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Sábado 11 de mayo de 2024
MUERE JACKIE KENNEDY ONASSIS
11 de mayo de 1994
Nació como Jacqueline Lee Bouvier, luego pasó a ser la esposa de John F. Kennedy (y su posterior viuda), y al morir, conservaba el apellido de su segundo fallecido marido, Onassis. Pero para los estadounidenses era simplemente “Jackie”, una especie de “princesa” que introdujo glamour en la Casa Blanca, y que perdieron el 19 de mayo de 1994.
“Jacqueline Kennedy Onassis, quien encandiló a la nación con su estilo y la calmó con su fortaleza primero como esposa y luego como viuda de un Presidente, murió esta noche a los 64 años (…). Los familiares que rodeaban su lecho en su departamento de la Quinta Avenida dijeron que resistía valerosamente un incurable cáncer del sistema linfático”, consignaba “El Mercurio”.
En efecto, a principios de ese año se había anunciado que tenía un linfoma, el que según The New York Times se extendió rápidamente a su cerebro e hígado. Al momento de su deceso, la ex primera dama estaba con sus hijos Caroline y John-John. También con su compañero Maurice Tempelsman, un financista y magnate internacional de minerales.
En el diario se recordaba que desde que los Kennedy llegaron al poder se convirtieron en una de las parejas más famosas y seguidas del planeta: “Jacqueline fue copiada en todos sus movimientos, sus peinados y sus trajes, no solo por las mujeres norteamericanas, sino de todo el mundo”. Asimismo, la imagen de Jackie sentada al lado del Presidente al ser baleado el 22 de noviembre de 1963, y recibiéndolo en sus brazos, conmovió a millones de personas. “Cuando voló de regreso a Washington con su cadáver, usaba el mismo vestido rosado salpicado de sangre que llevaba en el momento del magnicidio”, se leía.
Cinco años más tarde, en 1968, contrajo matrimonio con el naviero griego Aristóteles Onassis, uno de los hombres más ricos, famosos y enigmáticos del siglo XX. Pero volvió a enviudar, en 1975, por lo que se trasladó a Nueva York. Desde entonces, trabajó en editoriales y en numerosas labores de carácter social.
Fue sepultada en el cementerio de Arlington junto a su marido John y su hijo Patrick, muerto dos días después de su nacimiento. ¿La herencia? La revista Forbes de la época calculaba su fortuna personal en más de 100 millones de dólares.