Rutas fáciles y desconocidas al lado de Barcelona (y no, no es Collserola)

Senderismo no masificado

Rutas fáciles y desconocidas al lado de Barcelona (y no, no es Collserola)

Están al lado de Barcelona y seguro que nunca las has visitado. Son las montañas del Baix Llobregat, con rutas fáciles, agradables y con riachuelos y bosques. Perfectas para cualquier agenda dominguera  

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El 'influencer' Enric Llinares con las vistas de la ruta de Castellví de Rosanes.

El 'influencer' Enric Llinares con las vistas de la ruta de Castellví de Rosanes. / @sherpadecollserola

Abel Cobos

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Vayas donde vayas, está a petar. Y no solo las ciudades y los pueblos: también las montañas. Cada fin de semana, miles de domingueros se desplazan con éxodos que ni en la Biblia. El Montseny se ha convertido en un parque temático con colas dignas de Port Aventura. La Vall de Núria tiene los cremallera más al límite que tus pantalones en Nochevieja. E incluso un paseo por Collserola siempre viene acompañado de un millar de ‘bon dia’ para todos los que te cruzas.

¿Buscando rutas fáciles y menos concurridas? Pásate por las montañas del Baix Llobregat. Bonito, cerca de la ciudad y no muy conocidas. Son la recomendación de Enric Llinares, conocido por su pseudónimo el ‘sherpa’ de Collserola, ‘influencer’ boscoso que triunfa con sus rutas en Wikiloc, la Wikipedia de los senderistas. Por ejemplo, en la zona entre Sant Andreu de la Barca y Castellví de Rosanes hay un par de muy buenas recomendaciones: la ruta del Turó de Can Perico y la ruta del Gorg de la Mola.

Para hacer la primera puedes escoger: tienes la versión larga o la corta. Ambas son prácticamente iguales, con una diferencia: la larga cuenta con zonas de miradores a Montserrat, con unas vistas impecables para posturear (algo que va impreso en el ADN dominguero). Esta ruta, como asegura el ‘influencer’, es sobre todo boscosa. Además, este bosque está “muy cuidado”, “es una maravilla”, así que, hazle caso, y deja el bosque tan bien como te lo encontraste. 

La segunda ruta es para los fans de los riachuelos y cascadas. Eso sí, recuerda: las montañas no son playas, y está prohibido bañarse en sus aguas. Pasa por el Gorg de la Mola, la Riera de Corbera y el pico del Àliga, entre otros. En resumen, bosques con pequeños saltos de agua, pozas, riachuelos y mucho verde. De nuevo, toca ponerse un poco Greta Thunberg y hacer un recordatorio eco. El principal peligro de estas rutas es la masificación y el incivismo. Así que regla número uno para conocer el patrimonio natural catalán: trátalo como si fuera tuyo (porque lo es).