Cuando se cumplen dos meses desde que la noticia salió a la luz, la Casa Real británica mantiene la cautela sobre el estado de salud de Kate Middleton. Fue el pasado 22 de marzo cuando la imagen de la princesa de Gales sorprendía a los británicos —y el resto del mundo— en un vídeo grabado y emitido por la BBC. Habían sido semanas duras para la Corona, pero también silenciosas. Nada se había hecho público hasta entonces. Tal era el hermetismo que las teorías de la conspiración se convirtieron en un constante. En la prensa y en las redes sociales la duda era constante. La esposa de Guillermo respondió, dando la cara y contando que padece un cáncer.

Desde entonces, y como venía sucediendo en los meses anteriores al comunicado oficial, no ha habido ninguna aparición en los medios de la duquesa de Cambridge. Se anticipaba en ese mismo mensaje retransmitido por la televisión que su intención era mantenerse alejada del foco mediático. Pedía respeto a su privacidad para poder mantener el sosiego necesario para hacer frente a un tratamiento como este. Sea como fuere, y a pesar de que ya haya un motivo claro para su 'desaparición', la preocupación por cómo se encuentra no ha desaparecido. Un paradigma en el que las actitudes de su maridose han convertido en las señales pertinentes para anticipar cómo está siendo su recuperación.

El gesto de Guillermo que revela las novedades sobre Kate Middleton

Actitudes relacionadas, evidentemente, con sus funciones públicas. Y es que el primogénito de Carlos III, que durante semanas tuvo que asumir el rol de su padre en determinados actos porque el monarca también sufre un cáncer, también se retiró. De forma temporal y con el propósito de estar al lado de su mujer durante este complicado momento. Un gesto de afecto y apoyo indispensable para la princesa, que, de acuerdo con los cambios en la agenda del heredero, estaría progresando adecuadamente. 

La cuestión es que estas últimas semanas han supuesto otro vaivén de responsabilidades dentro de la Casa Real. El primero de los pasos adelante de sus integrantes vino con el anuncio de que el Rey retomaría su agenda. Dicho y hecho, el hijo de Isabel II ha vuelto a hacer frente a esos compromisos que durante un tiempo había delegado en Camila y su hijo. No obstante, no ha sido este el único cambio sustancial, puesto que Guillermo también ha reaparecido. Primero en actos concretos, para después cumplir con un deber cargado de significado: su visita a las Islas Sorlingas, en el condado de Cornualles el pasado 10 de mayo.

Guillermo visita un hospital
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El hecho de que este viaje tuviera tanta trascendencia remite a la decisión de pasar una noche fuera de Adelaide Cottage, su residencia. Algo que, desde que Kate Middleton hiciera al mundo conocedor de su enfermedad, no había tenido lugar. Es por eso que la crónica 'royal' ha terminado por extraer de este movimiento una probable mejoría de la princesa. En esta jornada, para la que se desplazó a bordo del barco The Pegasus, el príncipe también se dejó ver por una cafetería. Al salir de allí, y tras comprar cinco empanadas para llevar y degustar con la familia en casa, contó con gracia a algunos de los locales que "mi familia está muy molesta porque estoy aquí sin ellos".

Además, y después de reunirse con empresarios locales, también visitó el Hospital Comunitario de St. Mary para participar en las obras de ampliación. En su ruta junto a Tracy Smith, la encarga de administración del centro, él confesó sus planes venideros con Kate y los niños. "Le pregunté cómo estaba la princesa Kate y cómo estaban los niños y dije que esperaba que disfrutaran de algún tiempo aquí durante el verano", confesó Smith al 'Daily Mail'. Un evento que, además, sirvió de antesala para su esperadísima reaparición conjunta de Carlos III, que ha tenido lugar este 13 de mayo.

Guillermo y Carlos
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Con la percha de un compromiso militar y después de la efímera visita de Harry a Londres, padre e hijo han vuelto a dejarse ver el uno al lado del otro. Imagen muy buscada durante meses que ha tenido lugar en el Centro de Aviación del Ejército en Middle Wallop, Hampshire. Allí, el soberano ha hecho entrega a su hijo del puesto de Coronel en Jefe del Cuerpo Aéreo del Ejército. Un puesto que hasta ahora ostentaba él mismo y que, en realidad, estaba 'destinado' al hermano menor. Tan sencillo como que se incluye en este el Escuadrón 662, la unidad en la que servía el duque de Sussex como piloto de helicóptero Apache en Afganistán. Su baja como 'working royal' en el 2020 lo ha imposibilitado.

El hábito saludable de Kate que es clave en su bienestar (y también tenía su suegra)

Y mientras cada vez son más las tareas en el calendario de Guillermo, su mujer sigue en casa. Cumple con la promesa de quedarse retirada en la calma del hogar hasta que su salud mejore. Con la mirada pública puesta en su evolución, y aunque pocos datos se han filtrado a los tabloides, sí que salen a relucir informaciones de interés. Al menos, en lo que a sus hábitos respecta ahora que debe cuidarse más que nunca. En ningún caso era esto algo que Kate Middleton no hiciese antes. Basta con poner sobre la mesa uno de sus hábitos más saludables que, además, compartía con la difunta Isabel II.

Letizia y Kate

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No se trata de practicar la natación o de dedicarse a la jardinería, uno de sus hobbies favoritos, aunque también esté haciéndolo. En este caso, es una determinación que afecta a sus horas de sueño. Y es que la nuera del Rey mantiene una estricta rutina y procura acostarse pronto para poder amanecer temprano. Su hora definida para dormir son las 22:30 h, mientras que el despertador le suena a las 6 h de la mañana, de modo que ha tenido tiempo para descansar siete horas y media.

Una práctica propia de la Reina fallecida en septiembre de 2022, que se solía ir a la cama a las 23 h y se despertaba cerca de las 7:30 h. Isabel leía antes de dormir para relajarse y después apagaba la luz. Y aunque no se sepa ciencia cierta que hace Kate antes de cerrar los ojos, la esposa de su nieto sigue sus pasos de cerca.