Tras sellar la victoria que remontaba la eliminatoria y ponía el 3-2 en la serie para los Denver Nuggets, el equipo planeó rápidamente una cena en su restaurante favorito. La plantilla al completo estaba invitada para celebrar el triunfo que consumaba la remontada. Excepto por una persona: Aaron Gordon. Según cuenta Sam Amick en The Athleti, el alero le preguntó a DeAndre Jordan, líder espiritual del equipo, si podía acudir. Aunque ya sabía la respuesta.
La negativa era obvia para ambos por lo sucedido en el jueves de la semana anterior. El día antes del primer encuentro de los Denver Nuggets fuera de casa durante la presente serie. El partido después de recibir un correctivo en su propia casa que ponía el 2-0 en su contra en la serie. Aquella noche la plantilla también celebró una velada para unir a todo el equipo en un momento complicado. Pero Gordon no acudió. El resto es historia.
Los Nuggets lograron remontar el 2-0 y esta noche buscan cerrar la serie en Minnesota. En este tramo, Aaron Gordon ha estado sublime. Protagonizando el que quizás sea el mejor partido de su carrera en el cuarto encuentro y siendo el principal defensor (y único capaz de frenar en el uno contra uno) a Anthony Edwards. Desafortunadamente, las invitaciones a las cenas no parecen ganarse con lo hecho en pista, sino con pura especulación supersticiosa.
«Quizás te veamos en la próxima ronda», le decía DeAndre Jordan a Gordon. Quizás dándole incentivos para volver a salir a cancha como lo ha hecho en estos tres últimos encuentros.
(Fotografía de portada de David Berding/Getty Images)