Miami.— El senador Robert Menéndez y su esposa Nadine están en el centro de un escándalo político que involucra y soborno desde 2018 hasta 2022. Las acusaciones detalladas incluyen la recepción de más de 700 mil dólares en efectivo y en barras de oro, sobornos de empresarios de Nueva Jersey y la influencia política ejercida a favor de estos empresarios y para el gobierno de Egipto.

Los empresarios implicados en el caso son Fred Daibes, Wael Hana y José Uribe, quienes presuntamente ofrecieron sobornos a Menéndez a cambio de favores políticos, que incluyeron facilitar encuentros entre funcionarios egipcios y estadounidenses, además de influir en decisiones sobre ayuda militar y seguridad. Se alega que estos sobornos estaban disfrazados de transacciones financieras, como pagos de hipotecas y la compra de un automóvil Mercedes-Benz, que más tarde se intentó encubrir como reembolsos de préstamos.

Wael Hana, quien se declaró no culpable, tiene conexiones con Egipto y ha estado involucrado en negocios que incluyen la certificación de alimentos para exportaciones de Estados Unidos a Egipto. La empresa se llama IS EG Halal Certified, Inc. y obtuvo un monopolio para la certificación halal con el apoyo de Menéndez, según las acusaciones. Fred Daibes, quien se declaró no culpable, es un desarrollador inmobiliario en . Daibes ha sido un importante donante y partidario de Menéndez durante años y ha estado involucrado en varios proyectos de desarrollo inmobiliario en la región.

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El senador por Nueva Jersey y su esposa Nadine, a su llegada a la Corte Federal de Nueva York, en septiembre de año pasado. Fotos de AP
El senador por Nueva Jersey y su esposa Nadine, a su llegada a la Corte Federal de Nueva York, en septiembre de año pasado. Fotos de AP

José Uribe, quien se declaró culpable, está vinculado al negocio de seguros y camiones en Nueva Jersey. Los detalles específicos sobre su empresa no están tan claramente delineados en las acusaciones como los de los otros dos empresarios.

Lingotes de oro y miles de dólares

Durante un allanamiento en junio de 2022, agentes federales hallaron más de 566 mil dólares en efectivo y 150 mil más en lingotes de oro en la casa de los Menéndez, algunos de ellos ocultos en sobres dentro de la ropa y en cajas fuertes. Los fiscales alegan que este comportamiento representa una “relación corrupta” que dañó la integridad del sistema gubernamental, destacando que el abuso del poder público para beneficio personal es un tema serio que enfrentan con rigor en el sistema de justicia criminal estadounidense.

El caso es manejado por Damian Williams, fiscal de Estados Unidos para el Distrito sur de Nueva York y está previsto que el juicio de Robert Menéndez, originalmente programado para el 6 de mayo, inicie en la Corte federal de Manhattan el día 13. El juicio a Nadine será por separado y se pospuso hasta julio o agosto por razones médicas que involucran una intervención quirúrgica.

Los cargos

Menéndez —quien renunció en septiembre a la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pero rechazó dimitir a su cargo de legislador— y su esposa enfrentan cargos graves bajo el estatuto federal de soborno, según el cual podrían recibir una sentencia de hasta 15 años de prisión si se les encuentra culpables de ofrecer o recibir algo de valor para influir en un acto oficial. Adicionalmente, enfrentan posibles cargos por obstrucción de justicia, que también conllevan penas severas, incluyendo más años de prisión dependiendo de la naturaleza y resultado del caso.

Menéndez está acusado de proporcionar favores políticos al gobierno de Egipto, como presionar para influir en la política exterior de Estados Unidos en su favor, incluyendo gestiones para la liberación de fondos de ayuda militar.

También se le acusa de intervenir en asuntos comerciales para beneficiar a empresarios vinculados con Egipto, facilitando tratamientos favorables y proporcionando información sensible del gobierno estadounidense a funcionarios egipcios, a menudo a través de intermediarios cercanos a él.

A Nadine se le acusa de facilitar contactos y comunicaciones entre su esposo y terceros interesados en influir en decisiones políticas y comerciales que beneficiarían tanto a empresarios como al gobierno de Egipto. También se le imputa haber recibido beneficios directos, como pagos de la hipoteca de su casa, un auto de lujo y un empleo con poca o ninguna obligación laboral como parte de los sobornos.

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La defensa

En un documento judicial, los abogados que defienden a Menéndez lo describieron como “un patriota estadounidense, con una historia de éxito por excelencia. Hijo de migrantes cubanos, el senador Menéndez creció en un edificio en Union City, Nueva Jersey, se educó en el sistema escolar público y se graduó de la Facultad de Derecho Rutgers, en 1979”. Desde entonces, dijeron, suma “50 años de servicio público dedicado, primero en la Asamblea General de Nueva Jersey, luego en el Senado de Nueva Jersey y después en la Cámara de Representantes”.

La defensa alude a la reputación del senador “como luchador que no se echa atrás ante la injusticia”.

Sobre el dinero y lingotes hallados en su casa, Menéndez dijo que era fruto de “sus ahorros” y que lo tenía allí por una “costumbre” y en caso de emergencia.

Impacto demócrata

El caso contra el senador puede tener implicaciones significativas para el Partido Demócrata. “En términos políticos, este tipo de escándalos de corrupción suelen afectar negativamente la imagen pública del partido implicado” dice a EL UNIVERSAL el politólogo Pablo Salas desde Florida. “Especialmente si la persona acusada ocupa un puesto de alta visibilidad o influencia, como es el caso de Menéndez, quien ha sido un senador destacado y preside comités importantes”.

Este caso podría dañar la credibilidad del Partido Demócrata en temas de ética y corrupción, de cara a las elecciones de noviembre.

“Un escándalo de esta magnitud podría ser utilizado por los opositores políticos para cuestionar la integridad de todo el partido, sugiriendo que su patrón de comportamiento está integrado a una cultura de corrupción, aunque se trate de un caso aislado”, señala Salas.

Además, los rivales políticos podrían explotar el caso para disminuir el apoyo al partido en elecciones locales y nacionales, afectando potencialmente las campañas de otros candidatos demócratas.

Este caso “podría también forzar al partido a distanciarse de Menéndez para preservar su imagen pública, lo que podría incluir llamados dentro del partido para su renuncia o despojo de sus roles de liderazgo en el Senado”, explica el politólogo. De igual modo, podría desencadenar un debate más amplio dentro del partido sobre las políticas de ética y transparencia, posiblemente llevando a reformas internas para prevenir futuros incidentes.

Menéndez anunció hace tiempo que no irá a la reelección como demócrata en noviembre y aunque hasta la fecha no se ha postulado formalmente como candidato independiente, ha dejado abierta la posibilidad, dependiendo del resultado de su proceso judicial.

¿Lo indultaría Biden?

De no ser exonerado de estas acusaciones, la posibilidad de que el senador Menéndez reciba algún tipo de perdón depende de varios factores. En el sistema judicial de Estados Unidos el presidente tiene la potestad de conceder indultos y conmutaciones de penas a personas condenadas por delitos federales. Sin embargo, esta clemencia presidencial generalmente se considera en casos donde existen circunstancias atenuantes significativas, errores judiciales evidentes o cuando la persona ha demostrado un cambio positivo sustancial tras su condena.

Además, el uso del indulto presidencial en casos de corrupción política es altamente controversial y políticamente sensible.

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