Una panorámica a la Grand Place, la plaza más bonita del norte de Europa

El corazón de Bruselas

Una panorámica a la Grand Place, la plaza más bonita del norte de Europa

La historia y la riqueza estética convierten la monumental plaza en un precioso motivo para visitar Bruselas.

Grand Place
Foto: Shutterstock

En el siglo XV, el centro de la capital belga se convirtió en un mercado alrededor del cual se construyeron algunas casas gremiales. Después se creó un Ayuntamiento para gestionar el espacio comercial. Así nació en la Grand Place de Bruselas, un emplazamiento histórico que ha vivido los momentos más esplendorosos y los más trágicos de la ciudad y que todavía hoy mantiene su propósito original los lunes, miércoles y viernes por la mañana con un mercado de flores que se instala en el centro de la plaza.

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La historia de la grand place

Uno de los acontecimientos más decisivos para el desarrollo de la Grand Place ocurrió durante la Guerra de la Liga de Augsburgo, en agosto de 1695, cuando las tropas francesas del mariscal De Villeroy bombardearon la ciudad, provocando un trágico incendio en las edificaciones de madera que se habían levantado alrededor del Grote Markt. Los distintos gremios volvieron a levantarlas, esta vez en piedra, a excepción de la Casa de los Cerveceros que se conserva intacta y hoy es la sede del museo del gremio de esta bebida tan apreciada en Bélgica. 

 

Ayuntamiento de Bruselas
Foto: Visit Brussels

Qué visitar en la Grand Place

El Ayuntamiento

El ala este del Ayuntamiento conserva la estructura de la primera construcción, que fecha de 1402-1420). Años más tarde, se amplió con una segunda ala y se sustituyó el campanario por una torre con detalles de estilo gótico y la estatua dorada del arcángel Miguel. La fachada del monumento está decorada con otras estatuas alegóricas, de santos y de nobles.

 

En el interior, que se puede visitar de lunes a domingo de 10h a 18h por cinco euros, guarda sorpresas arquitectónicas y artísticas como la escalinatas de los leones, la sala del consejo, la sala de Maximiliano, la sala gótica, el salón de bodas y la antecámara del alcalde. En todas ellas, no faltan pinturas, tapices y esculturas que narran la historia de la capital belga.

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Grand Place Bruselas
Foto: iStock

La Maison du Roi

Justo frente al ayuntamiento,la Maison du Roi guarda documentos, objetos y reliquias históricascomo sede del Museo Municipal de Bruselas, así como unos 800 trajes del famoso Manneken Pis. A inicios del siglo XV, este emblemático edificio se utilizó como oficinas administrativas del Duque de Bramante, de donde proviene su nombre.

 

La Maison des Ducs de Brabant

Detrás de la maravillosa fachada de la Maison des Ducs de Brabantse esconden seis casas gremiales neoclásicas del 1696. Construida tras el incendio por orden del general Maximiliano II Manuel de Baviera, el edificio está adornado con bustos de los duques que le dan nombre.

 

Grand Place
Foto: Visit Brussels

Le Pigeon y la Chaloupe d'Or

Sede del gremio de pintores hasta el año 1659, Le Pigeon se convirtió en la vivienda principal del escritor Victor Hugo durante su exilio impuesto por el Golpe de Estado de Luis Napoleón Bonaparte en 1851. La adyacente Chaloupe d'Or, antigua sede del gremio de sastres, está coronada por una estatua de San Homobono de Cremona, su patrón. En la actualidad, se ha convertido en un restaurante donde se sirven especialidades belgas como gofres, patatas fritas y mejillones.

 

Maison de L'Etoile

En la esquina de la calle Charles Buls se alza la Maison de l'Etolie, una casa neobarroca reconstruida a finales del siglo XIX por el arquitecto Adolphe Samyn por iniciativa del Burgomaestre Charles Buls. La planta baja cuenta con una galería que la une a la vecina Maison du Cygne. En 1899, la calle fue rebautizada con el nombre de Charles Buls y en la galería situada bajo la casa se instaló una placa de estilo Art Nouveau conmemorativa de su labor en favor de la Grand Place, ya que restauró parte de las casas que la conforman.

Ommegang
Foto: Visit Brussels

La gran fiesta del Ommegang

Bruselas, y en especial la Gran Place, revive anualmente la visita de Carlos I a la ciudad para presentar a su hijo y sucesor, el futuro rey Felipe II. Este año, entre el 3 y el 5 de julio, la Grand Place y otras calles del centro de la capital belga viaja al pasado entre procesiones, vestidos de época, bailes y la esencia de esta histórica procesión.

 

Ommegang significa "paseo alrededor" o "circunvalación" en referencia a la procesión religiosa que el Gremio de Ballesteros hacía paseando una imagen de la Virgen María por la ciudad. Iniciado en 1348, se mantuvo como procesión religiosa exclusivamente hasta el siglo XVIII, época en la que su práctica empezó a declinar. Entre 1928 y 1930 se recreó la celebración, basándose en la descripción que se conservaba de la procesión a la que asistió Carlos I en 1549. 

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Grand Place Bruselas
Foto: Visit Brussels

La Alfombra de Flores

Otro de los momentos más relevantes de la Grand Place ocurre en agosto con la instalación de una colosal alfombra de flores. Cada dos años, cientos de miles de begonias se depositan cuidadosamente en el centro de la plaza, un acontecimiento que nació en 1971, cuando el arquitecto paisajista E. Stautemans instaló un gran tapiz de begonias en la Grand Place. Se repitió años más tarde, en 1986.

 

En la actualidad, se utilizan unas 700.000 beconias para cubrir los 77 metros de largo por 24 de ancho del tapiz. Tal magnitud se puede apreciar desde la plaza, pero también desde el balcón del Ayuntamiento, desde donde se obtiene una de las mejores perspectivas.