Anécdota viajera: la noche en la que nos apuntaron con un arma...

"Habíamos triunfado. Claramente". Eso pensaba unas horas antes de tener un arma apuntando a nuestras caras. ¿Quién pensaba que la tarde-noche se iba a complicar de aquella manera? Pero, ¡espera! Mejor empecemos por el principio...

Diciembre de 2023. Grecia.

Era un día normal y corriente en nuestras vidas viajeras. Ayudados por Park4Night, llegamos con nuestra furgoneta camper a un parking de tierra casi a pie de playa que, fuera de temporada, se encontraba vacía y 100% libre para nosotros. Estaba escondida tras una pronunciada cuesta, con varios hoteles y apartamentos rodeándola, pero cerrados en esta época del año.

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Solos. En aquella playa desierta de aguas calmadas y transparentes, cerca de la localidad de Parga. ¿Era o no era un lujazo? Hicimos unas cuántas fotos y videos para el postureo, y pasamos unos minutos sentados en aquel espectáculo de lugar disfrutando del sonido del mar.

Si no tienes vehículo sobre ruedas, puedes alquilar una furgoneta camper o autocaravana.

Pero en diciembre, anochece muy pronto por estos lugares así que a eso de las 17h de la tarde, ya estábamos dentro de nuestra casa con ruedas, trabajando delante del ordenador.

No habíamos visto ni un alma en todo el día. Solamente un simpático perrete callejero al que habíamos echado un poco de carne y que nos había estado haciendo compañía hasta unos minutos antes de que el día se torciera.

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19pm. Ya era noche cerrada, cuando de repente, escuchamos el ruido de un motor afuera. Y como buenos cotillas que somos, nos asomamos detrás de la cortina para curiosear: ¿un coche? ¿o quizá otra furgoneta camper o autocaravana para hacernos compañía?

Con las luces del visitante pudimos vislumbrar que se trataba de un SUV 4x4 que estaba dando vueltas a nuestro alrededor para iluminarnos desde todas las perspectivas posibles.

Y de repente, se paró justo enfrente de nosotros, iluminando hacia el interior de nuestra furgoneta. Como estábamos asomados detrás de las cortinas, lo único que vería eran 2 cabezas asomadas y a Alex echándose para adelante cegado por las luces del visitante, intentando desempañar la humedad del cristal delantero con un limpiacristales, para así poder ver mejor.

Todo parecía relativamente normal, hasta que el hombre salió de su vehículo y se nos acercó lentamente... con una linterna en una mano... y una pistola en la otra. ¡Ops!

Iba vestido de uniforme y se paró delante de la ventanilla del conductor diciéndonos algo que no entendimos. Lo primero que pensamos es que era la policía. Como estábamos a medio vestir, le hicimos un gesto de espera y dijimos "Wait, wait a moment" para al menos ponernos unos pantalones encima antes de abrir.

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Pero entonces... cuando volvimos a asomarnos delante, sin venir a cuento, empezó a gritar aún más alto y levantó el arma en alto casi apuntando hacia nuestras caras con tono autoritario diciéndonos que abriéramos en inglés:  "Open!, open!". A grito pelao. Nos cagamos vivos, la verdad. Porque nunca habíamos visto en persona un arma que no fuera de juguete. Y porque se le veía nervioso y eso tampoco ayudaba. El típico perfil de: "Primero disparar, y después ya preguntaré si eso..."

Tras mirarnos, acojonados y preguntándonos con la mirada entre nosotros si era seguro abrirle... Alex accedió a la cabina de nuestra furgo y yo asomada desde atrás, le pregunté también a voces: "Police? Police?".

Dijo que sí (aunque después descubrimos que no era policía sino que era de la guardia costera), pero sin bajar el arma en ningún momento y mientras Alex bajaba la ventanilla, yo me apresuré a dejarle claro en inglés que éramos turistas ( "Tourist, tourist. Spain".) no fuera a ser que se pusiera aún más nervioso y se le escapara un disparo... Porque sí, hemos visto muchas pelis, y porque sí, la gente está muy loca.

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Ahí el tío pareció que se relajaba un poco y bajó el arma por fin, aunque seguía sujetándola en la mano junto a su cadera con el dedo en el gatillo. Respiramos un poco.

Nos pidió la documentación aún en tensión y con cara de pocos amigos y nos preguntó cuántos éramos y qué hacíamos ahí. Así que mientras le entregaba nuestros pasaportes, le dije que solo dos. Que éramos turistas españoles y que si había algún problema en que pasáramos la noche en esa playa.

Tras comprobar nuestros pasaportes sin dejar de mirarnos de reojo, se guardó el arma. ¡Ufffff!

Nos dijo que no había problema, que podíamos estar allí. Que tenían un problema de inmigración en el país y que era su obligación comprobar quiénes éramos y qué hacía nuestra furgoneta de noche en aquella playa desierta.

¡Vale! Solo estaba haciendo su trabajo. Genial pero... ¿era necesario levantar el arma? ¿era necesario acojonarnos de esa manera? ¿acaso no era evidente que éramos viajeros viendo la ventana, la claraboya y el rótulo de nuestra furgoneta en el que se ve un mapa GIGANTE?

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Sin más, se marchó para no volver. Tan serio como había venido. Sin siquiera pedirnos disculpas...

Y allí nos quedamos. Aún temblando un poco y preguntándonos qué hubiera pasado si realmente hubiéramos sido inmigrantes. ¿Nos habría pegado un tiro solo por huir de un país en guerra, por ejemplo? ¿Nos habría pegado un tiro por echarnos al mar para intentar sobrevivir o buscar una vida "mejor"? ¿Se hubiera puesto la cosa más tensa si no hubiéramos abierto por miedo o si no hubiéramos sido capaces de comunicarnos en inglés? Apostamos a que sí.

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Así que allí pasamos el resto de la tarde, debatiendo hasta qué punto la autoridad y el tener un arma en la mano, no se le va de las manos (nunca mejor dicho) a algunas personas. Y nos dolió hasta imaginar la violencia con la que algunos guardias deben actuar contra otros seres humanos, que solo buscan sobrevivir. Y nos planteamos también si no deberían existir más controles sobre qué tipo de personas pones a cargo de las fronteras porque sinceramente... el hombre muy sereno, humano y equilibrado, no nos pareció.

Tras unas horas, volvimos a sentirnos en calma. Y pasamos la noche en completo silencio, sin nadie más que nos molestara ni nos pusiera un arma en la cara.

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¿Qué habrías hecho tú en esta situación? ¿Te parece que su actuación fue proporcionada a las circunstancias? Nos encantaría conocer tu opinión al respecto.

Más allá de entretenerte, esperamos que esta historia te haya hecho reflexionar...

Y por si estás pensando que Grecia debe ser un país inseguro... ¡nada más lejos de la realidad! Fue una situación puntual y aislada. De hecho, pasamos un total de 3 meses en Grecia, en ocasiones durmiendo en playas igual de desiertas, y nunca nos volvió a pasar nada similar.

Pronto te enseñaremos un montón de rincones muy TOP para visitar en nuestra sección de Viajes / Turismo > Grecia. Un país muy pero que muy recomendable ;)