SALUD
ONCE VIDAS

Una mirada internacional en la prevenci�n del suicidio juvenil: Finlandia, 70 a�os cuidando de la salud mental de los universitarios; Irlanda, el pa�s al que mira Espa�a

Traspasamos la frontera para conocer las estrategias de dos pa�ses europeos. La finesa ha logrado reducir a la mitad las muertes de 1986. Dubl�n ha desarrollado un amplio marco de protecci�n en la educaci�n superior.

Trinity College en Dubl�n (Irlanda)
Trinity College en Dubl�n (Irlanda)
Actualizado

En Finlandia el oso es un s�mbolo nacional. Lo llaman Karhu. En el pasado era una palabra prohibida, tab�, porque una vieja superstici�n dec�a que s� se pronunciaba se provocar�a un 'efecto llamada' y un enorme ejemplar ir�a a la granja y matar�a a todos los animales. El suicidio es aun ese oso del que no se suele hablar por temor a que aparezca pero el silencio solo hace que su zarpazo sea a�n m�s profundo.

Este pa�s n�rdico lo sinti� especialmente a finales de los a�os 80 cuando su tasa era muy superior al del resto de Europa (30 por 100.000 habitantes) y decidi� desarrollar una estrategia a nivel nacional desde 1986 que ha logrado reducir a m�s de la mitad las muertes (13,48 en 2021 seg�n los �ltimos datos de Eurostat).

Para saber m�s

Miramos hacia este pa�s para conocer las medidas actuales para proteger la vida de los j�venes y tambi�n hacia Irlanda, el pa�s al que ha hecho referencia el Gobierno espa�ol para tomarlo como modelo. Sanidad anunci� con M�nica Garc�a ya al frente su disposici�n a adoptar una estrategia concreta para la prevenci�n del suicidio en este colectivo.

En Finlandia, como en Espa�a, la pandemia y el aislamiento, la incertidumbre y el abuso de las nuevas tecnolog�as que trajo con ella, entre otros factores, agrav� el malestar emocional de la poblaci�n, especialmente entre los j�venes aumentando la ideaci�n suicida y las autolesiones.

Timo Partonen es investigador del Instituto Finland�s para la Salud y el Bienestar (THL) y profesor asociado de psiquiatr�a en la Universidad de Helsinki. Confirma a EL MUNDO ese aumento de los pensamientos de muerte entre los j�venes pero asegura que "es un fen�meno bastante com�n y en la mayor�a de los casos no sustenta ni conduce a actos suicidas" y subraya que el plan fin�s actual, que se extiende hasta 2030, "hace hincapi� en ellos como colectivo de " alto riesgo" y ofrece "sugerencias, no obligaciones" a las universidades para la prevenci�n.

Universidad de Helsinki (Finlandia)
Universidad de Helsinki (Finlandia)

La principal es, asegura, establecer un "umbral bajo de ayuda, de modo que una persona que tiene pensamientos suicidas puede buscar apoyo f�cilmente y acudir a un profesional de la asistencia social y sanitaria". Desde hace 70 a�os, los estudiantes universitarios cuentan en Finlandia con una organizaci�n a nivel nacional, Finnish Student Health Service, que les brinda atenci�n m�dica general y de salud mental, con programas de autoayuda gratuitos que les ofrecen informaci�n y pautas sobre c�mo gestionar desde problemas de ansiedad, rupturas sentimentales o de soledad al consumo excesivo de alcohol, trastornos alimentarios o de identidad de g�nero, terapias grupales para manejar el estr�s, la ansiedad o la depresi�n o sesiones presenciales u online con un psiquiatra y/o psic�logo. [AQU� PUEDE CONSULTARLO].

Irlanda tiene una tasa de suicidio de 9,31, cerca de un punto y medio superior a la de Espa�a (Euroestat, 2021). Cuenta con un Plan Nacional para la Prevenci�n y desarroll� en octubre de 2020 una estrategia espec�fica para mejorar la atenci�n a los estudiantes, la detecci�n e intervenci�n en casos de riesgo y orientar a las universidades a identificar las necesidades y aplicar los recursos, medidas y pautas m�s adecuados para crear una red de protecci�n eficaz en todo el campus. Ello es posible porque lo aborda desde un enfoque integral, atendiendo a la persona que sufre, sensibilizando a su entorno (grupo, amigos, familia) e implicando tanto a la comunidad universitarias como a otras instituciones p�blicas bajo una m�xima: "Se debe escuchar la voz de los estudiantes" [PUEDE CONSULTARLA AQU� INTEGRA

El a�o previo a la implantaci�n de esta estrategia un estudio advert�a que en cinco a�os hab�a aumentado el n�mero de estudiantes con s�ntomas de depresi�n grave o muy grave (de 14 a 21%), con ansiedad grave y muy grave (de 15% a 26%), que hab�an intentado quitarse la vida (de 7 al 8%), que pensaban que no val�a la pena vivir (de 43 al 53%). La Universidad (68%), el futuro (42%) y la econom�a (41%) eran las principales causas de su malestar.

Ya en ese momento, los m�s de 230.000 estudiantes de ense�anza superior pod�an encontrar apoyo emocional de forma an�nima y gratuita escribiendo un mensaje al n�mero 50808, un chat habilitado por el Gobierno y atendido por voluntarios durante las 24 horas del d�a y las universidades en Irlanda dispon�an de "excelentes programas, m�dulos, servicios y campa�as para la salud mental de los estudiantes con el apoyo de departamentos como servicios de asesoramiento estudiantil y centros de salud" pero exist�a una clara "falta de coordinaci�n entre servicios que causaba dificultades" en la atenci�n y una evidente aumento del sufrimiento y de la petici�n de ayuda que llev� al Gobierno a tomar la determinaci�n de crear un marco com�n de actuaci�n bajo estos puntos:

1. LA PREVENCI�N DEL SUICIDIO, ATENCI�N PRIORITARIA Y CON RECURSOS

Hace un llamamiento a colocar como prioridad en la agenda pol�tica la salud mental y la prevenci�n del suicidio con la elaboraci�n y apoyo de estrategias nacionales e institucionales espec�ficas en las que sea escuchada la voz de los universitarios y se tenga en cuenta en las decisiones: "El respeto por el bienestar de los estudiantes y la salud mental debe impregnar todos los aspectos de toma de decisiones a nivel gubernamental".

Se requiere del compromiso y participaci�n de todos los miembros de la comunidad universitaria para promover el bienestar de los estudiantes y garantizar que la intervenci�n sea adecuada y con recursos suficientes y garantizar otros apoyos locales de salud mental.

2. ELABORACI�N DE PROTOCOLOS

Establece que las universidades tienen que cubrir mediante protocolos las siguientes �reas e informar a los miembros del personal y a los representantes de los estudiantes para que sean eficaces:

  • De incidentes cr�ticos. Marcar los pasos adecuados para manejar eventos graves y que requieran intervenci�n inmediata, entre ellos la muerte de estudiante o una lesi�n grave. Recomienda clasificar los distintos niveles de emergencia para emplear los recursos de forma efectiva y crear equipos de respuesta para gestionar la seguridad del campus, la movilizaci�n, la comunicaci�n, coordinaci�n y toma de decisiones.
  • Atenci�n de estudiantes con malestar emocional. Las acciones deben tener en cuenta el nivel de angustia o el comportamiento, particularmente en casos de intenci�n suicida, autolesi�n o comportamiento amenazante. La respuesta comienza evaluando la gravedad, urgencia y riesgo del problema y la voluntad del alumno de aceptar ayuda. Tambi�n cubre la comunicaci�n y la derivaci�n a un servicio de apoyo profesional adecuado.
  • Muerte de un estudiante, con procedimientos espec�ficos para un caso de suicidio o sospecha de suicidio. Dependiendo de las circunstancias del fallecimiento, esto incluye comunicarse con la familia y transmitir sus deseos; con los compa�eros, profesores y miembros del personal del campus; personal m�dico y con la comunidad en general.
  • Apoyo a los estudiantes con trastorno mental. Implementar actuaciones para garantizar que los alumnos tengan una experiencia positiva y puedan continuar en la educaci�n superior y desarrollar su m�ximopotencial sin que el diagn�stico de un trastorno mental sea un obst�culo para ello.
  • Pol�tica de retiro temporal. Dar apoyo a los estudiantes que est�n atravesando un problema de salud mental para que puedan tomarse un tiempo lejos de los estudios y recuperarse. Cuando se encuentren listos para retomar el curso, ofrecerle ayuda para que puedan hacerlo sin excesivas dificultades.
  • Estrategia de comunicaci�n. Crear una p�gina web que aglutine todos los recursos de la instituci�n para la atenci�n de los cuidados a la salud mental y que sea accesible para los estudiantes. Especialmente importante es que aquellos que sufran una crisis puedan encontrar f�cilmente la informaci�n de los recursos donde pueden ser atendidos.
  • Restringir el acceso a los medios letales. Como parte de la planificaci�n estrat�gica, los dirigentes universitarios deben examinar el campus para evitar el acceso a lugares en los que un estudiante pueda quitarse la vida u otros m�todos. En 1988, Bristol instal� barreras de alambre en un 'punto negro' y se redujeron las muertes a la mitad.

2. COLABORACI�N COMUNITARIA

Para cuidar de la salud mental de los universitarios se propone un "enfoque co-creativo e inclusivo" en el que participen los estudiantes, el personal y los servicios de salud, entidades sociales, las administraciones tanto a nivel local como nacional y la sociedad en general. Mejorar la comunicaci�n con los centros de salud lo considera clave para ofrecer una buena atenci�n y evaluaci�n biopsicosocial inmediata.

3. FORMAR A GUARDIANES DE VIDA

El marco desarrollado por el Gobierno irland�s considera indispensable las campa�as de promoci�n de salud mental, la formaci�n y concienciaci�n de todos los miembros de la comunidad universitaria para que puedan comprender la conducta suicida, identificar "signos de angustia psicol�gica" y derivar a los recursos apropiados a estudiantes vulnerables o en crisis. Tanto alumnos como docentes y el resto del personal del campus se pueden convertir en "guardianes" de vida y luchar contra el estigma.

Los amigos, compa�eros de clase o de habitaci�n suelen ser los primeros que identifican que otro joven puede estar teniendo un problema de salud mental y tambi�n lo m�s probable es que cuando un estudiante sufre recurra a ellos para pedir ayuda al ser con quien m�s se identifica. Para que ese apoyo entre pares se ofrezca de forma segura deben existir sistemas para identificar eficazmente a las personas que necesitan m�s ayuda y apoyo y garantizar que los j�venes que ayudan tambi�n tengan apoyo especializado cuando se enfrenten a situaciones complejas. El nivel de ayuda entre pares var�a en las universidades irlandesas. Algunas lo limitan a la orientaci�n informar, con consejos a los estudiantes el primer a�o y otras ofrecen una formaci�n m�s amplia para que puedan ofrecer apoyo continuo a un compa�ero que lo necesite.

4. FOMENTAR LA "CONEXI�N"

Sentirse apoyado, parte de un grupo, integrado, es uno de los principales factores de protecci�n frente al suicidio. Por ello, fomentar el bienestar de los estudiantes supone tambi�n combatir la soledad, fomentar los v�nculos fuertes y el sentido de pertenencia dentro de la Universidad. La estrategia propone crear comunidades que fomenten la participaci�n y est�n "conectadas, seguras, enriquecedoras, con un entorno inclusivo y compasivo".

Los estudiantes con menor apoyo social percibido tienen m�s probabilidades de experimentar problemas de salud mental: un riesgo hasta seis veces mayor de depresi�n y una prevalencia diez veces mayor de pensamientos suicidas. Los estudiantes que participaban en organizaciones estudiantiles, sin embargo, ten�an menos probabilidades de tener problemas graves. Los deportes tambi�n se asociaron con una disminuci�n del comportamiento suicida.

Otro de los pilares b�sicos es la formaci�n en habilidades emocionales para saber manejar las dificultades de la vida, prevenir la depresi�n y la ansiedad y el documento hace menci�n a un listado de recursos ya existentes para el bienestar de los estudiantes: aplicaciones, podcasts, cursos 'on line' o libros y recomienda incorporar la prevenci�n del suicidio en el plan de estudios de pregrado.

5. IDENTIFICAR EL RIESGO Y SABER RESPONDER

Buscar ayuda cuando asaltan los pensamientos suicidas no es f�cil. Por ello se hace hincapi� en la necesidad de que la encuentren con facilidad y la reciban de forma inmediata. Los centros deben brindar a los estudiantes acceso a m�ltiples servicios donde encontrar apoyo en funci�n de sus necesidades: presenciales, 'on line', por mensaje de texto y servicios telef�nicos, fuera de horario lectivo, grupo de apoyo, entre pares y recursos de autoayuda.

Se pone en valor la importancia de la intervenci�n temprana y de que los estudiantes se sientan seguros y sepan que recibir�n apoyo si cuentan sus preocupaciones sobre su salud mental. Para ello es necesario que se garantice que los servicios de apoyo cuenten con los recursos "adecuados, seguros, inclusivo, culturalmente apropiado y accesible" para todos los estudiantes, impartido por "profesionales que utilizan intervenciones y terapias de alta calidad basadas en evidencia que est�n sujetos a evaluaci�n peri�dica".

Otro de los retos es la lucha contra el estigma, que dificulta que las personas con ideaci�n suicida busquen ayuda. Menos de uno de cada cuatro estudiantes busca apoyo, subraya el documento, debido al rechazo que a�n perciben. La estrategia irlandesa pone como ejemplo pr�ctico para acceder a las personas vulnerables que sufren en silencio la herramienta de la Fundaci�n estadounidense Jed, UlifeLine, un sistema de autoevaluaci�n an�nimo 'on line' que ayuda a los estudiantes a autoevaluarse si est�n deprimidos o en riesgo de suicidio y los deriva a los servicios de atenci�n en su escuela o universidad.

Otro ejemplo de herramienta eficaz que muestra Irlanda es el e-Coping Herramienta de Gesti�n del Estr�s de la Universidad de Almer�a (Espa�a), que ha resultado "�til y eficaz" para detectar y ofrecer una primera respuesta para estudiantes con problemas de salud mental asociados con el estr�s acad�mico.

Los profesionales deben contar con todos los estudiantes con frecuencia , no solo con los que buscan los servicios, para mantenerse al d�a de las necesidades en �reas como bienestar, estilo de vida, comportamientos de seguridad y salud.

6. REVISI�N DEL SISTEMA

Los servicios estudiantiles, los centros de salud y de asesoramiento deben utilizar sistemas de recopilaci�n de datos que cubren cuestionarios y documentos administrativos utilizados para seguir el progreso y para auditar la eficacia y la calidad.

7. COMUNICACI�N Y COLABORACI�N

Se considera esencial para garantizar una buena atenci�n la buena comunicaci�n y colaboraci�n tanto entre los propios servicios del campus como con los centros de salud locales para que se garantice una atenci�n especializada al estudiante fuera de esas instalaciones y un seguimiento en la intervenci�n con protocolos compartidos.

Tambi�n es clave la implicaci�n de la familia. Al tratarse de estudiantes mayores de edad, solo se contacta con los padres en el caso de una emergencia o problema grave de salud mental. Por ello, el plan recomienda que las universidades exijan a los estudiantes que proporcionen un contacto familiar al registrarse por si surge una urgencia.

En casos en los que los estudiantes est�n atravesando dificultades, el personal de los servicios de apoyo psicol�gico pueden ayudarles a identificar a las personas de su entorno que pueden brindarle un apoyo �til y animarles a contactar con ellas para explicar los problemas que est�n teniendo. Esto puede implicar una planificaci�n de las conversaciones, por ejemplo, o que un profesional se una a una llamada o a una reuni�n con un miembro de la familia para ayudar a la comprensi�n del problema. Una encuesta realizada por el Reino Unido en 2019 mostr� que la mayor�a de los estudiantes (66%) contactar�a con sus padres en caso de un problema de salud mental grave.

8. ATENDER A LOS ESTUDIANTES VULNERABLES EN DUELO

Una muerte por suicidio causa un gran impacto emocional en el entorno m�s cercano. Familiares y allegados se convierten en supervivientes de una p�rdida que suele ir acompa�ada de dolorosas preguntas sin respuestas, de culpa, soledad y estigma. A este complicado duelo se suma el hecho de que un fallecimiento en estas circunstancias en el campus puede provocar un efecto imitaci�n al ser los j�venes un colectivo especialmente vulnerable. El marco de actuaci�n del Gobierno irland�s subraya la importancia de realizar una " posvenci�n adecuada y coordinada" para evitar nuevas muertes por ese "gran efecto domin�", "facilitar el proceso de duelo" ayudando a expresar emociones dif�ciles y "estabilizar el entorno" tratando de volver a la rutina integrando el dolor que supone la p�rdida.

El riesgo de imitaci�n aparece en tres �reas de vulnerabilidad diferentes en funci�n de la "proximidad social, psicol�gica o geogr�fica" respecto a la persona fallecida y a las que hay que prestar especial atenci�n.

La primera hace referencia a su entorno m�s cercano -familiares, pareja, amigos, compa�eros - y que es especialmente vulnerable ante la ideaci�n suicida. Tambi�n hay que prestar atenci�n a los seguidores en las redes sociales. La segunda, la proximidad psicol�gica, es el grado de identificaci�n que siente una persona por tener la misma edad, g�nero, orientaci�n sexual, religi�n o cultura de quien ha muerto y la "geogr�fica" se refiere a aquellos que presencian el suicidio, se encuentran el cuerpo o est�n expuestos a la cobertura de noticias o redes sociales extensa o sensacionalista sobre la muerte.

Cuando muere un estudiante, las universidades deben "responder adecuadamente reconociendo la p�rdida, afrontando con sensibilidad las consecuencias y apoyando a los afligidos". El Protocolo de Respuesta a la Muerte debe atender a "las necesidades de la familia, amigos cercanos, compa�eros y personal del estudiante fallecido"; "establecer criterios sobre qui�n ha de ser informado de la muerte y qu� debe ser comunicado a los medios y qu� no para no aumentar el riesgo de m�s suicidios". El protocolo debe incluir un equipo de personas encargadas de aplicar las medidas.

Un estudiante que sufre la p�rdida de un amigo por suicidio suele buscar consuelo en otro compa�ero, por ello, se recomienda que �ste reciba una formaci�n psicoeducativa para que pueda acompa�arle en ese duro proceso de forma adecuada y a la vez cuidarse a s� mismo.

El centro de educaci�n superior Trinity College de Dubl�n, la universidad m�s antigua de Irlanda, tiene ya establecido un marco formal de respuesta ante una muerte y est� en proceso de incorporar los principios de una amplia gu�a elaborada por 'Universities UK' y que da pautas a 140 centros del Reino Unido sobre c�mo actuar ante un fallecimiento, c�mo ofrecer soporte emocional y procurar, por encima de todo, salvar vidas.

Principios de posvenci�n

  1. Responda con compasi�n y respeto, siendo receptivo a la angustia y sensible a las necesidades de los dem�s.
  2. D�jese guiar por los deseos de la familia/personas cercanas de la persona que ha muerto.
  3. Garantice la participaci�n oportuna en los niveles adecuados, tendiendo la mano y conectando de forma temprana.
  4. Evite comunicar p�blicamente el m�todo y use lenguaje sensible sobre el suicidio
  5. Evite el sensacionalismo o normalizar el suicidio, no especule y mant�ngase atento a todas las publicaciones sobre el caso
  6. Tenga claro que hablar de forma responsable sobre el suicidio no aumenta la probabilidad de nuevas conductas suicidas.
  7. Es recomendable adherirse a protocolos de intercambio de informaci�n que proporcionen datos claros protegiendo al mismo tiempo la privacidad y la dignidad de los afectados y conforme a los requisitos legales.
  8. Sea sensible a las diferentes sensibilidades culturales y religiosas
  9. Trate de centrarse en la identidad, la vida y los recuerdos de la persona que ha fallecido en lugar de en su muerte por suicidio.