El linaje real británico ha sido históricamente asociado con una opulencia que desafía los límites convencionales de la riqueza. Sin embargo, un reciente análisis financiero revela que el Príncipe Guillermo, próximo en la línea de sucesión al trono británico, ha alcanzado un nivel de prosperidad que eclipsa incluso la considerable fortuna de su propio padre, el Príncipe Carlos.

El patrimonio de Carlos III, una amalgama compleja de empresas, fideicomisos, fundaciones y vastas extensiones de tierras tanto dentro como fuera del territorio británico, ha sido objeto de estimaciones difíciles de precisar. Aunque se estima que supera los 1048 millones de euros, según informes de The Times, las cifras exactas se ven envueltas en un halo de misterio debido a la diversidad y complejidad de sus inversiones.

Por otro lado, el Príncipe Guillermo ha emergido como un titán financiero, consolidando una fortuna que supera con creces la de su padre. Varios medios británicos han desglosado meticulosamente sus activos, destacando su herencia del ducado de Cornualles, transferido por el Príncipe Carlos en 2020. Este ducado, con una trayectoria que se remonta 678 años, comprende una vasta gama de propiedades, incluidos bienes inmuebles comerciales, tierras de cultivo y una parte significativa del Parque Nacional de Dartmoor, utilizado para la extracción de minerales.

"La asignación oficial que recibimos anualmente, junto con la herencia de la Reina Isabel II, ha sido fundamental para nuestra situación financiera", señaló el Príncipe Guillermo en una declaración a la prensa.

Además de estas fuentes de ingresos, el Príncipe Guillermo también se beneficia de una parte considerable del legado de su difunta madre, Lady Di. La herencia de Diana, estimada en alrededor de 25 millones de euros, se destinó principalmente a sus dos hijos, Guillermo y Harry, así como a otros beneficiarios, incluido su mayordomo Paul Burrel.

La suma total de la fortuna del Príncipe Guillermo se estima en más de 1200 millones de euros, según fuentes oficiales. Esta cifra contrasta notablemente con la situación financiera de su hermano, el Príncipe Harry, cuya fortuna de 35 millones de euros se ve desafiada por sus gastos en curso, incluida una mansión en California con una hipoteca significativa y costos de seguridad exorbitantes.

"La disparidad en nuestras circunstancias financieras ha contribuido a la tensión en nuestra relación", comentó el Príncipe Guillermo, refiriéndose a la distancia creciente entre él y su hermano.