El Real Madrid, con la Liga ya conquistada, se despedirá el próximo sábado del campeonato doméstico y, días después, pondrá rumbo a Londres para jugar la final de la Champions League contra el Borussia Dortmund, que se disputará el próximo 1 de junio en el mítico estadio inglés de Wembley.
En el periplo europeo de esta temporada, el cuadro de Carlo Ancelotti no lo ha tenido nada fácil. Después de eliminar, de manera muy justa, al Leipzig alemán, el Madrid se las tuvo que ver con el Manchester City en cuartos de final, en una eliminatoria vibrante.
Después de un partido muy abierto en el Santiago Bernabéu (3-3), los blancos viajaron hasta Mánchester. En el Etihad, el Madrid, en contra de lo pronosticado, se adelantó en el marcador después de un primer tiempo impecable. Un majestuoso control de balón de Jude Bellingham fue la jugada previa al gol de Rodrygo, helando el estadio inglés.
En el City, siguen acordándose de aquel partido, hasta el punto de que Pep Guardiola y Erling Haaland recuerdan la jugada de Bellingham constantemente. “Si no hace ese control en la jugada del 0-1 que nos marcan… igual estábamos ahora pensando en la final de la Champions”, se decían en el vestuario ‘citizen’.
El Manchester City conquistaba, este domingo, la Premier League después de ganar al West Ham (3-1), en una competición que se ha decidido en la última jornada, puesto que el Arsenal llegó con opciones de llevarse el título liguero. El conjunto de Arteta ganó su partido contra el Everton (2-1), pero no dependía de sí mismo. Los mancunianos terminaron con 91 puntos por 89 de los londinenses.
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