Análisis de Homeworld 3

Sienta bien volver a ponerse en la piel de un líder de flota espacial. La última vez fue con la excelente actualización de Homeworld y Homeworld 2, que juntos formaron la Homeworld Remastered Collection. Pero eso fue en 2015, hace una eternidad. El original de 1999 estableció muchos nuevos estándares en el género. La capacidad de mover tropas en las tres dimensiones del espacio era asombrosa en aquella época, y el enfoque en una historia cinemática bien contada era inusual. A finales de los 90, la industria aún estaba experimentando con la narración.

Lo más parecido a Homeworld que me viene a la mente hoy en día es Dune. En los gráficos, se mezclan hermosas vistas con detalladas naves espaciales y antiguos edificios en el cosmos, con lo antiguo impregnando lo nuevo y, junto con la música, creando un mundo realmente único. Homeworld 3 no es una excepción, es genial, se toma su tiempo y te cautivará hacia su inmersivo escenario.

Es una secuela directa de sus predecesores y de Homeworld: Deserts Of Kharak, que tiene lugar antes de toda la trilogía. Si no has probado ninguno de los predecesores, hay un resumen de la historia, pero creo que te estarías perdiendo muchas cosas si te lanzas directamente a este juego. Los nombres, lugares, acontecimientos y demás dan contexto y sentido a lo que vivimos en el tercer juego, y las versiones remasterizadas se mantienen muy bien incluso hoy en día.

En términos de jugabilidad, funciona de forma similar a todos los títulos anteriores. Tienes una gran nave nodriza en la que construyes fábricas y mejoras para luego producir naves espaciales. Puedes usarla para atacar y defender, pero tienes que tener cuidado de no perder este elemento central del tablero, porque entonces pierdes oportunidades de ganar, como ya hemos visto en otros juegos de estrategia como Supreme Commander. También te permite centrarte más en las batallas, sin tener que preocuparte constantemente por la posición, la falta de espacio y otras cosas. Me gusta el ritmo ligeramente más lento que aprovecha la posibilidad de viajar en todas direcciones, y la posibilidad de esconder naves detrás de restos o asteroides, un elemento nuevo para sacar lo mejor de los enemigos. En la campaña, algunas de las novedades ayudan a superar las misiones. Homeworld 3 te permite ser estratégicamente más creativo que en cualquier otro juego de la serie, algo que yo consideraba un punto débil de sus predecesores.

La campaña tiene lugar 100 años después del último juego. Karan S'jet, uno de los protagonistas de la segunda entrega, ha desaparecido y, al mismo tiempo, la vasta "red de portales de salto hiperespacial" ha dejado de funcionar en toda la galaxia, un problema que se extiende a múltiples portales y bloquea el comercio galáctico. El alcance del conflicto al que nos enfrentamos en este título es considerablemente mayor que en las anteriores entregas. Sigue el proceso y la integración de una nueva navegante, Imogen S'jet, en una nave nodriza completamente nueva. Este personaje es un pariente de Karan de Homeworld 2 y, junto con Isaac Paktu, también conocido como Intel (un oficial de inteligencia a bordo), intenta encontrar las causas de los problemas de su tripulación.

La historia deja una mayor impresión si uno ha jugado a los predecesores. Da la sensación de que Homeworld 3 es una carta de amor a la serie. Con la ayuda de vídeos de recapitulación, puedes adentrarte en el juego si has olvidado o nunca has tratado con la serie, pero por otro lado la narrativa es trepidante y hay muchas referencias a los juegos anteriores, así que lo mejor es haberlos vivido de primera mano. La premisa de la aventura es que tendrás que sobrevivir a una serie de misiones, todas hechas a mano y con un enfoque narrativo. La variedad es notable: en un momento estás intentando aumentar tu fuerza y luchar, y al siguiente estás defendiendo algo importante. Una de mis misiones favoritas era superar una tormenta de meteoritos y asteroides. Para ello hay que saber ver las oportunidades, aprovechar para ponerse a cubierto detrás de los objetos más grandes y planear la ruta a seguir. No encontré enemigos durante la misión, solo un montón de rocas espaciales que esquivar y mucha emoción.

Los entornos son mucho más importantes para la planificación estratégica y táctica y llevan la fórmula de juego a nuevos niveles (tanto figurada como literalmente). Desde el punto de vista narrativo, se trata más bien del diálogo entre los personajes, para bien o para mal. La historia me recuerda un poco a Battlestar Galactica, en tanto en cuanto te persiguen durante mucho tiempo y no sabes por qué.

También hay un modo cooperativo completamente nuevo para la serie. Puedes jugar solo o con hasta tres amigos. El objetivo es completar misiones, intentar sobrevivir y construir tu flota en situaciones cada vez más difíciles, en las que te lanzan oleadas de enemigos y en las que puedes elegir cuándo pasar a la siguiente zona. Para que el juego sea más divertido, está diseñado para jugar junto con otros jugadores contra el ordenador. Se trata de un concepto de juego en el que se sube de rango y se desbloquean flotas más potentes. Una flota contiene varias categorías de naves estelares y se especializa en algo en particular. Un rango más alto significa que se pueden desbloquear y jugar unidades más especializadas, donde todas las variantes tienen pros y contras y tienen diferentes precios.

El tercer y último modo de juego consiste en clásicas batallas contra el ordenador u otros jugadores. En este modo, todas las herramientas están desbloqueadas y se requiere un buen conocimiento del funcionamiento de tu facción. Inicialmente, hay dos facciones, la Flota Hiigaran, que es una opción ligeramente más defensiva y robusta, y la Flota Encarnada, que es ligeramente más ofensiva y agresiva. Cada categoría de nave estelar tiene sus propias debilidades y fortalezas, y es muy similar al modelo de "piedra, papel o tijera" al que estamos acostumbrados. Sin embargo, al igual que en Company of Heroes, las naves espaciales tienen zonas más o menos protegidas, y el uso de estas, los entornos y las emboscadas pueden abrir oportunidades estratégicas avanzadas.

La parte del mapa que veas determina a menudo el final de las batallas. El reconocimiento, las maniobras, las formaciones, los vectores de ataque y el movimiento son tan importantes como atacar con fuerzas superiores, y está claro que el sistema de combate es una gran mejora respecto a sus predecesores. Es realmente profundo y la interfaz de usuario me ayuda a agruparlo todo y a encontrar lo que necesito. Puedes hacer pausas, como es habitual en otros juegos RTS, y dado el control en tiempo real que tienes, es un añadido bienvenido para la campaña y otras partidas en solitario. También tienes la clásica vista de mapa en la que puedes ver hasta dónde llega tu visión, dónde están los recursos y dónde se encuentran los enemigos. Por eso, es principalmente en el modo multijugador donde se encuentran muchas de mis críticas.

Con solo seis mapas disponibles y dos facciones, se siente falto de contenido para aquellos que no quieran jugar solos. Los niveles del juego están bien hechos, con muchos más detalles que en títulos anteriores, pero eso no soluciona el problema. Espero que Blackbird Interactive invierta en añadir más contenido, tanto en niveles como en facciones, para compensar esta carencia. Claro que las opciones para personalizar los combates están ahí y ayudan, pero probablemente te decepcionen inicialmente si es este aspecto del título el que más anhelas. Nunca me he metido de lleno en el multijugador de Homeworld, pero las partidas individuales que he vivido han sido entretenidas.

La tecnología y el rendimiento han mejorado desde que probé la demo. Todo se carga a la velocidad del rayo y no hay fallos apreciables. Los gráficos son impresionantes, con una iluminación asombrosa y detalles intrincados como los agujeros de bala y las marcas de quemaduras que permanecen en la nave durante toda la campaña, que recuerdan al sistema de desgaste de la capa de Batman en Arkham City y Arkham Knight a lo largo de la historia. Es un pequeño pero inteligente truco para recordar al jugador batallas pasadas. Una pequeña crítica por mi parte es que los enemigos y los recursos pueden ser un poco difíciles de seleccionar debido a la escala del juego. Dicho esto, el doblaje es magnífico, la música es, como siempre, absolutamente fantástica y la música ambiental y todos los sonidos están bien incorporados.

Está más claro que el agua que Blackbird Interactive ama la franquicia. Todo suena y se ve como cabría esperar, y el conjunto es un paso adelante respecto al original en el buen sentido. Aprecio el hecho de que el juego sea mucho más complejo sin perder su identidad y sin alterar el statu quo. Homeworld 3 es una respetuosa secuela de dos de mis juegos favoritos de todos los tiempos, y si te gusta la serie, probablemente también disfrutarás con este juego. Sin embargo, debo señalar que el modo multijugador con sus clásicas batallas tiene un contenido limitado, pero con una campaña realmente divertida, un emocionante modo roguelike y una calidad general fantástica, estoy más que satisfecho.