El Athletic empató sobre la bocina ante Osasuna en el regreso de Iker Muniain a la titularidad en liga 7 meses y 10 días después. Desde la derrota por 3-0 en la visita a la Real Sociedad el 30 de septiembre de 2023, choque en el que el navarro se convirtió en el segundo jugador con más partidos en la historia del club rojiblanco superando los 542 encuentros de Txetxu Rojo, no era de la partida en el campeonato de la regularidad el de la Txantrea, que abandonará el club al término del curso tras 15 temporadas como león. Este lunes, sin ir más lejos, está programado en La Catedral un acto de despedida y homenaje para el capitán a partir de las 19.00 horas, evento en el que el 10 vivirá una tarde de grandes emociones.
También fue especial para Muniain el derbi de anoche ante Osasuna, pues solo le queda el envite de la próxima semana contra el Sevilla, correspondiente a la penúltima jornada de liga, para decir adiós a la parroquia rojiblanca vestido de corto. Titular por sorpresa en el once inicial diseñado por Ernesto Valverde para hacer frente al cuadro rojillo, el de la Txantrea dispuso de 63 minutos sobre el verde antes de ser sustituido por Raúl García, quien vive sus últimos días como futbolista en activo. No desentonó ni mucho menos Muniain en la posición de enganche, su demarcación predilecta y de la que la práctica totalidad de entrenadores que ha tenido le han separado sistemáticamente a lo largo de su dilatada carrera.
Por detrás de Alex Berenguer o Iñaki Williams, quienes alternaron posiciones en el frente de ataque para tratar de generar desajustes en la defensa de Osasuna, Muniain levantó al público en varias ocasiones con giros marca de la casa, así como con un espléndido pase en profundidad a la espalda de los centrales que a punto estuvo de alcanzar el mayor de los Williams para anticiparse a Sergio Herrera en su salida. A pesar de acumular varias pérdidas sensibles de balón, el navarro cumplió en un derbi en el que incluso vio portería, si bien el colegiado anuló su gol por fuera de juego previo de Berenguer ayudado por la tecnología.
La jugada, que pudo poner por delante al Athletic apenas dos minutos antes de que Osasuna hiciera el 0-1, la culminó el capitán embocando en línea de gol un pase de la muerte de Berenguer. Pese a que el tanto quedaría invalidado poco después, Muniain celebró el gol señalándose el escudo en perfecta comunión con la afición rojiblanca, que entonó el hit del famoso Athletic tras ver que el tanto no subía al marcador. Se quedó con la miel en los labios el de la Txantrea, al que le queda un último baile en San Mamés.
