Día de la Madre: Una lista de reproducción diferente | Sudaca - Periodismo libre y en profundidad
Jorge Luis Tineo

Día de la Madre: Una lista de reproducción diferente

“Una madre castrante, sobreprotectora, abusiva emocionalmente. Un hijo que, en la adultez, le reclama todo ese mal que, probablemente sin querer, su progenitora le ocasionó por esa forma de ser represiva y dominante. Casos como estos, más comunes de lo que muchos quisieran creer, deberían abordarse más como intentos de educación socioemocional. Cuántas personalidades quebradas e insensibles, tóxicas, producto de esas situaciones, que logran acumular poder -son jefes, autoridades, alcaldes, congresistas- nos ahorraríamos…”

[MÚSICA MAESTRO] Si mañana, Día de la Madre, en lugar de obsequiarle el ansiado “e-qui-pa-zo” como nos machaca la publicidad de una conocida marca de celulares, le ofreces de regalo a tu mamá una canción, lo más probable es que te mire de arriba abajo como si fueras, en lugar de su hijo, un insensible bicho raro. Sin embargo, el catálogo de composiciones de grandes artistas pop-rock que usan a la madre como tema central para homenajearla -o como pretexto para creativas metáforas y cuestionamientos a su rol y concepto tradicional- es tan amplio que resulta inevitable armar una lista de reproducción que no suplantará al carísimo aparato, pero por lo menos asegura una hora y media de buena música. Para melodías más convencionales, hacer click aquí.  

THE BEATLES – JULIA (The Beatles, 1968): Cuando John Lennon perdió a su madre, atropellada por un auto en Liverpool en 1958, él tenía 18 años y ella, 44. Este tierno homenaje acústico a su recuerdo nos muestra ese lado intimista que luego explotaría mucho más. Precisamente, una de sus primeras canciones como solista también estuvo dedicada a su mamá, aunque con un tono más oscuro, de reclamo. “La perdí dos veces”, dijo alguna vez. “Primero cuando me mudé con mi tía. Después, cuando murió”. Los Fab Four tuvieron también, en Your mother should know (Magical mystery tour, 1967) y Let it be (Let it be, 1970), otras dos maneras de homenajear a mamá (ver/escuchar).

THIN LIZZY – PHILOMENA (Nightlife, 1974): Phil Lynott tuvo en su madre a una verdadera guerrera, que enfrentó la discriminación en su natal Irlanda por ser madre soltera de un pequeño niño negro. A la larga, se convirtió en casi manager del grupo –“en las giras, era la mamá de todos” recordaba el guitarrista Brian Robertson- y, tras la muerte del cantante/bajista, en 1986, cuidó su legado y hasta escribió un libro, My boy, donde cuenta la estrecha relación con su famoso hijo. El riff y solo central es de Gary Moore (ver/escuchar).

LOW – MOTHER (The invisible way, 2013): En su décima producción oficial, la prolífica banda norteamericana de dream-pop incluyó este tema en que el vocalista Alan Sparhawk reflexiona, apoyado por sutiles acordes de piano, orgánicos golpes de tambor y las melancólicas armonías vocales de su partner-in-crime, Mimi Parker, sobre el profundo lazo emocional que une a un hijo con su madre, desde el nacimiento hasta la muerte (ver/escuchar). 

ALICIA KEYS – SPEECHLESS (Monster Mondays Vol. 1, 2011): La talentosa neoyorquina compuso este tema pensando en el nacimiento de su primer hijo, Egypt Daoud, para dejar constancia del asombro que le dejó la experiencia. La canción, en típica clave de moderno R&B de pasarela, es una muestra de esa innegable sensibilidad musical que, inexplicablemente, suele contaminar como aquí, con el gutural e innecesario rapeo de una tal Eve. El tema no figura en ninguno de sus álbumes oficiales, sino en una recopilación armada por su pareja, un productor que se hace llamar “Swizz Beatz”, padre del pequeño (ver/escuchar).

U2 – MOTHERS OF THE DISAPPEARED (The Joshua tree, 1987): La letra de esta canción, escrita por Bono, recoge el impacto que le ocasionó conocer la historia de las Madres de Plaza de Mayo y sus hijos desaparecidos durante las dictadoras en Argentina y Chile, la vez que asistió a diversas actividades en El Salvador y Nicaragua. De tono intenso y oscuro, sirvió para cerrar uno de los álbumes más exitosos del cuarteto irlandés (ver/escuchar).

MADONNA – INSIDE OF ME (Bedtime stories, 1994): En su sexto álbum, la “Reina del Pop” incluyó esta pieza, inspirada en el fallecimiento de su madre y cómo la recuerda, un atisbo de sensibilidad en medio de la noción farragosa que tiene sobre el ejercicio de su propia maternidad, como demostró en su publicitadísimo último concierto en Rio de Janeiro, en que no tuvo ningún empacho en exponer a sus menores hijas adoptadas a cuestiones aptas para adultos. El sonido atmosférico es cortesía de la producción a cargo del británico Nellee Hooper, conocido colaborador de Björk, Massive Attack y Sinéad O’Connor, entre otros (ver/escuchar). 

MADNESS – OUR HOUSE (The rise & fall, 1982): Una de las canciones más conocidas de la década ochentera, describe la vida caótica en familia, resaltando la abnegación y fortaleza de la madre de clase trabajadora, columna vertebral de las casas hasta en las situaciones más alocadas. El tema pertenece al cuarto álbum de esta banda, idolatrada en Inglaterra y apenas difundida en nuestro país, a pesar de tener una combinación interesante de géneros, que van del ska y la new wave hasta el jazz, el vaudeville y la world music (ver/escuchar).

JOAN BAEZ – GABRIEL AND ME (Blessed are…, 1971): En las primeras horas del sábado 16 de agosto de 1969, la cantautora actuó en el Festival de Woodstock, visiblemente embarazada de su primer hijo, Gabriel, quien nacería en diciembre de ese mismo año. A él le dedica este poema acústico con esa inolvidable voz acariciante y tierna, que recorre el mundo entre sueños de montañas imaginarias y caballos alados. La relación de Baez con su hijo se mantuvo siempre firme, tanto que actualmente él, de 55 años, toca batería en su banda (ver/escuchar).

SLEATER-KINNEY – LIONS AND TIGERS (One beat, 2002): Este trío de rock alternativo femenino, con sus disonancias y militancias que algunos podrían llamar “progresistas”, fue uno de los más importantes exponentes de lo que los expertos denominaron movimiento “riot grrrl” con una agenda de temas muy específicos. Desde esa óptica, la inclusión de esta canción dedicada a la maternidad -un Lado B de su sexta producción discográfica- es, a la vez, inesperada e interesante (ver/escuchar). 

JONI MITCHELL – LITTLE GREEN (Blue, 1971): La desesperación de una madre joven y sin dinero la lleva a dejar a su primera hija en adopción. La madre, de tan solo 23 años, toma la decisión y después, como parte de su terapia individual para superar la tristeza, le escribe una tierna canción a aquella pequeña de quien ni siquiera sabía el nombre y la incluye en un álbum confesional que se convertiría en un clásico. Casi veinte años después, madre e hija se vieron por primera vez. La historia es real. Joni Mitchell y su hija Kilauren se reencontraron en el año 1997 (ver/escuchar). 

EARTH WIND & FIRE – MOM (Last days and times, 1972): El tema que cierra el cuarto LP de “Tierra, Viento y Fuego”, compuesto por los hermanos Maurice y Verdine White, es una suave balada con tintes de bossa nova. A la madre le deben todo, las penas y alegrías, las enseñanzas sobre el bien y el mal. Los coros y la instrumentación -arreglos de cuerdas y metales- muestran esa sofisticación que los haría conocidos pocos años después alrededor del mundo (ver/escuchar).

METALLICA – MAMA SAID (Load, 1996): La madre de James Hetfield murió de cáncer, cuando el cantante y guitarrista tenía apenas 16 años. Aunque esta balada country no tiene nada que ver con lo primero en lo que uno piensa cuando escucha la palabra “Metallica”, es un testimonio personal valioso. Sobre todo si recordamos que Am I evil?, cover de Diamond Head que el cuarteto grabara en sus primeros años, comienza diciendo que su madre era una bruja que había sido quemada viva (ver/escuchar).

PHIL COLLINS – YOU CAN’T HURRY LOVE (Hello, I must be going!, 1982): Para su segundo LP como solista, el cantante y baterista de Genesis grabó este clásico del soul en que una madre le dice a su hijo que no se apure, que tenga calma en eso de enamorarse -un tópico impensable en tiempos de Shakira y Karol G, baronesas de la promiscuidad-. El mensaje de esta composición de Lamont Dozier y los hermanos Brian y Eddie Holland cobra aún más sentido en su versión original (1966), cantada por The Supremes (ver/escuchar).

LENNY KRAVITZ – ALWAYS ON THE RUN (Mama said, 1991): La onda retro de Lenny Kravitz, anclada en el funk-rock, muestra aquí una de sus mejores facetas, con ese bajo profundo, sólida batería y guitarra cortante con la que le rinde homenaje a una madre que siempre le dice que “es bueno ser natural, que el amor es lo único que importa y mejor es no subirse a caballos salvajes”. El afilado solo es cortesía de un viejo conocido, Slash (ver/escuchar).

LYNYRD SKYNYRD – SIMPLE MAN ((Pronounced ‘Lĕh-‘nérd ‘Skin-‘nérd), 1973): ¿Cuán en cuenta tomamos, a lo largo de la vida, los consejos de una buena madre? Las palabras que escribieron Ronnie Van Zant (voz) y Gary Rossington (guitarra) reflejan la búsqueda de normalidad en medio del desenfreno, la necesidad de un cable a tierra. Esta canción es un clásico de la banda y de toda una era, poseedora de esa electrizante emoción del rock en estado puro que siente añoranza por la familia mientras recorre el mundo haciendo música (ver/escuchar).

OZZY OSBOURNE – MAMA I’M COMING HOME (No more tears, 1991): Esta power ballad, con finos arpegios de Zakk Wylde en su segunda aparición junto al “Príncipe de las Tinieblas”, llegó un poco tarde, cuando el grunge ya había desterrado este estilo. El tema ha envejecido bien, considerando que se trata de un pedido de disculpas hacia una madre que debe haber padecido mucho la destrampada juventud de Ozzy Osbourne. La letra se la escribió otro angelito, su buen amigo Lemmy (Motörhead) (ver/escuchar).

JOURNEY – MOTHER, FATHER (Escape, 1981): Más conocido por las canciones Don’t stop believin’ y Open arms, una de las mejores baladas de esa década, el séptimo álbum en estudio del quinteto norteamericano Journey esconde, entre otras joyas de rock para llenar estadios, este poderoso tema de catárticas guitarras e impresionante interpretación vocal, cuya letra combina la tragedia familiar con algo de fantasía, una narrativa algo etérea que a la vez genera identificación por sus tintes legendarios (ver/escuchar). 

PAUL SIMON – LOVES ME LIKE A ROCK (There goes rhymin’ Simon, 1973): En su segundo álbum en solitario, el compositor de The sound of silence (1966) rinde homenaje a su madre y al doo-wop y los conjuntos vocales de los años cincuenta con esta rítmica melodía. Un año antes, en su debut de 1971, publicó un cadencioso reggae, Mother and child reunion, que usa la tierna figura del reencuentro entre madre e hijo como consuelo tras el fallecimiento de su mascota (ver/escuchar).

BOB DYLAN – IT’S ALRIGHT MA, I’M ONLY BLEEDING (Bringing it all back home,1965): Como bien saben los conocedores de la obra dylanesca, esta canción no es acerca de una madre. Su mención en el título -la coloquial contracción “ma”- es la goma que une toda esta lista de amargos comentarios acerca de los eternos problemas de la sociedad norteamericana -¿o debería decir mundial?- como el consumismo, la injusticia, la discriminación, la política hipócrita, etc. Un canto de protesta airada pero también de resignación. Un poco como lo que estamos viviendo en el Perú hoy, en el 2024 (ver/escuchar).

ST. VINCENT – I PREFER YOUR LOVE (St. Vincent, 2014): En su cuarto álbum, la cantautora y guitarrista Anne Clark, más conocida como St. Vincent, hace una reinvención de las atmósferas melancólicas de Nothing compares 2 U de Sinéad O’Connor para rendir tributo a su madre que, por entonces, andaba un poco mal de salud. La guitarrista y compositora, ex integrante de The Polyphonic Spree y de los colectivos vanguardistas de Glenn Branca y Sufjan Stevens, redondea un fino regalo sonoro con esta breve y sencilla melodía (ver/escuchar).

THE ROLLING STONES – MOTHER’S LITTLE HELPER (Aftermath, 1966): Hoy que se habla de padres y madres que administran pastillas a sus pequeños para mantenerlos calmados, esta canción de Mick Jagger y Keith Richards parece la clara demostración de que el tiempo es circular. La idea de que una madre necesite tomar pastillas para “atravesar sus ocupados días” no parece tan alejada de algo que puede estar sucediendo hoy mismo en diversos estratos socioeconómicos. Y no solo son pastillas sino que puede ser cualquier otro consumo adictivo. Cafeína, alcohol, azúcar, grasas saturadas. Usted elija (ver/escuchar).

QUEEN – TIE YOUR MOTHER DOWN (A day at the races, 1976): Si la tradicional mención a la mamá en Queen se ubica en su canción más conocida, Bohemian rhapsody, donde el protagonista suplica perdón por haber cometido un asesinato, es aquí donde el tema se encuadra más en la filosofía rockera y terrenal de la banda. Escrita por Brian May, es un intenso hard-rock con frenética guitarra slide en la que Mercury exige a su novia que “amarre a su vieja” para poder divertirse un poco (ver/escuchar).

QUIET RIOT – MAMA WEER ALL CRAZEE NOW (Condition critical, 1984): Someter a los padres a la locura del rock y la fiesta interminable de guitarras, chicas y sustancias prohibidas fue, sin duda alguna, uno de los inevitables efectos de la vida de rockstar a ambos lados del Atlántico, en las turbulentas décadas de los setenta y ochenta. El cuarteto británico Slade lo anunció de manera literal en este clásico de 1972 que reactualizaran los norteamericanos Quiet Riot. El parecido vocal entre Noddy Holder y Kevin DuBrow es alucinante (ver/escuchar).

FRANK ZAPPA – YO’ MAMA (Sheik Yerbouti, 1979): Zappa usó desde siempre el tema de las madres, desde el nombre de su grupo entre 1966 y 1976 -The Mothers Of Invention-, hasta canciones como Motherly love (Freak out!, 1966), Mom and dad (We’re only in it for the money, 1967) o My guitar wants to kill your mama (Weasels ripped my flesh, 1970). Pero en este tema va un poco más allá, que mezcla grabaciones en estudio y en concierto, la dedicatoria va para los hijos engreídos, incapaces de hacer las cosas por sí mismos, “los hijitos de mamá” (ver/escuchar).

PINK FLOYD – MOTHER (The wall, 1979): Una madre castrante, sobreprotectora, abusiva emocionalmente. Un hijo que, en la adultez, le reclama todo ese mal que, probablemente sin querer, su progenitora le ocasionó por esa forma de ser represiva y dominante. Casos como estos, más comunes de lo que muchos quisieran creer, deberían abordarse más como intentos de educación socioemocional. Cuántas personalidades quebradas e insensibles, tóxicas, producto de esas situaciones, que logran acumular poder -son jefes, autoridades, alcaldes, congresistas- nos ahorraríamos (ver/escuchar).

BONUS TRACK: La siempre sorprendente Björk dedicó su décimo álbum oficial, Fossora (2022), a su mamá Hildur Rúna Hauksdóttir, que había fallecido en el 2018 en una clínica homeopática. Específicamente, las canciones Sorrowful soil y Ancestress son acerca de ella, aunque todo el disco fue concebido como una terapia para procesar su dolor. El álbum sigue la línea musical que combina lo electrónico -secuencias, efectos de estudio- con ecos orgánicos de la música de su país y el uso masivo de coros y clarinetes que le dan un tono muy particular a sus creaciones. Anteriormente, la artista islandesa de 58 años había tratado el tema de la maternidad en canciones como Mouth’s cradle (Medúlla, 2004) o Hollow (Biophilia, 2011). 

Tags:

Día de la madre, música en inglés, pop-rock

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