Terrazas de buen comer: estas son las 10 mejores de Madrid | El Periódico de España

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Terrazas de buen comer: estas son las 10 mejores de Madrid

Estos restaurantes gastronómicos cuentan con espacios al aire libre en los que el 'postureo' se queda en un segundo plano: aquí prima la cocina de calidad

Cornamusa, una de las terrazas que debutan este año en Madrid.

Cornamusa, una de las terrazas que debutan este año en Madrid. / Cornamusa

El 2020 fue el año cero para las terrazas en Madrid, que se multiplicaron como alternativa de ocio en tiempos de Covid. No es que antes lo las hubiera, pero a raíz de la pandemia empezaron a florecer de una manera nunca vista en la capital.

Tipologías de terrazas hay muchas: las de moda, las que buscan el ‘like’ en redes sociales, las de bares populares que se han hecho un hueco donde antes había coches aparcados… y las gastronómicas. Estas últimas tienen lo mejor de dos mundos: mesas al fresco y excelencia culinaria. Algunas son ya clásicos absolutos y otras llevan menos tiempo entre nosotros pero estas 10, ahora que el buen tiempo ya se instala definitivamente, son de visita obligada.

Sacha

Quizá la terraza más codiciada de Madrid. En invierno, el interior de este icono de la ciudad (Juan Hurtado de Mendoza, 11) arropa con personalidad a raudales, historia gastronómica y confort. Cuando llega la primavera, la pequeña terraza, recogida y aislada del tráfico, es el escenario perfecto para disfrutar, una vez más, de la merluza rebozada, la tortilla vaga y los platos de temporada que Sacha se saca del sombrero. En las noches calurosas, a la lumbre de las lamparitas, es incluso más especial aún.

Oroya (Madrid).

Oroya (Madrid). / Oroya

Oroya

El hotel The Madrid Edition (Plaza de Celenque, 2) puede presumir de contar con algunos de los espacios más singulares de la ciudad. Un ejemplo es su Punch Room, una suerte de ‘speakeasy’ semioculto que pasa por ser una de las coctelerías más pintonas de la capital. Arriba espera Oroya, el peruano del chef Diego Muñoz, que cuenta con una espectacular terraza, The Roof. Allí, con vegetación por doquier, se disfruta aún más de platos como el ceviche cremoso de corvina y gambas, con aguacate, aceite de ajo y esencia del propio crustáceo. Para beber, coctelería de altos vuelos.

La Fonda de la Confianza (Madrid).

La Fonda de la Confianza (Madrid). / La Fonda de la Confianza

La Fonda de la Confianza

Paco Patón, Premio Nacional de Gastronomía, es el alma mater de una de las casas de comida actualizadas nacidas (y ya asentadas) en el Madrid pospandémico. Lo que se ofrece en La Fonda de la Confianza (General Gallegos, 1), en una terraza pintona y tranquila, son recetas con pedigrí y sin fallo. Todo ello con un servicio de los que no quedan, lo que convierte este restaurante en una apuesta fuera de modas. La carta brilla en platos como los escabeches, de raya a la naranja o de perdiz con setas de temporada; o en los mayúsculos arroces, entre los que destaca el de pato canetón y 'foie'. Un lugar al que ir a pasarlo bien. Y sin prisas.

Lúa

Manuel Domínguez encara la nueva vida de Lúa (Paseo de Eduardo Dato, 5) tras la retirada de la estrella Michelin con un cambio de timón. El cocinero orensano abraza la tradición de su tierra para ofrecer una cocina de sabores limpios y que transportan a Galicia. En la carta, caldo gallego, raya en caldeirada con crema de ibéricos y su pulpo 'á feira' que está entre los mejores de Madrid. Los postres también luces músculo: de la tarta líquida de Santiago a las cañas fritas de Carballiño. Todo sabe mejor en su terraza, asentada en la acera amplia de Eduardo Dato. 

Ramón Freixa (Madrid).

Ramón Freixa (Madrid). / Ramón Freixa

Ramón Freixa

Quince años se cumplen desde que Ramón Freixa llegara a Madrid. Tres lustros en los que la ciudad se ha enamorado de la cocina del chef (y el chef de la ciudad, para qué negarlo). En su dos estrellas Michelin, Ramón Freixa Madrid, situado en el Hotel Único (Claudio Coello, 67) la cocina se mantiene joven y viva, quizá más que nunca. Los platos suenan bien y saben mejor: ejemplos son el ‘ragout’ de setas de primavera, manitas de cerdo, crestas de gallo y espinacas. O el cochinillo ibérico confitado, con ensalada de frutas y hierbas amargas. Su terraza, ubicada en un jardín, es un remanso de paz en pleno barrio de Salamanca.

Berria (Madrid).

Berria (Madrid). / Berria

Berria

Las vistas a la Puerta de Alcalá y el Retiro ya anticipan que la experiencia en la terraza de Berria (Plaza de la Independencia, 6) es una de esas que no se olvida fácilmente. Llega uno a este espacio atraído por su abrumadora carta de vinos: 3500 referencias y 200 opciones por copas que se renuevan constantemente, en base a una selección hecha por un equipo experto y conocedor. Y se queda por la cocina del chef Javier Pérez-Batallón, bajo el asesoramiento de Juanjo López de La Tasquita de Enfrente. En la carta, apuestas seguras con producto de primerísima división: huevos fritos con jamón Joselito, Wellington de pichón o cocochas en salsa verde para maridar una bodega llena de etiquetas exclusivas.

Can Chan Chán MX (Madrid).

Can Chan Chán MX (Madrid). / Can Chan Chán MX

Can Chan Chán MX

En un espacio tan insólito como la tercera planta de El Corte Inglés de Serrano (en el número 47) se aloja el proyecto más personal del cocinero Roberto Ruiz, un restaurante de disfrute que cuenta con una terraza para elevar el nivel de gozadera. En la carta, tostadas de atún y sandía con salsa macha de pasilla y jengibre o el mítico machete, una costilla de vaca de tamaño pantagruélico pensada para compartir entre cuatro personas. Importante la sección de cócteles, básicos para acompañar una cocina para vivir con buenos compinches (eso significa canchanchán en México).

Hevia

Seis décadas cumple Hevia, uno de esos restaurantes que da la impresión de llevar toda la vida en Madrid. Y ahí siguen impertérritos en la calle Serrano (en el 118) su neón (antes de que los neones estuvieran de moda) y su terraza (antes de que las terrazas estuvieran de moda). Historia gastronómica de la capital que mantiene recetas al nivel de muy pocos, como sus callos o su ensaladilla con ahumados. Adentrarse en su carta es descubrir un sinfín de curiosidades, como que ya ofrecían guacamole en 1978 o que sigue habiendo lugares de referencia en los que tomarse un codillo de primera, con chucrut y puré de patata como mandan los cánones.

Zeitaku (Madrid).

Zeitaku (Madrid). / Zeitaku

Zeitaku

No es que este japonés tenga terraza, es que es UNA terraza. El único comedor de este restaurante (Antonio Maura, 20) está al aire libre, convenientemente acondicionado dependiendo de la época del año de que se trate. El chef Lionel Trejo maneja el mejor producto -no solo pescado y marisco, sino también trufa o caviar- para crear platos sofisticados. El sumiller Javier Arroyo complementa cada uno de los pases con una de las mejores selección de sakes que se pueden encontrar en Madrid.

Cornamusa (Madrid).

Cornamusa (Madrid). / Cornamusa

Cornamusa

El Palacio de Cibeles, obra señera de Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, es ahora mismo un espacio en el que conviven el ayuntamiento, diferentes salas expositivas y, claro, también un restaurante, ubicado en la sexta planta. Cornamusa (Plaza de Cibeles, 1) tiene como jefe de cocina a un valor seguro, el chef Jesús Almagro. La carta promete (y da) recetas de corte clásico con guiños a Madrid entre las que encontramos verduras de Aranjuez guisadas y acompañadas de ventresca de cordero glaseada o solomillo de vaca de Guadarrama con emulsión de mostaza, setas y tuétano asado. Una terraza con más de medio centenar de plazas (y vistas de infarto) completa la apuesta.