Cabina de simulación del centro de entrenamiento.

Cabina de simulación del centro de entrenamiento.

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Los ‘erasmus’ del A400M y el C295 en Sevilla: así es la escuela de Airbus que forma a pilotos de todo el mundo

En 2023 unos 3.000 alumnos de varios países han pasado por estas instalaciones, en las que pueden aprender durante varios meses.

18 mayo, 2024 02:38
Sevilla

El teniente Óscar de Celis llegó a Sevilla en septiembre de 2021. Oriundo de León, se instaló con 22 años por un plazo de once semanas. "Cuando llegué, los Airbnb que se habían puesto superbaratos en general tras la pandemia habían vuelto a subir, así que me quedé en un alquiler normal para tres meses", recuerda. Era todo el tiempo que precisaba para formarse en el International Training Center de Airbus en Sevilla, el centro de referencia en Europa de la compañía para enseñar a pilotos a llevar sus aviones militares emblemáticos.

Por esta escuela de entrenamiento pasan cerca de 3.000 alumnos al año, procedentes de multitud de países que han comprado aeronaves como el A400M, el C295 en sus dos versiones de aviónica, el 235 o el tanquero A330 MRTT. El objetivo es enseñar a personal de esas naciones a usarlas.

Centro de entrenamiento.

Centro de entrenamiento. Cedida.

No existe en Europa otra instalación semejante a la sevillana en magnitud, con una veintena de aulas y varios simuladores de vuelo, ni organización. "En Alemania hay muchos instructores de Eurofighter, pero hacen el entrenamiento en las bases del cliente", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Maria García Rodrígurez, responsable de organización de entrenamiento y operaciones de vuelo en Airbus en la parte de aviones militares.

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En la capital andaluza es a la inversa: son los clientes quienes mandan a su personal a aprender a estas instalaciones, desde cualquier parte del mundo. Por aquí han pasado ya alumnos de medio centenar de nacionalidades para formarse como tripulación de vuelo, es decir, pilotos; como tripulaciones de tierra, encargados de mantener los aviones y también operadores de misión.

De Celis cayó en las clases teóricas con otro español, dos turcos, dos malasios, un luxemburgués y un belga. "Era una lotería completamente", recuerda en conversación con este periódico. Las clases eran en inglés y el horario flexible. 

Teoría y simuladores

Él llegaba a las instalaciones de San Pablo a las 7,30 de la mañana y dedicada casi una jornada laboral cada día a la parte teórica. "Tú te administras. Hay una fecha de examen y tienes que llegar habiendo visto todos los contenidos", apunta. Aquello duró un mes y fue la fase en que más migas hizo con los que le rodeaban.

Instalaciones del centro de entrenamiento.

Instalaciones del centro de entrenamiento. Cedida.

"Al final pasas mucho tiempo y en todos los descansos te vas relacionando con todas las naciones y te van contando sus experiencias. Normalmente era gente con mucha experiencia", destaca. También hubo buena conexión con los instructores, que en muchas ocasiones son españoles y comenzaron su carrera en el Ejército del Aire.

En la amalgama de 85 instructores con los que cuenta el centro hay también ex pilotos comerciales, destaca García. Ellos acompañan durante todo el proceso a los alumnos: empezando por la parte teórica, que en el caso de De Celis duró un mes, hasta la parte práctica, que se realiza con simuladores de vuelo.

Aquí los grupos se reducen; van por parejas. "Lo más habitual era hacer cuatro simuladores a la semana con un día de descanso entre medias. Duraba unas seis horas: el simulador son cuatro horas, a las que se sumaba una hora previa de preparación y una posterior de briefing", indica el teniente.

De tres semanas a varios meses

El suyo es sólo una tipología de los cursos que se ofrecen en este centro, con capacidad para albergar al mismo tiempo hasta a 400 alumnos, aunque no suelen reunir a tantos a la vez.

Recursos del centro de entrenamiento.

Recursos del centro de entrenamiento. Cedida.

"Hay dos tipos de entrenamiento. El inicial, que es cuando tú tienes que convertir un piloto en piloto del A400M, por ejemplo, y luego los cursos recurrentes que son para mantener esa esa certificación de piloto que vuela este tipo de avión", explica García. Así, el tiempo que pueden pasar en Sevilla oscila: de menos de un mes a varios meses.

De Celis ha venido ya tres veces. No es un caso aislado, sostiene que todos los pilotos del Ejército español que saben llevar un A400M han pasado por aquí para "convertirse". Es una expresión frecuente entre los alumni, que vuelven en muchas ocasiones a encontrarse por la capital andaluza cuando se trata de actualizar conocimientos.

"Es como una segunda casa", resume. Por aquí se ven como muchos pilotos conocidos, amigos de promociones anteriores: "Siempre conoces a gente". Para salir a tomar algo, o para acercarse a la idiosincrasia de la ciudad.

Un recuerdo que le asalta: "Cuando estaba allí trasladaron el cristo del Gran Poder". Fue una ocasión extraordinaria, procesionaba en Santa Misión en conmemoración por los 400 años de la hechura de la talla. Miles de personas asistieron al desplazamiento por la calles de Sevilla. Entre ellas, el teniente De Celis, de León, después de una de las clases de Airbus.