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Las estimaciones siguen superando la marca de los $20 millones y las telas siguen llevando las firmas de pesos pesados confiables como Warhol, Basquiat y Picasso. Pero se cierne una sombra sobre la temporada de subastas de primavera que comienza el lunes.

Un ciberataque en Christie’s derribó el sitio web de la empresa el jueves, y hasta el domingo por la mañana, Christie’s aún no lo había recuperado, pero prometió que las subastas continuarían, al menos en persona. (Se creó un sitio web provisional que permitía acceder a los catálogos digitales, pero no permitía ofertas en línea). Con el sitio caído y preguntas aún sin respuesta sobre el destino de los datos confidenciales, los analistas no están seguros del impacto en compradores y vendedores.

Durante la próxima semana, se espera que se ofrezcan más de 1,700 obras de arte moderno y contemporáneo en las tres casas importantes —Sotheby’s, Christie’s y Phillips— con una estimación de $1.2 mil millones a $1.8 mil millones.

Eso representa una fuerte caída desde el pico más reciente del mercado, en 2022, cuando la temporada de primavera generó una impresionante suma de $2.8 mil millones. Pero las guerras de ofertas que caracterizaron la fiebre de gasto durante la pandemia han disminuido en gran medida a favor de acuerdos preestablecidos que aseguran que las pinturas se vendan a un precio mínimo. Los artistas jóvenes también han visto cómo colapsan sus mercados secundarios a medida que los especuladores salen del mercado. Y un estudio reciente del Bank of America Private Bank encontró que el precio promedio de las obras de arte vendidas en subasta en 2023 disminuyó un 32 por ciento, la mayor caída en un solo año en más de siete años.

“Hay todo tipo de señalamientos en el espacio, incluso entre las casas de subastas”, dijo Drew Watson, quien lidera los servicios de arte en Bank of America Private Bank. “El sentimiento es bastante cauteloso. Las personas están abrazando estimaciones más conservadoras o decidiendo quedarse al margen para esperar y ver cómo se desarrollan las cosas en los próximos 12 meses”.

Watson y otros dijeron que varios factores han contribuido a la caída del mercado. Las guerras han preocupado a los coleccionistas rusos y del Medio Oriente. Un prolongado período de altas tasas de inflación en los Estados Unidos ha creado menos liquidez en el lado financiero del mercado. Y la pausa general en la compra asiática, en medio de la volatilidad económica y una crisis inmobiliaria en China, ha resultado en una desaceleración en las subastas de arte moderno y contemporáneo.

“Había una expectativa de crecimiento que no ha cumplido su promesa en los últimos años”, dijo Brooke Lampley, jefa de arte fino global de Sotheby’s, sobre el mercado asiático.

Pero rechazó la percepción de un comercio de arte lento, diciendo que su equipo estaba orgulloso de las ventas nocturnas reunidas. Mientras que las temporadas anteriores fueron impulsadas por las colecciones de nueve cifras de los patrocinadores, como el co-fundador de Microsoft, Paul G. Allen ($1.6 mil millones, incluidas las ventas diurnas, rompiendo récords en Christie’s) y Emily Fisher Landau (por un total de $425 millones el otoño pasado en Sotheby’s), las subastas de este año se organizaron lote por lote.

“Estamos golpeando el pavimento, de todos modos, para encontrar las mejores obras”, dijo Lampley, agregando que las ventas se construyeron “con el apetito del mercado actual en mente”.

Para todos los que esperan con cautela los resultados de la subasta, aquí hay seis artistas en las ventas nocturnas de Christie’s, Sotheby’s y Phillips, a los que los expertos dicen que podrían poner a prueba la fortaleza del mercado del arte.

Jean-Michel Basquiat

“Sin título (ELMAR)” (1982), $40-$60 millones, venta nocturna de arte moderno y contemporáneo Phillips, 14 de mayo.

Mientras que muchos segmentos del mercado del arte están más suaves que hace unos años, un artista sigue siendo tan buscado como siempre: Jean-Michel Basquiat.

Un lienzo de casi ocho pies de ancho de Basquiat, quien murió en 1988 a la edad de 27 años, tiene la estimación más alta de la temporada de primavera. “Sin título (ELMAR)” de 1982, que muestra a un guerrero disparando flechas a un ángel que cae, se espera alcanzar entre $40 y $60 millones en Phillips el 14 de mayo. (Tiene una garantía financiera respaldada por un tercero, lo que significa que se venderá con certeza.) El antropólogo y coleccionista de arte Francesco Pellizzi compró la pintura a la primera marchante de Basquiat, Annina Nosei, y la conservó toda su vida. (Pellizzi falleció el año pasado.) La obra, junto con otros dos Basquiats menos valiosos están siendo vendidos en Phillips por un fideicomiso afiliado a la familia del coleccionista. En total, se ofrecerán siete Basquiats (incluyendo una obra que el artista creó con Andy Warhol) en las ventas nocturnas de las tres casas esta semana.

“Sin título (ELMAR)” es uno de los cerca de 200 cuadros que el prolífico artista realizó en 1982, que los coleccionistas consideran su mejor año. Los ingresos de las subastas de Basquiat disminuyeron un 46 por ciento en 2023 desde su pico dos años antes, según analistas de la Base de Datos de Precios de Artnet. Pero los expertos atribuyen la caída a la ausencia de obras fuertes que salen al mercado, no a un cambio en la demanda. “El mercado de Basquiat se siente tan fuerte como siempre, aunque la variedad de obras en el mercado esta temporada lo pondrá a prueba al límite”, dijo el traficante de arte Nick Maclean.

Durante casi 40 años, la salud del mercado de subastas se podía diagnosticar por los precios en alza y a la baja de las pinturas de Warhol. Por lo tanto, los expertos notaron el año pasado cuando las ventas nocturnas no incluyeron obras significativas del superastro del Pop Art. Fue una omisión impactante después de que rompiera el récord de subasta para artistas estadounidenses en 2022 con la venta de $195 millones de un retrato de Marilyn Monroe.

Christie’s ahora ofrece una pintura de 1964 de “Flores” de Warhol con una estimación entre $20 millones y $30 millones el 16 de mayo. La obra contiene pétalos pintados a mano y una procedencia que incluye una estadía con una empresa llamada Search Investment Ltd., en Londres, que adquirió la pintura de Thomas Ammann Fine Art en Zúrich en algún momento antes de la década de 1990.

Algunos analistas han notado que las obras tempranas definitivas de Warhol son mayoritariamente propiedad de museos, dejando ejemplos icónicos escasos. Hay docenas de pinturas de flores del artista, lo que podría haber resultado en su estimación actual. Pero con pocos otros Warhols sustanciales disponibles esta temporada, el punto de venta podría indicar la disposición de los coleccionistas para ahondar un poco más en el banco.

No todas las consignaciones de subastas comienzan con un coleccionista que busca vender. A veces, comienza con un especialista emprendedor que persuade con éxito a un coleccionista de que ahora es el momento de desprenderse de una posesión valiosa. Esa es la historia detrás de “Les Distractions de Dagobert” (1945) de Leonora Carrington, la pintora y autora británica-mexicana, que tiene una estimación de $12 millones – $18 millones en Sotheby’s el 15 de mayo.

Carrington —cuya vida colorida incluyó varias expulsiones de la escuela, la alienación de su familia y una estancia en un hospital psiquiátrico— creó esta obra cuando tenía 28 años, poco después de mudarse a México. La artista, que falleció en 2011, ha sido objeto de un renovado interés a medida que el público reevalúa a las Surrealistas femeninas. El libro infantil de Carrington, “La Leche de los Sueños”, inspiró el título de la Bienal de Venecia de 2022.

El vendedor que aún se desconoce compró la pintura en una subasta en 1995 por $475,500 (o $974,500 hoy, teniendo en cuenta la inflación). Debido a que la obra tiene una garantía, seguramente establecerá un nuevo récord para la artista. La estimación baja actual es más del triple del precio más alto de Carrington en subasta, $3.3 millones, establecido en 2022. Eso es un gran salto. Pero Julian Dawes, jefe de arte impresionista y moderno de Sotheby’s, dijo que sus obras se han vendido por alrededor de $10 millones en privado.

Jeffrey Gibson

Dos obras, $40,000–$200,000, en la subasta nocturna Now de Sotheby’s, 13 de mayo, y en la venta diurna de arte moderno y contemporáneo de Phillips, 15 de mayo.

Los periodistas y los subastadores son similares en un aspecto: ambos aman un gancho de noticias.

En el último año, Jeffrey Gibson ha recibido dos de los más altos honores en el mundo del arte contemporáneo. El artista indígena y queer ha representado a los Estados Unidos en la Bienal de Venecia y fue seleccionado para una de las comisiones de la fachada del Museo Metropolitano de Arte. Su primera llegada seria a las ventas nocturnas llega con una obra con cuentas de 2015 llamada “Haz que lo Sienta” por una estimación alta de $60,000 en Phillips y una escultura figurativa de 2014 llamada “Siempre Después de Ahora” por una estimación alta de $200,000 en Sotheby’s.

Lo que hace que estas obras sean notables no es su apariencia, sino su precio, que parece estar muy por debajo del mercado primario, donde una de las bolsas de boxeo icónicas de Gibson cuesta más de $400,000. Ir por debajo del precio minorista es un movimiento estratégico por parte de los subastadores para animar a los coleccionistas a entrar en una frenesí de ofertas. Pero los artistas pueden sufrir cuando esa apuesta falla en una subasta pública, deprimiendo su mercado y diciendo a los coleccionistas que acaban de adquirir obras de mayor precio en el mercado primario que hicieron una mala compra.

“Si bien somos transparentes sobre los precios minoristas de las obras en nuestras exposiciones, no hacemos comentarios sobre el mercado”, dijo un portavoz de uno de los distribuidores de Gibson, Sikkema Jenkins & Co.