Con un extraordinario despliegue de colores, músicas, bailes, saberes y compadrazgo, ayer el Estadio Monumental Simón Bolívar de Caracas, en La Rinconada, vivió un episodio inédito en la historia del país: el encuentro de la mayoría de las expresiones culturales del territorio nacional y al menos 25 países invitados de cuatro continentes, durante la inauguración del Festival Mundial Viva Venezuela.
Fue un episodio auténticamente heroico, con cultores y cultoras provenientes de los más lejanos rincones de Venezuela, sus ropajes y sus costumbres, sus imágenes e instrumentos, con la idea no solo de que repicaran 10 mil tambores en las gradas, sino que todos los sonidos de la venezolanidad tintinearan al unísono y sobre un mismo escenario. Y así sucedió.
Tal como lo advirtió el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, fue un momento clave para palpar a profundidad el sentir venezolano. Así lo percibieron las casi cuarenta mil almas que ingresaron al inmenso recinto, el cual solo ha sido colmado por estrellas de la música pop como Karol G.
Y se hizo justo el día en que se celebra el Día del Artista Plástico en homenaje al natalicio de Armando Reverón, y el día de la Afrovenezolanidad, con lo cual se reivindican las raíces de la Patria y sus luchas históricas, como lo advirtió el mismo presidente de la República, Nicolás Maduro, durante las palabras de apertura del encuentro.
Marea variopinta.
Los maromeros y saltimbanquis también dijeron presente. Jacobo Méndez
El colorido de las vestimentas resultaba impresionante. Luis Graterol
l ministro Ernesto Villegas fue el gran animador del festival. /Prensa presidencial
Los tambores se dejaron escuchar en tarima y en las gradas. Jacobo Méndez
Los drones sorprendieron a los presentes /Bernardo Suárez
Cuartenta mil almas plenaron con alegría, música y bailes el estadio. Luis Graterol
Esta cita memorable facilitó la comunión entre maestros como Iván Pérez Rossi y Arnoldo Ramírez, un agricultor de la Mesa de Esnujaque, en Trujillo, quien además de la responsabilidad de criar a tres hijos y de sembrar en lo más profundo de las tierras andinas, es el primer capitán de Los Hilos de San Benito de Palermo, delegación que partió el jueves a las 6:00 de la tarde y llegó a las 6:00 de la mañana del viernes para participar en el festival.
Los Diablos bailaron con San Juan, los Santos Inocentes de Caucagua se juntaron con las parrandas de San Pedro de Guarenas y Guatire, los artesanos exhibieron sus obras para que las apreciaran los intérpretes del joropo tuyero, quienes regatearon unas maracas al maestro luthier Oswaldo Zolá, con la certeza de que así se teje el paisanaje entre los venezolanos.
Florazul Estanga, de la delegación de sanjuaneros y parranderos de la comunidad de Taría, municipio Veroes de Yaracuy, relató que lo más hermoso del evento fue el intercambio de conocimientos (y de teléfonos) que se produjo en el estacionamiento de El Poliedro mientras esperaban el acceso junto a las otras agrupaciones. Llegó a Caracas a la 10:00 de la mañana de ayer junto a 700 compañeros en 27 autobuses, en una de las representaciones más abultadas.
“Es una iniciativa muy nutritiva que se convirtió en un compartir: de aquí nos vamos con los datos de grupos de danzas, burriquitas, músicos, que están interesados en ir a Yaracuy”, dijo.
No solo asistieron las agrupaciones, cofradías, manifestaciones artísticas específicas de cada región, sino que el despliegue humano se transformó en una marea variopinta que incluyó a jóvenes músicos del Sistema Nacional de Orquestas, agrupaciones de Boy Scouts, bandas secas, saltimbanquis, teatreros, estudiantes, maromeros y pueblo proveniente de todas las parroquias de la capital y ciudades vecinas.
Una demostración de drones completó la sorpresa al caer la noche del encuentro que se inició desde la 1:00 de la tarde, cuando se abrieron las puertas del Monumental.
El impresionante espectáculo dibujó mensajes y figuras sobre el cielo caraqueño, para coronar con el conmemovedor rostro de Armando Reverón. Es el primer evento de estas características que se hace en América Latina, según lo explicó el ministro Villegas, gracias al apoyo de la República de China.
Es apenas el comienzo. El festival arrancó de la manera más emocionante, pero su programación continuará hasta el 19 de mayo para seguir visibilizando el quehacer cultural y las costumbres más típicas del país, en un intento por dejar en evidencia nuestra multiculturalidad, como lo propuso desde el inicio La Misión Viva Venezuela, mi Patria Querida, nacida el 16 de febrero pasado.
En esa fase está previsto que el festival se extienda a escenarios públicos y abiertos, plazas, teatros, centros culturales de todas las parroquias caraqueñas, La Guaira y los municipios del estado Miranda.
Este enorme esfuerzo de intercambio cultural seguirá más adelante por todo el territorio nacional.
“Nos vamos por todo el país”. El presidente de la República, Nicolás Maduro, declaró oficialmente inaugurado el Primer Festival Internacional Viva Venezuela, mi Patria Querida, en un Estadio Monumental que resultó insuficiente para las 40 mil almas que colmaron sus instalaciones.
Acompañado de la primera combatiente, Cilia Flores, y ataviado con una camisa manga larga estampada, el mandatario exclamó ante la multitud: “¡Feliz tarde, Venezuela!, ¡Que viva Venezuela!, ¡Que viva la cultura!, ¡Que vivan los cultores, las cultoras! Día de la Afrovenezolanidad. Hoy, día de José Leonardo Chirino (…) Hoy, día de los artistas plásticos. ¡Que viva Reverón!”, al tiempo que tomó una maraca, bailó y compartió con el público que estaba cerca de la tarima.
Visiblemente emocionado, Maduro anunció que, ante la magnitud del evento y la entusiasta respuesta del público, el festival inicialmente programado para Caracas, La Guaira y Miranda, se extenderá a toda Venezuela.
“Nos vamos por todo el país, la cultura brillando en todos los pueblos, en todos los barrios, en todas las plazas de Venezuela”, anunció.
Ante los procesos de desculturización y de transculturización, el Presidente enfatizó que “nosotros tenemos la vacuna a la destrucción del capitalismo occidental” y que “la vacuna es nuestra cultura, nuestra identidad, nuestra música, nuestros valores”.
Añadió que “estamos levantando lo más grande de nuestro país: su cultura, su poesía, sus raíces”.
