Von der Leyen lo tiene todo para reeditar la presidencia de la Comisión. Se está complicando la vida
Von der Leyen lo tiene todo para reeditar la presidencia de la Comisión. Se está complicando la vida
PRÓXIMA COMISIÓN EUROPEA

Von der Leyen lo tiene todo para reeditar la presidencia de la Comisión. Se está complicando la vida

La actual presidenta de la Comisión Europea se ha abierto a acuerdos con sectores de los ultraconservadores, provocando una reacción contraria en el centro de su coalición

Foto: Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en Copenhague. (Reuters)
Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en Copenhague. (Reuters)

Ursula von der Leyen confía en ser reelegida como presidenta de la Comisión Europea para un segundo mandato. Todo está a su favor. Es la elección obvia y faltan alternativas viables. Pero incluso siendo todo eso cierto, la alemana se está complicando la vida. Las elecciones europeas que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio arrojarán un Parlamento Europeo que las encuestas auguran mucho más fragmentado y atomizado, y Von der Leyen tendrá difícil construir una mayoría estable. Ante esas dificultades, en las últimas semanas la candidata del Partido Popular Europeo (PPE) se ha abierto a pactar si es necesario con algunos partidos conservadores y de extrema derecha, provocando el enfado de parte fundamental del bloque que ha conformado la llamada “mayoría Von der Leyen” desde 2019.

Todo el mundo daba por hecho que Von der Leyen necesitaría votos del partidos más a la derecha del Partido Popular Europeo para poder ser confirmada al frente de la Comisión Europea. Es algo que ya había ocurrido en 2019, cuando la alemana, que fue elegida por solamente un puñado de votos, contó con el respaldo de partidos como los ultraconservadores de Ley y Justicia (PiS) que evitaron que las deserciones de eurodiputados socialistas, liberales y populares tumbaran su nombramiento.

En esta ocasión los números de la “mayoría Von der Leyen” serán, se espera, mucho más ajustados tras el derrumbe de los liberales de Renew Europe, que está previsto que pasen de los actuales 102 eurodiputados a solamente 85. Mientras tanto, los partidos de extrema derecha englobados en Identidad y Democracia (ID), donde se encuentran formaciones como Alternativa para Alemania (AfD) o la Lega italiana, pasarán de unos 58 escaños a unos 84 según las últimas encuestas, y los ultraconservadores de la familia de los Conservadores y Reformistas (ECR), donde hay partidos como Fratelli d’Italia, de la primera ministra italiana, o Vox, se mantendrá o incluso subirá algunos escaños.

placeholder Ursula Von der Leyen, candidata del PPE a próxima presidenta de la Comisión Europea. (Reuters)
Ursula Von der Leyen, candidata del PPE a próxima presidenta de la Comisión Europea. (Reuters)

Ante el riesgo de que como ocurrió en 2019 haya desertores dentro de la “mayoría Von der Leyen”, algunos declarados, como por ejemplo Les Républicains franceses, y otros que tienen cuentas pendientes con la presidenta de la Comisión Europea y que podrían estar tentados a dejarla caer, como el Partido Popular español, la alemana quiere garantizar más votos fuera de la coalición que conformaban los liberales de Renew Europe, los Socialistas y Demócratas (S&D) europeos, y el PPE. No es ningún secreto que la tendencia general del PPE es apoyarse cada vez más en partidos de ECR. Manfred Weber, presidente del PPE, ha pasado años trabajando en ese acercamiento.

En Italia el principal partido del PPE en el país, Forza Italia, es un socio minoritario de Fratelli d’Italia (de ECR), mientras que en Suecia el Gobierno de los Moderados (del PPE), está apoyado por los Demócratas Suecos, una formación de extrema derecha que también está en ECR. En España el Partido Popular ha formado gobiernos a nivel local y autonómico con Vox, otro partido de ECR. El proceso de acercamiento de los partidos populares a nivel nacional hacia los ultraconservadores lleva años en marcha.

A nivel europeo Weber ha probado esta nueva alianza con la reciente oposición del PPE a algunos elementos del Pacto Verde. El líder alemán de los democristianos europeos trató de liderar una revuelta contra algunas piezas legislativas, pero fracasó porque no todas las delegaciones del PPE siguieron la nueva línea. La idea de Weber y de otros dentro del PPE es que en la nueva legislatura podrían buscar mayorías alternativas de cara a algunas legislaciones clave que hasta ahora requerían de pasar sí o sí por el aro de la “gran coalición” europea de socialistas, populares y liberales.

Foto: Ursula Von der Leyen habla ante la Eurocámara. (EFE)

En ese contexto es en el que Von der Leyen considera natural tener que mirar hacia su derecha. Dentro del PPE ya se había señalado que se podía contar con votos de ECR, e incluso era una doctrina apoyada por algunos dentro de Renew Europe: hay algunos partidos dentro de los ultraconservadores europeos que sí son aceptables. Von der Leyen no se había abierto oficialmente a llegar a acuerdos con ellos, pero tampoco les cerraba la puerta, estableciendo una doctrina de pactos que se basaba en llegar a acuerdos con partidos que sean “pro-europeos, pro-OTAN, pro-ucranianos, partidarios de nuestros valores democráticos”. Esa fórmula permitía a Von der Leyen llegar a casi todo ECR, excluyendo a una delegación muy problemática, la del PiS polaco, rival absoluto de uno de sus principales aliados dentro del PPE, Donald Tusk, primer ministro de Polonia, que ha logrado expulsar al PiS del Gobierno con una campaña centrada en el daño que han provocado al Estado de derecho en el país.

La diferencia es que durante el primer debate electoral, que se celebró a principios de mayo en Maastricht (Países Bajos), Von der Leyen, presionada por el candidato principal de los ecologistas europeos, el holandés Bas Eickhout, lo admitió en público. “Dependerá mucho de la composición del Parlamento y quién está en cada grupo”, señaló la alemana, intentando pasar página rápidamente. Sin embargo, ni Eickhout ni el resto de formaciones contrarias a llegar a acuerdos con la extrema derecha han dejado pasar la ocasión. En las últimas semanas la presión ha ido aumentando, y el acuerdo para formar Gobierno en Países Bajos entre el partido de extrema derecha de Geert Wilders, y otras tres formaciones, entre ellas los liberales del VVD del hasta ahora primer ministro Mark Rutte, ha seguido poniendo el foco en los delicados acuerdos con estas formaciones.

Los socialistas, los liberales y los verdes europeos han firmado recientemente una declaración conjunta en la que rechazan los acuerdos con formaciones de extrema derecha, y complican a Von der Leyen cualquier mayoría después de las elecciones del próximo 6 al 9 de junio. La alemana se encuentra entre Escila y Caribdis, si se acerca demasiado a los ultraconservadores perderá el apoyo que tiene de partidos centristas, pero si rechaza por completo apoyarse en algunas formaciones de ECR puede quedarse sin los votos suficientes si hay demasiados desertores en la “mayoría Von der Leyen”.

placeholder Ursula Von der Leyen durante una visita a Praga. (Europa Press)
Ursula Von der Leyen durante una visita a Praga. (Europa Press)

Mayoría distintas

La alemana lleva mucho tiempo construyendo una mayoría para su reelección, pero lo ha estado haciendo en el Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno. Son ellos los que nominan al candidato a presidir la Comisión Europea, que el Parlamento Europeo debe rechazar o aprobar. Von der Leyen ha tejido una alianza muy amplia: habla bien de ella Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y una de las principales figuras de los socialistas europeos, pero también lo hace Giorgia Meloni, primera ministra italiana, primera espada de los ultraconservadores en la Unión Europea.

Eso es lo que ha hecho que Von der Leyen se consolide como la mejor opción, la que puede despertar un mayor consenso en el Consejo Europeo. Sigue siendo la favorita, pero en la capital comunitaria cada vez se habla más de la búsqueda de alternativas, de planes B. Emmanuel Macron, presidente francés, el mismo que ayudó a poner a Von der Leyen al frente de la Comisión Europea, lleva tiempo haciendo que aumenten los rumores sobre la búsqueda de otros posibles candidatos, y en Bruselas las opiniones están divididas sobre si se trata únicamente de una manera de “encarecer” su apoyo a Von der Leyen para que Francia obtenga una buena cartera en la próxima Comisión Europea, o si el francés está efectivamente buscando un sustituto para la alemana.

Ursula von der Leyen confía en ser reelegida como presidenta de la Comisión Europea para un segundo mandato. Todo está a su favor. Es la elección obvia y faltan alternativas viables. Pero incluso siendo todo eso cierto, la alemana se está complicando la vida. Las elecciones europeas que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio arrojarán un Parlamento Europeo que las encuestas auguran mucho más fragmentado y atomizado, y Von der Leyen tendrá difícil construir una mayoría estable. Ante esas dificultades, en las últimas semanas la candidata del Partido Popular Europeo (PPE) se ha abierto a pactar si es necesario con algunos partidos conservadores y de extrema derecha, provocando el enfado de parte fundamental del bloque que ha conformado la llamada “mayoría Von der Leyen” desde 2019.

Elecciones europeas Comisión Europea Parlamento Europeo
El redactor recomienda