Después de varios años de amagar con su material solista, Kerry King nos presenta su ópera prima, “From Hell I Rise” que salió este 17 de mayo vía Reigning Phoenix Music.
Tras anunciar el lanzamiento de su disco solista y el súper grupo que lo acompaña (Mike Osegueda[Dark Angel] en la voz, Phil Demmel [Machine Head] en la guitarra, Kyle Sanders [Hellyeah] en el bajo y Paul Bostaph [Slayer] en la batería), Slayer sorprendió con una reunión para unos cuantos shows que hicieron que los metaleros voltearan con más expectativa a este material la cual en cierto punto se cumple.
Kerry King es conocido por ser una persona muy apegada a sus ideas que odia salirse de lo que conoce y desprecia la experimentación; este disco es una prueba de esta actitud.
Este material se siente como la continuación del Repentless, el último disco de Slayer pero añadiéndole unos ligeros toques del Death Angel actual y algo de groove en pequeños momentos de disco gracias a los músicos que acompañan a King. Esta similitud es un arma de doble filo, ya que la despedida de Slayer fue duramente criticada por su monotonía.
Con letras menos ligadas a temas ocultos y más apegadas a lo político y a temas sociales nos podemos encontrar corriendo en círculos teniendo un Deja Vú musical, aunque encontramos en “Trophies of the Tyrant”, “Two Fist” “Where I Reign” y “From Hell I Rise” que si bien es lo más rescatable no logran salirse de este bucle.
Quien se lleva las palmas es Mike Osegueda que tiene una potencia vocal que recuerda a un Tom Araya en sus mejores momentos, que junto a una banda de viejos lobos de mar cumplen las expectativas de Kerry, que son quedarse en su zona de confort de la forma más salvaje posible a lo largo de 13 canciones y 46 minutos.
Si buscas brutalidad, velocidad e ira desmedida con el sello de la casa definitivamente lo encontrarás en este disco, que si bien será una masacre en vivo y causará un mosh tras otro, será hecho a un lado de manera inmediata al ser algo sumamente conocido y fácilmente olvidable.