La majestuosa presencia de la Guardia Real ha marcado una semana de celebraciones en Cantabria, culminando en un acto solemne de jura de bandera que tendrá lugar este domingo en el aparcamiento de Mesones, donde más de 600 militares, junto con vehículos, caballería y la unidad canina, desfilarán en un espectáculo de lealtad y precisión.

Desde sus inicios en el siglo XI, la Guardia Real ha servido con honor y distinción, no solo como defensores de la Casa de Su Majestad el Rey, sino también como embajadores de la tradición y el compromiso militar español. Este acto de jura de bandera, en el que participarán 300 personas previamente inscritas, simboliza la renovación de ese compromiso y la conexión profunda entre la Guardia Real y el pueblo español.

"Continuamos disfrutando de la presencia de la Guardia Real en #Santander. Gracias infinitas por dejarnos ser testigos de vuestra labor y trabajo diario y os animo a continuar con este gran nivel de dedicación y exigencia a la Corona española 🇪🇸," escribió la alcaldesa Gema Igual Ortiz en su cuenta de X, destacando la importancia del evento para la ciudad.

La jornada comenzará con un desfile que promete ser un espectáculo de disciplina y elegancia, mostrando al público la habilidad y el entrenamiento de los guardias. Este será seguido por la jura de bandera, un momento de especial significación, donde los participantes prometerán lealtad frente a la bandera nacional, reafirmando su fidelidad y devoción a España.

La Guardia Real ha recorrido varios puntos de Cantabria durante la semana, como Santoña, Torrelavega, Camargo y Castro Urdiales, culminando su visita en Santander. Este recorrido ha permitido a la Guardia Real no solo mostrar su destreza y habilidades militares, sino también acercarse más al pueblo cántabro, reforzando lazos y compartiendo su legado.

El evento no solo se limitará al desfile y la jura, sino que también incluirá una misa en la iglesia de La Anunciación, presidida por el obispo Arturo Ros y una ofrenda floral a la Virgen Bien Aparecida, profundizando el carácter espiritual y comunitario del acto.

Tras la ceremonia, la tarde promete más demostraciones de habilidades físicas en la campa de La Magdalena, donde la Guardia Real demostrará técnicas de combate y manejo de armas, asegurando que el legado de la Guardia Real sea apreciado no solo por su historia, sino por su relevancia continua.

La Guardia Real, con su impresionante despliegue de 1.545 miembros y una rica historia de servicio, no solo es un pilar de la tradición militar española, sino también un vínculo viviente entre el pasado y el presente, un recordatorio del compromiso inquebrantable de España con su historia, su cultura y su pueblo.