La Real Sociedad llega a la final de la Copa de la Reina sin complejos, sin nada que perder y con mucho que ganar buscando hacer historia y ganarle al todopoderoso FC Barcelona. Su entrenadora, Natalia Arroyo, y su capitana, Nerea Eizagirre, salieron en rueda de prensa para transmitir el sentimiento del vestuario a poco más de 24 horas de que eche a rodar el balón.
"Plantear un partido contra el Barça es siempre la misma tortura", aseguraba Arroyo, y añadía que "intentamos tomar referencias de momentos en los que se le ha hecho daño al Barça, contra el Chelsea no estuvieron cómodas, el Benfica le marcó cuatro goles... si nos acercamos a lo que le hizo el Chelsea podemos caer como caímos en Zubieta. Todos los entrenadores tenemos un plan pero luego hay que aplicarlo. Hay que intentar encontrar la mejor cosa de todas las cosas que le han hecho daño, cogiendo algo de todo el mundo". Arroyo confesaba que "no cambia nada por el hecho que me vaya a final de temporada, estoy preparando el partido igual" y dijo que "es mi segunda final y estoy flipándolo desde hace semanas que sé que la voy a jugar". La entrenadora se congratuló de que "la plantilla está al completo, todas disponibles y todas levantando la mano para jugar".
Nerea Eizagirre demostró tener claro el camino para dar la campanada: "Es importante aguantar el primer arreón, al final, en partidos importantes, es clave que nos pongan por delante y si podemos ponernos por delante mejor. Hay que estar sólidas y fuertes y cuando tengamos oportunidades, aprovecharlas. Los primeros 15 minutos en todos los partidos son importantes y en una final, más".
En el plano personal, dijo que "esta semana la he pasado en casa de mis padres como hago en los partidos importantes", y confesó que "en el día del partido intento saber dónde están ubicados los míos en la grada porque me ayuda para buscar alguna mirada cómplice durante el encuentro".