Amalia de Holanda, de 20 años, renunció hace tres a la asignación de más de un millón de euros que le correspondía como heredera. Pero hace unos días envió una carta de puño y letra al primer ministro de su país, Mark Rutte, reclamando esa cantidad, superior al millón y medio de euros, para poder asumir sus tareas de mayor representación.
"Con el paso del tiempo y después de circunstancias sorprendentes, ahora es previsible que tendré que tener en cuenta gastos de personal y materiales para poder desempeñar mi cargo de forma autónoma e independiente, incluida una secretaría y reservas para tener un lugar para vivir y trabajar", dice el párrafo en el que justifica Amalia su necesidad de ese dinero.
Rutte ha anunciado que está de acuerdo con la petición de la joven, quien no ha terminado su formación universitaria en derecho y economía. Pero asegura el mandatario que "sus estudios están progresando y ella tiene más visibilidad" y "sí que tiene razón al pedir el dinero".
Por ello, a partir de enero de 2025, cuando Amalia tendrá ya 21 años, podrá percibir la asignación que le proporciona el gobierno de un millón y medio de euros al año. A lo que renuncia la heredera, de momento, es a los 300.000 euros de sueldo, que percibirá cuando finalice su formación universitaria.
Amalia de Holanda está cobrando mucho auge porque su padre, Guillermo, desveló durante el viaje al país de los reyes de España, que estos la acogieron cuando la mafia holandesa amenazó a la joven de muerte.
En ese mismo viaje, Amalia formó parte por primera vez en su vida de la agenda oficial de sus padres, por lo que es previsible que en el futuro vaya protagonizando más papeles de este tipo.
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