Muere a los 98 años el cineasta Roger Corman, considerado el rey de la serie B
- A lo largo de su extensa carrera, que comenzó en la década de los 50, dirigió 56 filmes y produjo casi quinientos
- La Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le concedió un Oscar honorífico en 2009
El director y productor estadounidense Roger Corman (1926-2024), considerado el rey de la serie B, ha muerto a los 98 años, ha anunciado su familia en un comunicado en su página oficial de Instagram.
Su esposa Julia y sus hijas, Catherine y Mary, han comunicado que Corman falleció el pasado jueves en su casa de Santa Mónica, California, rodeado por sus familiares, y le han dedicado unas palabras de homenaje: "Sus películas fueron revolucionarias e iconoclastas y capturaron el espíritu de una era. Cuando le preguntaban cómo le gustaría ser recordado, decía: yo hacía películas, solo eso".
El mundo del cine se ha hecho eco de la noticia este domingo, con dedicatorias, por ejemplo, como la del español J.A. Bayona asegurando en la red social X que "no existiría el cine tal y como lo entendemos sin alguien como Roger Corman", y recordando ver de niño El hombre con rayos X en los ojos (1963).
Gale Ann Hurd, productora de la saga Terminator, ha recordado a Corman como su primer jefe, su "mentor para toda la vida" y su héroe, y lo ha descrito como "uno de los mejores visionarios en la historia del cine".
Otro maestro del terror, el compositor y cineasta John Howard Carpenter lo ha descrito como uno de los directores "más influyentes" de su vida: "Dio forma a mi infancia con filmes de ciencia ficción y la saga de Edgar Allan Poe", ha dicho.
Comenzó como mensajero en la 20th Century-Fox
El prolífico cineasta era conocido por sus películas de bajo presupuesto producidas a un ritmo vertiginoso. A lo largo de su extensa carrera, que comenzó en la década de los 50, dirigió 56 filmes y produjo casi quinientos. Además, interpretó papeles secundarios en un buen número de películas, como El padrino parte II (1974), El silencio de los corderos (1991) o Philadelphia (1993).
Nacido en Detroit sin vínculos con la industria cinematográfica, Corman tuvo que labrarse su camino en Hollywood. Comenzó como mensajero en la productora 20th Century-Fox para posteriormente convertirse en analista de historias y más tarde desempeñar el trabajo de guionista. Poco después dio su salto a la producción con la película Highway Dragnet (1954) y un año más tarde debutó como director con Cinco pistolas (1955).
En la década de los 60, Corman realizó una serie de películas basadas en obras del escritor Edgar Allan Poe: La caída de la casa Usher (1960), El péndulo de la muerte (1961), La obsesión (1962), Historias de terror (1962), El cuervo (1963), El palacio de los espíritus (1963), La máscara de la muerte roja (1964) y La tumba de Ligeia (1964). En ellas contó con actores destacados como Vincent Price, Lon Chaney, Peter Lorre, Boris Karloff, Ray Milland o Jack Nicholson, quien tuvo su debut cinematográfico en otra película producida por Roger Corman, Grita, asesino (1958).
Constituyen una excepción en su filmografía ya que para rodarlas dispuso de tres semanas y fueron bien acogidas por parte de la crítica, una rareza para sus filmes. De hecho, una de ellas, La caída de la casa Usher, fue considerada como digna de preservación por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Boris Karloff sería el protagonista de otra producción de la factoría Corman, El héroe anda suelto (1968), que supuso el debut como director de Peter Bogdanovich.
El éxito de Corman hizo que grandes estudios llamaran a su puerta, como 20th Century-Fox y United Artists. Así pudo dirigir con presupuestos 'normales' La matanza del día de San Valentín (1967) y El barón rojo (1971), respectivamente. No obstante, ambas películas decepcionaron y Corman atribuyó su fracaso a la interferencia de la directiva.
Óscar honorífico en 2009 en reconocimiento a su carrera
"Su legendaria capacidad para estirar un dólar le permitió concebir y crear rápidamente películas de época y epopeyas de ciencia ficción con presupuestos que no cubrirían los costos de comida de un rodaje en un estudio moderno", dijo de él la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, que le concedió un Oscar honorífico en 2009 en reconocimiento a su carrera.
"La Academia te da las gracias, Hollywood te da las gracias, los cineastas independientes te dan las gracias. Pero lo más importante: por todas los momentos salvajes, extraños, guays y locos que pusiste en los autocines, los amantes del cine del planeta Tierra te dan las gracias", dijo Quentin Tarantino aquel día.
Los directores de las películas producidas por Corman disponían de exiguos presupuestos y con frecuencia tenían que acabarlas en apenas cinco días. En este sentido, Ron Howard, galardonado en 2002 con los Óscar a mejor película y mejor director por Una mente maravillosa (2001), dijo que cuando le pidió a Corman medio día extra para volver a rodar una escena de su ópera prima, Loca escapada a Las Vegas (1977), este le contestó: "Ron, puedes volver si quieres, pero no habrá nadie más".
"Hay muchas limitaciones al trabajar con un presupuesto bajo, pero al mismo tiempo hay ciertas oportunidades", dijo Corman en el documental Val Lewton, el hombre en la sombra (2007), sobre el director de cine de la década de los 40 y 50. "Puedes apostar un poco más. Puedes experimentar. Tienes que encontrar una forma más creativa de resolver un problema o presentar un concepto".
Apadrinó a directores como Coppola o Scorsese
Asimismo, se le atribuye el descubrimiento de grandes nombres del cine como Francis Ford Coppola, Robert De Niro o Martin Scorsese. Así, produjo el primer largometraje dirigido por Coppola, Batalla más allá del sol (1959) y posteriormente Demencia 13 (1963) y también le dio uno de sus primeros papeles en el cine a De Niro en la película Mamá sangrienta (1970), dirigida y producida por el propio Corman. Igualmente produjo El tren de Bertha (1972), dirigida por Scorsese.
No disponía de los medios de los grandes estudios, pero su mirada artesanal y totalmente rendida al entretenimiento encontró todo un filón en los jóvenes estadounidense de la posguerra que buscaban en las salas y autocines una experiencia salvaje y transgresora no apta para sus padres. "De algún modo, es como si sus películas se hubieran hecho en la esquina de tu barrio. No cargaban con el peso de lidiar con el 'arte' en mayúsculas. Pero eran arte de otro modo", dijo Scorsese en el documental Corman's World: Exploits of a Hollywood Rebel (2011).
La mayoría de las películas de Roger Corman pasaron rápidamente al olvido, excepto para sus fans más acérrimos. Sin embargo, La pequeña tienda de los horrores (1960), protagonizada por una planta sedienta de sangre que se alimenta de humanos y que cuenta con una aparición memorable de Nicholson en un pequeño papel de un paciente dental amante del dolor, es una excepción. La película inspiró un longevo musical y fue objeto de un remake en 1986 protagonizado por Rick Moranis, Steve Martin, Bill Murray y John Candy.
En 1970 fundó junto a su hermano Gene la productora y distribuidora independiente New World Pictures, bajo cuyo paraguas estrenó en Estados Unidos películas de Ingmar Bergman, François Truffaut, Federico Fellini, Akira Kurosawa y otros destacados cineastas.
New World también fue una importante cantera de talento. El director Joe Dante, con Piraña (1978), el compositor James Horner y el guionista John Sayles, con La dama de rojo (1979), el editor Mark Goldblatt, con Humanoides del abismo (1980), o el productor Jon Davison, con Esas locas del cine (1976), son algunos de los nombres que trabajaron para Corman y que con el paso de los años se harían con un lugar destacado en la industria del cine.
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