Harry y Meghan se enfrentan a problemas financieros con su "morosa" organización benéfica tras caída de 11 millones en donaciones

La Fundación Archewell del príncipe Harry y Meghan Markle atraviesa dificultades; fue declarada morosa por un fiscal general tras la caída de 11 millones de dólares en las donaciones de 2022. Esto coincide con la celebración por parte de Harry de un importante hito en los Juegos Invictus de Londres.

La Fundación Archewell, creada por el príncipe Harry y Meghan Markle en 2020, ha sido declarada morosa por el fiscal general de California, Rob Bonta. Esta declaración se produjo después de que la fundación sufriera un descenso de 11 millones de dólares en donaciones dos años antes.

Page Six informó recientemente de que, según una carta oficial del fiscal general de California, Rob Bonta, la fundación "tenía un lapso en el registro desde al menos principios de mayo".

La oficina del fiscal general emitió un aviso en el que afirmaba que Archewell no había presentado a tiempo su informe anual y las tasas, lo que había provocado su condición de "morosa" en el registro del estado.

El aviso afirmaba: "Una organización que figure como morosa no está en regla y tiene prohibida toda conducta para la que se requiera registro, incluida la solicitud o desembolso de fondos benéficos".

Según se informa, Archewell tiene que presentar documentos que justifiquen el retraso en el pago y abonar las tasas de demora aplicables. El aviso indicaba además: "La organización también puede estar sujeta a sanciones y su registro puede ser suspendido o revocado por el Registro".

Los informes iniciales indicaban que Archewell había solicitado una prórroga. Más tarde se descubrió también que un cheque destinado a pagar las tasas de inscripción nunca llegó a la oficina de Bonta. Se ha enviado un cheque de sustitución, que podría resolver el problema y restablecer el cumplimiento de la fundación una vez tramitado.

Tras mudarse a Estados Unidos en marzo de 2020 y abandonar sus funciones reales, la pareja fundó Archewell. Esto incluye su organización benéfica sin fines de lucro y empresas centradas en la producción de medios de comunicación, como Archewell Audio y Archewell Productions.

La pareja también formó su propio equipo de comunicación. Christine Schirmer, anteriormente jefa de comunicaciones de Pinterest y Apple, y Toya Holness, ex jefa de comunicaciones del Departamento de Educación de Nueva York, se han unido al grupo.

Junto con James Holt y Sunshine Sachs, la agencia internacional de los duques, gestionan las comunicaciones de Archewell, los próximos proyectos de producción, otras iniciativas personales y las crisis.

En 2022, la fundación de la pareja se enfrentó a una importante tensión financiera. Según un informe de 2023 de CBS News, la fundación experimentó un descenso de 11 millones de dólares en donaciones en comparación con el año anterior.

Según su Formulario 990, también conocido como Declaración de Organización Exenta del Impuesto sobre la Renta, la organización sin ánimo de lucro recibió poco más de 2 millones de dólares en contribuciones benéficas en 2022, un acusado descenso respecto a los 13 millones de 2021.

Sus gastos totales superaron a sus ingresos, lo que provocó un déficit de más de $674.000. Este empeoramiento financiero contrasta fuertemente con el de 2021, cuando los ingresos de la fundación superaron los 9 millones de dólares.

La situación de "morosidad" de la fundación, derivada de la inestabilidad financiera, coincidió con la celebración en Londres de los X Juegos Invictus, que Harry fundó en 2014. Sin embargo, el hecho de que el rey Charles III no se reuniera con Harry provocó la decepción pública.

"Es absolutamente imperdonable que un padre no pueda dar prioridad a su hijo. Rey o no!", criticó un usuario de las redes sociales. Otro escribió: "Como padre, no puedo imaginarme no poder incluir a mi hijo en mi agenda". Alguien añadió: "No puedo imaginar nada más importante que poder pasar un rato con un hijo al que no ves muy a menudo".

Otra persona que se sentía especialmente afectada por el asunto declaró: "Lamentablemente, su padre prefiere su cargo a su familia. Su padre ha dejado muy claro dónde está su amor. Si realmente quisiera ver a su hijo, lo haría y podría hacerlo. Toda esta situación demuestra claramente que todo gira en torno a él y a su 'control sobre los demás'".

Los medios de comunicación habían informado anteriormente de que Harry no visitaría al rey de Inglaterra. "En respuesta a las numerosas preguntas y continuas especulaciones sobre si el duque se reunirá o no con su padre durante su estancia en el Reino Unido esta semana, lamentablemente no será posible debido al apretado programa de Su Majestad", anunció el 7 de mayo un portavoz del príncipe.

El comunicado continuaba explicando: "El Duque, por supuesto, comprende la agenda de compromisos y otras prioridades de su padre y espera verle pronto". Según los informes, Charles tenía una agenda repleta, pues acababa de reanudar sus obligaciones reales públicas.

Durante este ajetreado periodo, Charles se reunió con el primer ministro de Fiyi, Sitiveni Rabuka, en el palacio de Buckingham, y fue anfitrión de la primera fiesta de jardín de la temporada. Al igual que su atareado padre, Harry asistió al aniversario de los Juegos Invictus en la catedral de San Pablo.

Aunque se confirmó que el motivo de que padre e hijo no se reunieran durante la reciente visita de Harry al Reino Unido se debió a conflictos de agenda, no es ningún secreto que las relaciones entre los miembros de la familia real británica han sido tensas en los últimos tiempos.

Es de dominio público que Harry y su padre no se han visto necesariamente las caras desde hace algún tiempo. Incluso cuando el príncipe voló a Londres para visitar a su padre tras enterarse de su diagnóstico de cáncer, su encuentro fue muy breve.

Mientras tanto, Harry se había reunido en secreto con Meghan Markle en el aeropuerto de Heathrow, y juntos volaron a Nigeria. Allí fueron invitados de honor en el Cuartel General de Defensa de Nigeria, en Abuja. La visita formaba parte de las actividades de los Juegos.

La visita comenzó con Meghan honrando sutilmente a la difunta madre del duque de Sussex, la princesa Diana, a través de su elección de joyas. El primer día, Meghan vistió un traje completamente blanco rematado con un collar de oro. Este collar recordaba al que Lady Di llevó durante una visita a Nigeria con Charles en marzo de 1990.

Una de las elecciones de Meghan, un collar cruzado de diamantes, regalo personal de Harry que perteneció a su madre, llamó mucho la atención. En su segundo día en el país, lució esta pieza junto a un vestido blanco sin tirantes, pero esta joya provocó reacciones públicas.

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Un observador expresó: "Qué insulto para Diana", mientras que otro comentó: "No se lo merece". Las críticas se intensificaron con la declaración de otro: "No es digna de llevar el collar de Diana". Otro comentó: "Qué falta de respeto". La desaprobación se acentuó con afirmaciones más dramáticas.

En medio de estos agudos comentarios, surgió un cumplido sarcásticamente velado: "Se sabe todas las coreografías". A pesar de las críticas, también hubo voces de apoyo.

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Un seguidor elogió: "Qué gran collar, eso sí que demuestra que se quieren". Otro seguidor ofreció una perspectiva más suave, escribiendo: "Qué dulce. Estoy segura de que a Diana le habría encantado".

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