De rojo se fue, llena de amor y de bondad, Amelia Martínez Rivera, 1939 - 2024

 

El mundo ha perdido a una muy buena persona 

Ella quiso irse de rojo, vestido rojo, labial rojo, uñas rojas. Tan bonita que era, la mujer más dulce y más serena. Desde Coyoacán te conocí, desde San Ángel, Lomas Altas y Alpes, siempre en mi vida Amelia querida, tan querida. Zacatecas, tradiciones, los Rosarios. Son nueve días, allá está tu hija Caridacita. Amelia Martínez Rivera nació en Trancoso, Zacatecas, el 5 de enero 1939, la mayor de 12 hermanos, pilar, cabeza de familia y guía, los cuidó a todos, ahora solo quedan tres. Melluca te fuiste a los 85 años cumplidos, no tenías educación formal pero nos educaste a mí, Teo, Luis, Carlos e Ilia. Aquel ímpetu que te señaló como mujer de hermosa voluntad y bondad. Cumplías con cualquier objetivo, eras amorosa, enfrentabas las adversidades buscando el bien común, a una nieta te la asesinaron en Zacatecas, ay Amelia, Melluca, Meli. Cuando conociste a Caridad, madrina de Caridacita, fue en 1962, por ahí. Los Menocal llegamos a México en ese tiempo, tú Melluca tenías 19 años… 


Tenías una beba, Estela de 6 meses, la dejaste para poder trabajar, empezaste a sacarla adelante como mamá soltera. No, no quisiste casarte. Te fuiste a la gran Ciudad de México y a trabajar en el hogar, con nosotros. Ya no te separaste de Caridad, mano derecha de mi mamá Alina Johnson de Menocal. En 1963 conociste a Lujano, era checador de autobuses del pueblito de Coyoacán, administraba la ruta de camiones foráneos al centro de la Ciudad. Nació Caridacita en 1965, Meli era apasionada en crear estructuras íntegras pero con cariño, si había que hacer algo buscaba los detalles, combinar para celebrar a la persona. Decía que todo se puede conseguir con amor, delicadeza y bondad, que no había por qué guardar rencor a nada ni a nadie, que venimos a conocernos, a dar, servir y ser humildes. Lección de vida de esta mujer hermosa de pelo largo negro en su juventud. Nunca quiso pintar sus canas “porque cada una representa momentos de amor”. 



Hola Nina, buenas noches, solo para comentarte que mi mamá falleció hace un rato, ha sido todo muy vertiginoso, me la voy a llevar a Zacatecas, gracias por tus mensajes, por tu cariño, por siempre estar, mi mamá te quería mucho, a todos, a Ilia, Luis, tus hijas, Joel, siempre gracias. 

Llorando mucho, llorando sin parar: Cari, yo voy para allá, dime dónde estás por favor. 

En el Hospital IMSS, yo esperando a la funeraria, haciendo trámites, ella siempre quiso estar en el panteón de Zacatecas junto a mi madrina- 

Llegamos Joel, Emilia y yo. Caro se había ocupado de Meli con los médicos del IMSS. Ahí estuvimos con Caridacita y su compañera Sarita. Lloramos más. Recordamos a Meli. Serenos, pensando positivo como ella nos enseñó. Ilia dice que Amelia la cuido desde los tres años, la bañaba y peinaba para ir al colegio, la llevaba en camión a las clases de francés en la colonia Roma. Luis dice que el mundo ha perdido a una muy buena persona. Añadió: Deja mucho en su estela y nos mostró una forma muy gentil de vivir, por supuesto la vamos a extrañar, pero encontramos consuelo en cómo vivió, todo lo que nos dio, el ejemplo que dejó. Para mí Amelia fue Melluca, un gran amor, una gran mujer, la dulzura y la serenidad, hermosura. Un pedazo de mi corazón va con ella en su camino de luz.


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