An�lisis de Little Kitty, Big City, un gatete perdido en un peque�o mundo abierto (Switch, Xbox Series X/S, Xbox One, PC)
Little Kitty, Big City es una delicia de videojuego. Partiendo de una premisa a priori sencilla, esa de ponernos en la piel de un gato casero perdido en una ciudad totalmente desconocida, la aventura desarrollada por Double Dagger Studio pone sobre la mesa todo lo necesario para disfrutar sin complicaciones de una experiencia simp�tica, adorable y gratificante a los mandos. Con las asperezas propias de un t�tulo creado por cinco personas, este juego va a encandilar a quienes busquen algo refrescante y que deje buen sabor de boca. En Vandal hemos podido jugarlo antes de su lanzamiento y os contamos qu� nos ha parecido.
De la siesta a la fiesta: Un gato casero perdido en la (no tan) gran ciudad
La historia de Little Kitty, Big City es sencilla de entender: el gatete protagonista est� durmiendo la siesta en la ventana de su casa y de repente se cae al suelo. No puede volver a subir (el piso est� demasiado alto) y toca buscar una forma de regresar. En eso se topa con un cuervo al que no le falta calle: as� descubrimos que si comemos pescado, ganaremos fuerza para escalar y podremos desbloquear la manera de volver a casa.
Aqu� se despliega una estructura no lineal pero de objetivo claro: como en A Short Hike, la meta es llegar a lo m�s alto del escenario y para eso tendremos que conseguir comernos cuatro peces que est�n repartidos por la ciudad. No es tan sencillo hacerse con ellos, aunque si vas directamente a buscarlos puede que te pases el juego en cuesti�n de un par de horas. Evidentemente ah� no es donde reside la gracia: explorar cada rinc�n de la ciudad interactuando con sus objetos, edificios y, sobre todo, personajes es donde est� el inter�s de Little Kitty, Big City.
Sandbox f�sico como escenario de una aventura animal
La interacci�n f�sica con la ciudad es lo que m�s nos ha gustado: el gatete de Little Kitty, Big City tiene un mont�n de mec�nicas a aprovechar para saltar, escalar o agarrar cosas. Puedes rozarte con los humanos o hacerles tropezar para robarles lo que lleven (y eso a veces permite completar misiones secundarias), y tambi�n se pueden golpear objetos para tirarlos desde bordes al m�s puro estilo gatuno. Todo esto tiene un acercamiento muy sandbox y un acabado muy gratificante, con f�sicas divertidas (sin llegar a ser disparatadas) y ofreciendo cierta libertad a la hora de buscar formas de resolver situaciones o buscar caminos alternativos.
Por otro lado, la interacci�n con personajes es algo m�s irregular. La mayor�a de NPC que plantea el juego son interesantes y carism�ticos (una chiflada tanuki cient�fica, un gato altivo que se autodenomina el 'alcalde' del barrio), pero mientras que algunas pinceladas de su personalidad est�n muy conseguidas en los di�logos, la mayor�a de estos acaban siendo largu�simos y repetitivos. No destaca Little Kitty, Big City por tener conversaciones bien escritas (ni textos, en realidad), aunque el universo que plantee sea tan simp�tico como el de una pel�cula de animaci�n.
Un peque�o mundo abierto inspirado en los barrios japoneses
Su ambientaci�n general, eso s�, consigue hablar por s� misma. El barrio japon�s que recorremos con el gato no es demasiado grande, pero est� plagado de recovecos, calles interesantes y casas y comercios en los que podemos entrar. Hay retazos de narrativas emergentes en todos ellos, con situaciones que fusionan el relato con la jugabilidad: perros que no nos dejan pasar y nos fuerzan a buscar un atajo, un artista al que podemos "ayudar" a terminar su obra arrojando latas de pintura, una familia de patos a la que debemos reunir buscando por la ciudad�
En definitiva, es un juego variado y abierto. Mucha gente ha comparado Little Kitty, Big City con juegos como Untitled Goose Game y debemos decir que estructuralmente no tienen nada que ver. Aqu� no estamos controlando a un animal haciendo gamberradas para pasar al siguiente nivel, sino explorando un entorno abierto, escalando y desliz�ndonos por lugares para lograr un objetivo principal y cumplir encargos secundarios por el camino. Es un juego expresivo que gana fuerza cuando disfrutamos del mero jugueteo con sus mec�nicas y sentimos inter�s genuino por convertirnos en ese gato que experimenta la vida callejera por primera vez.
Asperezas t�cnicas fruto de la libertad de juego
Y como consecuencia de esa libertad de movimiento y acci�n es m�s f�cil notar las asperezas t�cnicas del juego. Puedes empujar cualquier objeto suelto, puedes intentar colarte por caminos no previstos y a veces tienes acompa�antes que tienen comportamientos inesperados; todo ello puede dar lugar a bugs, glitches y fallos de manera m�s o menos habitual. Hemos jugado un par de partidas a Little Kitty, Big City y en ambas hemos experimentado este tipo de cosas. Nunca suelen ser graves, eso s�, ya que el juego tiene previsto que puede romperse y sabe c�mo recomponer la partida; s�lo ha habido una ocasi�n en la que hemos tenido un fallo m�s o menos grave al salirnos de una zona a la que despu�s no pod�amos volver a acceder.
En cualquier caso, como dec�amos, es fruto de una visi�n creativa basada en la libertad de movimiento y acci�n. El propio gato protagonista est� dise�ado para ello, y a veces adopta formas poco realistas en pos de facilitar el acceso a zonas o el control de personajes. En este sentido nos ha encantado c�mo est� animado el gatete, as� como su dise�o visual y sonoro (los gatos reales que tenemos en casa acud�an al maullido del protagonista del videojuego, por ejemplo), y s�lo algunos dise�os de personajes (sobre todo lo plano de los humanos, que son demasiado gen�ricos y alejados del tono est�tico del resto del juego) tropiezan en la direcci�n art�stica del conjunto.
Conclusiones
La aparente sencillez de Little Kitty, Big City hace que cada nueva capa que el juego va desplegando a lo largo de su no muy larga aventura consiga sorprendernos y cautivarnos poco a poco. Es un juego divertido, adorable y simp�tico, en el que da gusto perderse y disfrutar con sus mec�nicas casi de sandbox. Sin altas pretensiones y con las ideas muy claras, Double Dagger Studio ha logrado dar forma a un t�tulo con alma, al que va a ser f�cil volver una y otra vez, y al que s�lo le podemos poner como pega ciertas asperezas t�cnicas y la escritura de sus di�logos. Por todo lo dem�s, es una aventura en mundo abierto muy recomendable, refrescante y agradable.
Hemos realizado este an�lisis en Nintendo Switch con un c�digo proporcionado por popagenda.