CAMINATA QUEREMOS MOVERNOS: Tres mil participantes en la 'marea naranja' de Queremos Movernos por la igualdad infantil

Infancia | IV Caminata por la Igualdad

Tres mil participantes en la 'marea naranja' de Queremos Movernos por la igualdad infantil

El colectivo reclama el derecho a poder participar en actividades de ocio o acceder a la educación

Humberto Gonar

Humberto Gonar

A la pregunta de «¿qué queremos?», respuesta al unísono: «¡inclusión!» de los tres mil participantes en la IV Caminata por la Igualdad de los Niños y las Niñas con Discapacidad organizada por Queremos Movernos que recorrió, desde las diez y media de la mañana y hasta el mediodía de este viernes, la calle del Castillo desde la plaza de Weyler hasta la puerta del Cabildo donde los políticos recibieron a la comitiva multitudinaria. 

«Ojalá esta sea la última marcha porque ya Tenerife sea una isla inclusiva», dijo la consejera de Acción Social, Participación Ciudadana, Voluntariado e Inclusión de la Corporación Insular, eso después de haber solicitado a los socialistas que se habían colocado escorados en el lateral de la plaza del Cabildo más próxima a Correos unirse al resto de políticos para compartir foto de familia, invitación a la que hicieron oídos sordos con Pedro Martín al frente.

Una quincena de colegios llegados de toda la Isla secundaron la convocatoria, desde alumnos de los tres colegios Echeyde al Montessori, en Santa Cruz, o La Salle o el CEIP García Escámez, así como del colegio de Ravelo que, con el alcalde de El Sauzal al frente, Mariano Pérez, y tres de los concejales de su equipo de gobierno se presentaron con la tarea hecha un año más. «Este ayuntamiento es un modelo del trabajo bien hecho, que elimina las barreras y desarrolla una gestión ejemplar», le reconoció la activista Ana Mengíbar, dejando atrás el tono reivindicativo para poner en valor la defensa y la integración en su municipio de las personas con discapacidad.

La clave del éxito de ElSauzal estriba en la relación fluida con los vecinos, a los que les consulta cuáles son las necesidades y se prioriza cada año en donde intervenir, y así se resuelve las demandas paso a paso, contó el regidor enfundado en el suéter naranja, acorde al color de la marea que recorrió el corazón de SantaCruz.

El modelo de El Sauzal

Como de no solo obras vive el vecino, el alcalde de El Sauzal, acompañado por la responsable de los asuntos sociales de su gobierno municipal, precisó la labor que presta el monje Hermano Julián gracias al acuerdo de colaboración con el ayuntamiento para contribuir al mantenimiento de los dos centros que se localizan en este municipios: Fraternidad Divina Providencia –en el callejón del Calvario, en Los Naranjeros– y Oasis Divina Providencia –en en antiguo convento de las monjas–, que atienden veinticinco y una docena de usuarios, respectivamente. 

 El Sauzal estuvo representado por los alumnos que se trasladaron en la guagua que puso a su disposición el ayuntamiento, en las que también se trasladaron cuatro profesoras.. y no se dejó el alcalde la petición que le han trasladado los niños para avanzar en parques adaptados, como el que ahora se instalará entre Tacoronte y La Matanza para el beneficio de todos los vecinos de la comarca, o también entregar el comunicado en defensa de la igualdad de los niños con discapacidad a la comisión social de la Federación Canaria de Municipios (Fecam).

La labor de Mariano Pérez no es en humo, sino que quedó refrendada por los aplausos de los pequeños de su pueblo cuando Ana Mengíbar lo presentó entre las autoridades presentes en el acto.

Durante el kilómetro que abarcó la marcha, la incombustible portavoz de Queremos Movernos demostró otro año más su poder de convocatoria. Y asistieron tres mil niños pero estuvieron representadas varias organizaciones, como las murgas Marchilongas, Mamelucos y Mamelones, la Asociación de Vecinos Urban–El Perenquén –con su presidenta, Silvia Barrera, entusiasmada y entregada a la causa–, o el colectivo Signo de Vida.

Un momento de la caminata de Queremos Movernos.

Un momento de la caminata de Queremos Movernos. / Andrés Gutiérrez

Vivan las madres

La caminata de Queremos Movernos consolida cada edición su vocación familiar, como quedó acreditado este viernes con la participación de la asociación Signo de Vida, una entidad apartidista, aconfesional y sin ánimo de lucro que nació en 2012 con el objetivo de apoyar precisamente a las familias en dificultad que espera un bebé o nacidos en los últimos cinco años, reconocer a las madres su entrega, trabajo y dedicación en favor de sus hijos, ayudar a descubrir la belleza, compartiendo razones para vivir y promoviendo la cultura de la vida u ofrecer a las mujeres embarazadas, y sus parejas que se plantean seguir o no con el embarazo, la información y ayuda que necesiten para afrontar el momento por el que pasan.

Entre los asistentes, Juan Carlos Álvarez, el promotor de esta asociación que, junto a directivos, explicó su afán por tener presencia en los treinta y un municipios de Tenerife así como la campaña en la que están inmersos para el próximo 30 de mayo celebrar en Candelaria el Día de las Madres con cuantos colectivos se quieran sumar y grabar un vídeo.

Atención para más de 21 años

También secundó la marcha uno de los promotores de la asociación que presta asistencia para personas con discapacidad para mayores de 21 años, entre cuantos secundaron la convocatoria del colectivo, y de cuyo éxito Ana Mengíbar iba partícipes a los miembros de la comisión de Infancia de Queremos Movernos.

De los primeros gritos de «¡igualdad!», «¡inclusión!», a la invitación que lanzaban los participantes a los transeúntes que, sorprendidos, se topaba con la multitudinaria marea naranja. «No nos mires, únete», invitaba hasta a los turistas mientras Diego, uno de los jóvenes asistentes, se colocaba delante de la pancarta que abría el desfile y ordenaba hacer la ola, naranja, que comenzaba a la altura de El Globo y llegaba hasta cerca de la playa de Weyler, donde todavía salían niños en la marcha.

Al término, lectura del comunicado a cargo de dos niños de los colegios de García Escámez y Ravelo, para reclamar el derecho a la educación y a participar en las actividades de ocio, incluso a tener intérpretes de lengua de signos al alumnado sordo... Y como colofón, con el espíritu festivo que caracterizó la mañana de este viernes, canción que preparó el colegio Isaac de Vega en el que aboga por «todos somos iguales» y magistral clase de zumba a cargo de Agus.