Nota Nº 801 - Escribe Jesús Chirino

Inauguración ferrocarril Villa María - Río Cuarto

La línea férrea construida con fondos estatales que aún está en actividad, aunque ya no transporta pasajeros, fue inaugurada por un dirigente liberal que formó parte de las presidencias de Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento. Desde su óptica, consideraban que el Estado tenía un rol imprescindible en el desarrollo del país. El viernes 25 de noviembre de 1870 se realizó la ceremonia de inauguración de los trabajos para la construcción del ferrocarril Villa María - Río Cuarto, con fondos estatales

 

Empalme del Central y el Ferrocarril Andino

El 16 de enero de 1873 se firmó uno de los primeros convenios en el país para el uso conjunto de instalaciones, coordinar el tráfico y acordar cuestiones contables entre empresas ferroviarias. El acuerdo tuvo como objeto reglamentar el uso del empalme, en Villa María, de las vías del Ferrocarril Central Argentino con la línea que une esta localidad con Río Cuarto. Por FCCA firmó Edward Harry Woods, agente e ingeniero de esa empresa, en tanto que por el Estado lo hizo el ingeniero Pompeyo Moneta, director de la Oficina de Ingenieros. 

Entre las cuestiones acordadas se estableció que el empalme estaría señalizado con un semáforo colocado en la línea férrea estatal, pero sería mantenido por la empresa privada; se ampliarían las instalaciones del FCCA con 500 metros de desvíos, una mesa giratoria, un galpón para locomotoras y coches de pasajeros. También se acordó el préstamo de vagones, el mantenimiento del material rodante, la liquidación de los fletes, el uso de las tomas de agua para las locomotoras y el pago de una suma mensual a FCCA por los servicios y arrendamiento de sus instalaciones. 

 

Villa María - Río Cuarto, cinco horas de tren 

El desarrollo del ferrocarril Villa María - Río Cuarto resultaba de interés para el Ferrocarril Central Argentino, dado que le incrementaría la cantidad de pasajeros y cargas. En octubre de 1872 se promulgó la Ley Nacional 574, disponiendo la organización administrativa y del personal de esta línea ferroviaria, que ya contaba con dos estaciones habilitadas. Estas estaban nombradas como Totoral y Tambito. Es decir que, antes de estar terminada la construcción de toda la línea férrea, se liberaron unos 100 kilómetros de la misma para uso público.

Fernández Priotti, en su "Historia del Ferrocarril Central Argentino", rescata una comunicación de la administración del Ferrocarril Andino donde quedan expresados los horarios y  los lugares por donde pasaba el tren. Allí se anunciaba que el tren partía desde Villa María a las 11.30 am para llegar cerca del río  Cuarto a las 4.30 am. Es decir, que en cinco horas el tren cubría la distancia entre Villa María y una estación provisoria que se había erigido  en la ribera izquierda del río Cuarto, para el arribo y partida de los trenes. Aún faltaba concluir la construcción del puente. Desde Villa María, el tren salía lunes, jueves y sábados, regresando los domingos, miércoles y viernes. La comunicación de la administración del Ferrocarril Andino menciona dos estaciones intermedias. Una es "Vélez Sarsfield, Totoral" y la otra, "General Cabrera, Tambito". 

El primer tramo liberado al servicio ferroviario fue el que cubre la distancia entre Villa María y el paraje Totoral (actual Dalmacio Vélez). El primer día de abril de 1872, sin acto formal alguno, ese tramo quedó liberado al uso público. 

En aquel tiempo de máquinas a vapor, la medida del tiempo también estaba atada al desarrollo tecnológico de la época y los trenes tenían fijados horarios de salida y llegada. Con relación a esto podemos recordar que, el 10 de abril de 1873, la empresa FCCA hizo saber que había adoptado para sus operaciones la hora del Observatorio Nacional de Córdoba. El aviso, dirigido a los usuarios de sus servicios, se realizó, decía, "para evitar disgustos".

 

La inauguración formal del ferrocarril 

En 1873 se concluyó la construcción del puente ferroviario sobre el río Cuarto y el 13 de noviembre,  a las 11.15 hs., partió un tren especial desde Rosario hacia Villa María, donde llegó a las 7 de la tarde. En él venía un centenar de invitados, provenientes tanto de la ciudad santafesina como de Buenos Aires, que pernoctaron en esta ciudad. A las 6 de la mañana del día siguiente partieron en otro tren hacia Río Cuarto. El diario "La Capital" publicó una crónica de ese viaje. Allí, el periodista marca que el tren desarrolló una velocidad de 60 kilómetros por hora y que "ningún movimiento sentíamos en los carruajes, a pesar de la rapidez con que recorríamos la vía, por lo que juzgamos que esta vía se halla sólidamente construida, lo que hace alto honor al Sr. ingeniero constructor D. Pedro Stewart". 

En la descripción del viaje, el cronista marca que, "después de una hora de camino, el resuello atronador que se escapa de la locomotora, nos avisa que estamos próximos a la estación Vélez Sarsfield". De esos primeros 40 kilómetros, el cronista marca que vieron "una o dos pequeñas poblaciones abandonadas, fue todo lo que se presentara a nuestra vista, como vestigio de haber morado por aquellos desiertos algunos seres civilizados". Luego describe las estaciones y señala que "a las diez llegamos a la hermosa estación del Río 4º (sic), después de haber pasado el más grande de los puentes que cuenta la República, cuya longitud es de 450 metros... En la estación nos esperaban infinidad de curiosos". Para esa fecha, la estación ferroviaria aún estaba en construcción. 

A las dos de la tarde, con la presencia de una dos mil personas, se desarrolló el acto de apertura de la línea ferroviaria. El obispo de Cuyo bendijo las vías y, en representación de  Domingo Faustino Sarmiento, entonces presidente de la Nación, habló Dalmacio Vélez Sarsfield. 

"Las personas como las cosas que se dirijan desde Villa María, o que de aquí vayan a tomar el ferro carril (sic)  Central, no tendrán que luchar con las exigencias mil veces indebidas de las compañías particulares. Esta obra es costeada por el tesoro Nacional con el objeto exclusivo del más fácil, menos costoso y mejor servicio de los intereses de los pueblos". 

Al otro día se inauguraron los trabajos para la construcción del ferrocarril Río Cuarto - Villa Mercedes, de San Luis. Las obras públicas no paraban, había que continuar construyendo el país y hasta los liberales entendían que el Estado debía ser protagonista central en ello.

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