DOMINICAL | Ursula Schulz: «Con sólo 1.200 camellos en las Islas, su supervivencia sigue en riesgo»

El camello canario, de perfil

Ursula Schulz: «Con sólo 1.200 camellos en las Islas, su supervivencia sigue en riesgo»

La veterinaria alemana fue clave en el reconocimiento del camello canario como raza autóctona

Ursula Schulz.

Ursula Schulz. / LP/DLP

Miguel Ayala

Miguel Ayala

La contribución de la veterinaria Ursula Schulz (Alemania, 1966) resultó clave para que finalmente se reconociera al camello canario como raza autóctona. Enamorada de estos mamíferos, suyo es el primer proyecto sobre dichos animales, estudio centrado en la cabaña camélida de Lanzarote.

¿Cuándo y por qué nace su interés por el camello canario?

En 1995 me interesé por esta especie por su adaptación al clima árido y por las propiedades medicinales de la leche de camella. Desde entonces, los dromedarios constituyen el centro de mi vida y para conocerlos mejor fui a Canarias. Trabajando en Fuerteventura, mis jefes Cirila Cabrera, Casto Martínez y Lázaro Cabrera me transmitieron y contagiaron la pasión por el camello como animal doméstico de las Islas y su contexto, además de involucrarme en su intento de recuperar el camello majorero, para lo cual adquirieron también ejemplares de Lanzarote. El proyecto lo lideró el doctor Javier Cañón, catedrático de Genética en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, y se comprobó genéticamente que aquel animal era una raza propia, con un fenotipo bastante marcado y diferente del resto. El problema es que había tan pocos ejemplares que era imposible recuperar dicha raza.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas. / LP/DLP

Conocer a los camellos en Lanzarote fue fascinante. Me parecía increíble que los paseos en camello se gestionaran por pequeñas empresas tradicionales y que los camelleros que subían a la Montaña del Fuego procedieran de familias que habían trabajado con esos mamíferos durante generaciones a las que siempre se les había dado la espalda. Ahí vi que no se destacaba ni valoraba todo ese entorno único ni el trabajo de aquellas personas. Al final presenté una propuesta para un proyecto de desarrollo ganadero a Ardelan (Asociación para el desarrollo rural y pesquero de Lanzarote), que fue aceptado, y me permitió trabajar con los veterinarios Carlos Gutiérrez, Paco Fabelo, Javier Cañón y un investigador de talla mundial, Bernard Faye; redactar un libro sobre los camellos en Lanzarote para tener un documento que describiera y guardase los detalles del trabajo de los camelleros, además de un estudio morfológico y genético de la población.

¿Le resultó sencillo elaborar en aquella época dicho proyecto?

No soy investigadora. Sólo quería hacer algo para rescatar esta valiosa población pero sin pensar en aquellos momentos que este grupo de dromedarios fuera a adquirir la denominación de raza autóctona. No fue difícil porque mi ilusión era tan grande que los obstáculos no contaban mucho, aunque sin la ayuda de los camelleros nada habría sido posible.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas. / LP/DLP

¿Recuerda algún momento que hoy considere clave en el desarrollo de su iniciativa?

Serían varios: el primero, la financiación de Aderlan y el encargo de su presidente, Valentín Elvira, de ‘crear’ la raza de camello conejero, una idea que tras reunirse conmigo el propio Elvira junto al doctor Javier Cañón y Marcial Viñoly, nos llevó a acordar la ‘creación’ del camello canario porque no tenía sentido segmentar aún más una población de dromedarios tan reducida. Fue también clave que Cañón consiguiese un estudio genético realizado por microsatélites de la población original de procedencia del camélido de Canarias cuyo resultado, después de compararlo con el obtenido de los análisis sanguíneos realizados mediante técnica similar a ejemplares de las Islas, determinó que las diferencias entre el camello canario y el del norte de África eran tantas que hablábamos ya de una raza propia.

¿Cree que en la actualidad se reconoce la aportación de este animal en el desarrollo del Archipiélago?

Sí. Ahora se valora como elemento imprescindible en la historia e imagen de Canarias, pero no se tiene en cuenta al camellero como profesional mientras sí se admira el trabajo de otros artesanos tradicionales.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas. / LP/DLP

¿Ya está todo hecho con la decisión tomada el 24 de marzo de 2011 por la Comisión Nacional de Coordinación para la conservación, mejora y fomento de las razas ganaderas de admitir al camélido canario como especie única?

Debería haber sido el principio para emprender actuaciones destinadas a conservar la población existente pero desde el punto de vista técnico no se ha hecho nada. Me atormenta que no se estén llevando a cabo acciones consideradas de urgencia cuando han pasado 13 años desde la declaración como raza autóctona y en la actualidad habrán como máximo 1.200 ejemplares de camello canario en las Islas, una cifra tan baja que pone en riesgo la supervivencia de cualquier población.

Sin embargo, el total de cabezas no es lo importante sino saber cuántos camellos canarios reproductores existen, que son mucho menos. Gran parte de ese grupo son machos castrados que trabajan para el turismo; otro porcentaje son crías, guelfos y majalulos, destinados en parte a la exportación, y el resto se castran a los dos años. Si nos fijamos en el número de machos y hembras reproductores, vemos que la situación es catastrófica; aún peor que la del camello salvaje (Camelus bactrianus ferus), del que quedan aproximadamente el mismo número de ejemplares, encontrándose catalogado como especie en peligro crítico de extinción, pero en su caso, todos los ejemplares adultos se consideran reproductores. La actuación más importante para poder contar con el camello canario a medio y largo plazo sería la identificación de todos los reproductores.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas.

El camello canario, por su multifuncionalidad, forma parte de la memoria de las Islas. / LP/DLP

¿Qué recomendaría?

En octubre de 2023 se leyó en Córdoba la tesis sobre la raza de camello canario del doctor en veterinaria Carlos Iglesias Pastrana, un documento lleno de ideas nuevas e iniciativas prácticas y necesarias que, además, ha dado lugar a unas 17 publicaciones. Yo lo tendría muy en cuenta.

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