos problemas de salud”, dijo Lara Castellanos en español, rompiendo a llorar durante una llamada telefónica desde el centro de detención. Empezó a vomitar durante la llamada y dijo que vomitaba sangre y espuma. Mientras se disculpaba por no haber llegado a tiempo al baño, se oyó una voz que le decía “límpialo”.
González y otras personas que han estado abogando por la liberación de Lara Castellanos y luchando contra su caso de inmigración temen que algo peor le suceda si permanece bajo custodia.
Kate Sugarman, especialista en medicina familiar que no ha atendido a Lara Castellanos pero que revisó su historial médico a petición de los defensores, dijo que cree que su caso es crítico.
“Sé cuándo un paciente es crítico, sé cuándo un paciente tiene una emergencia, conozco las señales de advertencia. Él tiene todas las señales de alarma”, dijo Sugarman. “Vomita sangre repetidamente, tiene episodios repetidos de sangre y diarrea. Cada vez que alguien tiene eso, necesita atención especializada inmediata”, dijo.
En un intercambio de correos electrónicos a finales de marzo, González pidió al ICE que revisara la “solicitud urgente” de Lara Castellanos para ser puesto en libertad, “basada en serias preocupaciones médicas”. González escribió en el correo electrónico del 27 de marzo que Lara Castellanos estaba en “necesidad urgente de atención especializada.”
“Está en grave riesgo de muerte prematura si no se le proporciona atención especializada o, en la alternativa, si no es liberado para que su patrocinador y su familia puedan asegurarle esta atención”, escribió González.
La Oficina del Oficial Superior de Revisión del ICE respondió dos días después, según los correos electrónicos compartidos con NBC News por González, que había revisado el caso y “está de acuerdo con la decisión de la Oficina de Campo de continuar la detención”.
La agencia dijo más tarde que Lara Castellanos sería considerado para su liberación, pero tendría que pagar una fianza de 25,000 dólares. La coalición de defensa de los inmigrantes ha recaudado unos 20,000 dólares, dijo González.
“La actualización positiva es que estamos cerca de recaudar los 25,000 dólares para su liberación”, dijo.
En una llamada telefónica reciente, Lara Castellanos dijo que teme morir en Winn, a pesar de tener un posible patrocinador esperándole, un pastor en California.
“El dolor es constante”, dijo, con la voz quebrada mientras hablaba. “Mis amigos me dicen que parezco muy débil, que he adelgazado mucho”.