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AMLO Y CABEZA, ¿QUIEN GANÓ LA GUERRA?

CUADRANTE POLITICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

AMLO Y CABEZA, ¿QUIEN GANÓ LA GUERRA?

Revisemos los hechos: desde la mañanera reynosense de aquel agosto 28 del 2020, hasta el reciente nueve de mayo de este 2024, han sucedido mil batallas entre Francisco García Cabeza de Vaca y Andrés Manuel López Obrador. Exgobernador uno y Presidente de la república el otro. Disímbolos hasta en sus orígenes. CV del valle de Texas y AMLO de la Chontalpa tabasqueña.

Al final Cabeza se está quedando sin el preciado fuero legislativo que tanto necesita, para solventar su calidad de prófugo de la justicia. Otro apunte digno de destacar es que, por primera vez en muchos años, está siendo expulsado del juego político federal. Al respecto se han escrito muchas cosas, tanto en Tamaulipas como en la capital del país.

Pero resalta esa columna de Raymundo Riva Palacio, en la cual pone al descubierto algo que hasta ahora, nadie ha desmentido por el lado de los texanos azules: que en las primeras semanas del 2021, Cabeza envió un mensaje  de conciliación a Palacio  Nacional, en la cual daba muestras de supuesta rendición política, (bandera blanca), pero en lo oscurito, a cambio de que lo dejaran en paz, por la vía judicial.

De ser cierta la afirmación del columnista Riva Palacio, entonces la frase favorita que hasta ahora había resumido la indeclinable postura de CV, de “Ni me doblo ni me vendo”,  se debilitaría y perdería valor notoriamente.

En el enfrentamiento sin medias tintas entre el Presidente y Cabeza, figura un personaje que en términos jurídicos ha resultado kriptonita pura para los cabecistas. Me refiero al exfiscal y destacado abogado, académico y jurista mexicano Santiago Nieto Castillo.

En la información proporcionada por Wikipedia, llama la atención que  el doctor en derecho Nieto Castillo tiene como seudónimo, “El Ángel de la Justicia”. Más que ángel diríamos que es un arcángel que ha fustigado con su espada flamígera al grupo político tex-mex  que ocupó el poder tamaulipeco en el periodo 2016-2022.

Originario de San Juan del Río Querétaro,  Nieto Castillo se casó en 2021 con una de las mujeres mexicanas más inteligentes y preparadas del país, la hoy consejera del INE, Carla Humphrey Jordán. Como dice por ahí la letra de una conocida canción, ambos Carla y Santiago, han demostrado ser en términos jurídicos y políticos, mucho más que dos. Muy probablemente la prestigiada abogada haya jugado un papel muy importante en la reciente derrota de CV ante el tribunal electoral.

Es conocido del mundo político mexicano, la historia personal existente entre la mencionada pareja y uno de los escuderos jurídicos más cercanos a CV, el abogado Roberto Gil Zuarth. Todos ellos han protagonizado en la vida real una trama que podría ser parte de una serie de televisión. Divorcios, bloqueos para que Carla no fuese presidenta del INE. Acusaciones. Contraacusaciones.

Hoy Santiago Nieto se perfila como uno de los más grande aliados de la próxima Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Y desde luego que, pese a que no lo hayan dejado ser candidato a senador por Querétaro, se le sigue viendo como una figura política de mucho peso en el futuro de esta entidad federativa.

Por su parte, el cabecista no fue cualquier grupo, porque formaba parte de un proyecto presidencial liderado por el hoy extinto gobernador poblano Rafael Moreno Valle. Recordemos que en las exequias del matrimonio amigo del exgobernador,  todos vimos como CV figuró en el primer plano, no solo como amigo, sino como un hermano de los fallecidos.

Después de repasar toda esta historia, ahora vayamos al presente tamaulipeco, el cual se perfila muy interesante. Entre otras cosas, porque en poco tiempo, con la muy probable liberación del exgobernador Tomás Yarrington, podremos ver en libertad y en plena acción a los actores políticos del origen cabecista.

Se sabe que en su momento fue Tomás quien lo impulsó para la alcaldía reynosense, como una manera de darle participación al panismo foxista, donde figuraban los hijos de doña Martha Sahagún, en el estado de Guanajuato.

Sin embargo, en la campaña electoral del 2016, una de las banderas del cabecismo  con la cual derrotaron al priista Baltazar Hinojosa Ochoa, fue la de anatemizar a Yarrington y a Eugenio, haciéndolos ver como dos figuras corruptas, que en su momento les vinieron como anillo al dedo, para sus tristemente proclamados vientos de cambio.

Hoy, la historia podría volver a reunir a estos tres personajes, pero en circunstancias muy diferentes. Tomas y Geño ya probaron la cárcel, pero están de vuelta, CV huye de la ley.

En la actualidad, luego de que Cabeza ha sido definitivamente cancelado como aspirante a una diputación plurinominal, dicho grupo busca construir nuevos encaves de poder, que le permitan su regreso en la sucesión tamaulipeca del 2028.

Existe dos figuras: una de ellas es Oscar Almaraz en Victoria, que por lo que se ve, fracasará en su intento. La otra pieza política es Yahleel Abdala en Nuevo  Laredo, misma que también se encuentra muy distante en las encuestas frente a Carmen Lilia Cantu Rosas.

En resumen, el grupo cabecista atraviesa por una crisis política sin precedentes. Pero su final o permanencia parece depender de otro factor  diferente al de las alcaldías. Todo habrá de definirse en la elección del próximo Congreso local tamaulipeco.

Si los morenistas obtienen mayoría absoluta, entonces, el desmantelamiento cabecista, será de mero trámite. Y figuras como el tampiqueño Chucho Nader esperan el momento oportuno para dar el zarpazo y quitarles el control del PAN en Tamaulipas. Habrá que ver si se da dicho episodio. Porque en el PAN nacional también los gobernadores están a la vuelta de la esquina de sustituir a Markito Cortés, ante el próximo fracaso de Xóchitl Gálvez.